Adela Barquero es responsable de la gestión de los 11 aprovechamientos hidroeléctricos de Iberdrola en la cuenca del río Tajo, con un total de 2.100 MW de potencia instalada. Entre sus funciones está mantenerlas en óptimas condiciones para asegurar su disponibilidad cuando lo requiera el sistema eléctrico. Extremeña, ingeniera industrial y con más de 20 años de experiencia en el sector, se encarga de garantizar el cumplimiento legal, así como los más altos estándares de seguridad, de calidad y de protección al medioambiente. Hoy nos adentramos en uno de tantos aprovechamientos que nos ofrece el agua.
¿Qué es la energía hidroeléctrica y cómo se produce?
La energía hidroeléctrica es aquella que se produce al transformar la fuerza del agua en movimiento en electricidad. Fue una de las primeras fuentes de energía, totalmente limpia y renovable ya que el recurso utilizado es la fuerza del agua, sin consumirla y sin producir emisiones de ningún tipo.
Las centrales hidroeléctricas toman el agua desde un punto elevado y la llevan a un punto situado en un nivel inferior. Esta diferencia de altura puede existir de forma natural o haber sido creada artificialmente al construir una presa.
El agua circula por una tubería que une el punto más alto con el más bajo. En el interior de la tubería hay una turbina que gira al pasar el agua por ella. La turbina, al girar, mueve una parte de un generador eléctrico que está unido a ella. Es en el generador donde se produce la energía eléctrica que se entrega a la red para que sea consumida donde se necesite. Y lo más importante, esta agua retorna íntegramente al cauce.
¿Los embalses pueden tener otros usos?
Aunque un embalse tenga entre sus usos la producción de energía de origen hidroeléctrico, tiene también otros como pueden ser el abastecimiento a población, el regadío, el abastecimiento de ganado, la acuicultura, usos industriales, usos recreativos como la navegación, etc. Algunos de éstos consumen agua que no retorna al río y otros, como el hidroeléctrico, no reduce el recurso, ya que toda el agua se entrega de nuevo a la masa de agua inferior.
En la Demarcación que depende de Usted ¿cuántas presas tiene Iberdrola y cuánta energía producen?
Iberdrola cuenta con siete presas y once centrales hidroeléctricas en la cuenca del río Tajo. La energía que se produce con ellas depende en gran medida de la hidraulicidad del año, ya que el Tajo es un río torrencial, y de las necesidades del sistema eléctrico. En un año medio la producción es suficiente para abastecer de energía a más de 650.000 hogares.
¿Qué es el Convenio de Albufeira y cómo afecta a los caudales y a la producción de energía hidroeléctrica?
El Convenio de Albufeira es un acuerdo internacional suscrito entre el Reino de España y la República Portuguesa. Establece una serie de caudales mínimos semanales, trimestrales y anuales a entregar a Portugal. Los ríos de la Península no son propiedad exclusiva de un territorio, de un municipio o una región. Los Gobiernos de España y Portugal establecen sus reglas de explotación y los concesionarios estamos obligados a cumplirlas. El agua que nace en el Alto Tajo, incluida la que se deriva a Murcia y Levante, hasta su desembocadura más de 1.000 kilómetros después en Lisboa es de todos por igual. Por tanto, España está obligada a dejarla huir a Portugal de acuerdo con la ley en los volúmenes y en las condiciones fijadas en dicho Convenio.
¿Cuántas administraciones están involucradas en la gestión del uso hidroeléctrico de un embalse?
En la gestión del uso hidroeléctrico de un embalse intervienen administraciones de diferente rango y con diversas competencias. En el nivel estatal recaen, entre otras, las competencias sobre seguridad de presas, cumplimiento del Convenio de Albufeira, tramitación industrial y medioambiental para centrales de más de 50 MW, otorgamiento de concesiones de uso de agua y vigilancia del cumplimiento de su condicionado, calidad de las aguas, fijación del régimen de caudales ecológicos, gestión de tributos y régimen sancionador.
Las Comunidades Autónomas tienen competencias sobre tramitación industrial de centrales de potencia inferior a 50 MW, medio ambiente, espacios protegidos, prevención de incendios, pesca, montes, gestión de tributos y régimen sancionador. Las administraciones locales ejercen competencias en urbanismo, salubridad, prevención de incendios y gestión de tributos. Pensar que un embalse es algo en manos del capricho arbitrario de una industria hidroeléctrica es una simplificación que no se sostiene.
Siempre se ha hablado de que las presas son grandes pilas de energía renovable y dan seguridad al sistema, ¿a qué se debe?
La energía eléctrica que se produce en un sistema eléctrico debe ser la misma que se consuma, ya que no se puede almacenar en gran escala sino es en forma de otro tipo de energía. La demanda que va a existir en cada momento no es predecible con precisión. Por otro lado, la generación de energía eléctrica procedente de fuentes renovables fluyentes, sol y viento, dependen de la existencia o no de ese recurso en el momento en el que sea necesario. En el caso de las centrales hidroeléctricas, el recurso que se utiliza para producir energía es el agua almacenada en el embalse, por eso se dice que es una gran pila de energía renovable. La energía queda allí almacenada en forma de energía potencial del agua y se aportará al sistema de forma inmediata en el momento en el que se necesite, dándole seguridad a éste y asegurando que la demanda podrá ser atendida. Así, los embalses se pueden considerar auténticas gigabaterías.
Además, también hay momentos en los que el sistema demanda menos energía de la que se está produciendo debido a que hay condiciones de sol y viento favorables, es decir, hay energía excedente procedente de fuentes renovables. En esta situación es posible utilizar ese excedente, que no se puede almacenar en grandes cantidades de otra forma, elevando agua de un embalse que está a un nivel inferior a otro que está en un nivel superior. Es a lo que llamamos bombeo. De esta forma, se puede emplear esa energía excedente procedente de fuentes renovables en producir de nuevo más tarde energía hidroeléctrica, que es también limpia y renovable, de modo inmediato cuando más se necesite.
¿En qué consiste el bombeo?
Una central reversible o de bombeo es una central hidroeléctrica que además de poder producir electricidad, tiene la capacidad de invertir el proceso, aumentando la energía potencial del agua, elevándola a un embalse situado a una cota más elevada, consumiendo para ello energía eléctrica excedente del sistema. De esta manera, el embalse superior se convierte en una batería gigante, reutilizando el agua como en un ciclo cerrado. En las centrales de bombeo puro, el embalse superior tiene como única aportación de agua la que le llega del embalse inferior.
Al contrario de lo que en ocasiones se escucha sobre la casi gratuidad de la utilización del agua, la construcción de este tipo de instalaciones requiere de grandes inversiones. Entre los proyectos hidroeléctricos que está desarrollando Iberdrola destaca el complejo hidroeléctrico del Támega, en Portugal. Con una inversión de más de 1.500 millones de euros, esta imponente obra que incluye tres presas y tres centrales podrá almacenar por bombeo energía suficiente para alimentar al área metropolitana de Oporto, 1,7 millones de personas, durante 24 h. Estos ciclos se pueden repetir tantas veces como sea necesario. La totalidad de la energía generada por las plantas será verde, como de todas las presas. Más de un centenar de empresas se han empleado durante diez años para que esta macroinversión sea ya una realidad.
La Gigabatería, con una inversión de más de 1.500 millones de euros, será capaz de producir 1.158 MW y de almacenar la energía que consumen 11 millones de personas al día en sus hogares. Evitará la importación de más de 160.000 toneladas de petróleo al año.