CaixaBank mantiene su compromiso de no abandonar aquellos municipios en los que sea el único banco, como ocurre en 10 localidades de Castilla-La Mancha, ocho de ellas en la provincia de Toledo y los dos restantes en Guadalajara. "Es la manera de entender la inclusión financiera por parte de la entidad como una banca próxima y accesible, manteniendo inalterable su compromiso de estar cerca de los clientes", han asegurado en una nota de prensa.
En Castilla-La Mancha, además, CaixaBank ofrece servicio a través de oficinas móviles en otras 63 poblaciones que se encuentran en riesgo de exclusión financiera. Los 'ofimóviles' de CaixaBank, "clave en su estrategia por la inclusión financiera de las zonas rurales", recorren más de 7.300 kilómetros al mes y atienden en localidades en las que viven cerca de 52.500 personas. Así, llegan a 29 poblaciones de la provincia de Ciudad Real, 32 de Guadalajara y dos en Toledo.
La compañía ha recordado también que el 70 % de los clientes atendidos en estas sucursales móviles tienen más de 70 años, lo que refuerza su "compromiso con los clientes sénior".
De las 113 oficinas de particulares de CaixaBank en Castilla-La Mancha, el 40 % (41) son rurales y se ubican en pequeños municipios. A ellas se suman las 44 oficinas-ventanilla que dan servicio algunos días de la semana en localidades escasamente pobladas.
"Esta amplia presencia en la región se complementa con una red de cajeros automáticos de última generación que permiten realizar la mayoría de las operaciones más habituales por parte de los clientes, como retiradas de efectivo, pago de recibos o transferencias, entre otras muchas funcionalidades", ha asegurado CaixaBank.
El director territorial de CaixaBank en Castilla-La Mancha y Extremadura, Juan Luis Vidal, ha subrayado "el compromiso de la entidad con la región con el objetivo de estar cerca de las personas y de las empresas castellano-manchegas y darles cobertura financiera y atender sus necesidades, estén donde estén, a través de un servicio excelente".