Illescas, una localidad de 30.000 habitantes a mitad de camino entre Madrid y Toledo, se ha convertido en el gran almacén de las multinacionales en España. Marcas tan reconocidas como Toyota, Michelin, Dia, Correos Express o Seur tienen allí grandes centros de distribución y gigantes como Amazon, Zalando o H&M, al calor del fulgurante crecimiento del comercio online, envían desde este pueblo toledano miles y miles de productos cada día a sus clientes.
Su privilegiada ubicación geográfica, en el centro del país, a 35 kilómetros de la capital y a pocos minutos de todas las autovías radiales que vertebran España, ha sido determinante para que las empresas punteras del sector logístico hayan puesto durante los últimos años sus ojos allí, donde han invertido, y siguen haciéndolo, centenares de millones de euros. En paralelo, la población de Illescas -con una tasa de paro del 15 %- se ha triplicado en lo que llevamos de siglo y la renta media de sus vecinos se ha elevado de 22.978 euros en 2015 a 26.343 euros en 2019, un crecimiento por encima del nacional y del regional. Como hay trabajo, la demanda de vivienda también ha aumentado y el precio de los alquileres ha subido.
Pero ni mucho menos la posición en el mapa ha sido el único ingrediente con el que se ha cocinado una receta de éxito que ya quisieran, y que están tratando de imitar sin demasiado acierto, otros municipios del entorno. Llegan tarde. Hay que remontarse al 2010 para entender por qué Illescas y no otros pueblos vecinos del sur de la Comunidad de Madrid, también con suelo disponible e incluso más cercanos a la capital de España, es la elegida por las multinacionales. Fue hace once años, y por aquel entonces las ventas a través de Internet eran muy minoritarias, cuando el Ayuntamiento illescano dio luz verde a un ambicioso Plan de Ordenación Municipal (POM) que permitía convertir millones de metros cuadrados de descampado en terreno urbanizable preparado para acoger a grandes empresas.
"Nos llamaban locos"
"Lo hicimos en pleno pinchazo de la burbuja inmobiliaria -la crisis del ladrillo golpeó durísimamente a Illescas y a toda la comarca de La Sagra- y muchos nos dijeron que estábamos como una regadera. Nos llamaban locos", recuerda Francisco Rodríguez Sánchez, el concejal responsable de Obras y Urbanismo. Pero la apuesta salió bien y el pueblo ha resurgido con más fuerza que nunca. "Ese instrumento nos permitía recalificar suelo industrial en muy poco tiempo y, cuando ha hecho, Illescas ha estado en la pole position para poder desarrollarlo. Cuando alguien quiere iniciar un planeamiento urbanístico tarda dos años y aquí tardamos seis meses", explica el edil. Una ventaja diferencial.
Solo había pasado poco más de un año tras la aprobación de ese POM cuando la primera multinacional apostó por Illescas para ubicar allí un gran centro logístico. Fue la compañía automovilística Toyota, que se instaló en la Plataforma Central Iberum, que cuenta con 3,5 millones de metros cuadrados en el polígono La Veredilla III. Allí, poco después, llegaron otros similares como el de Michelin -puede gestionar le llegada y salida de más de cien tráilers diarios- o el de FM Logistics, que ya ha tenido que ampliar sus naves en dos ocasiones.
"Lo mejor está por venir"
"Fueron el aliciente para que los demás pusieran sus ojos en Illescas", dice Rodríguez, que asegura que cuando se da a conocer la llegada de una nueva gran empresa a la localidad "casi de inmediato salen otras oportunidades". De hecho, cuatro meses después de que Amazon inaugurase su segundo almacén de distribución en Illescas, el Ayuntamiento está en contacto con nuevas compañías interesadas. "Esperamos en poco tiempo poder dar muy buenas noticias. Lo mejor está por venir". Sin duda, un pronóstico muy ambicioso y optimista teniendo en cuenta que el nuevo centro logístico robotizado del gigante mundial del comercio electrónico ocupa más 180.000 metros cuadrados y generará 1.200 empleos indefinidos en los próximos tres años.
Mientras prosiguen las negociaciones, lo que ya es una realidad es que el suelo de Illescas sigue siendo objeto de deseo para los inversores internacionales. Hace pocas semanas se conoció que la gestora alemana Patrizia ha comprado una promoción de almacenes en el municipio toledano por 56 millones de euros: tendrán una superficie total de 92.000 metros cuadrados y estarán disponibles para recibir a nuevas empresas el primer trimestre de 2023.
Agilidad para favorecer la inversión
"Cuando alguien entra en nuestro despacho para generar riqueza y empleo le ponemos una alfombra roja, cerramos la puerta y no abrimos hasta que no nos confirma que se queda", explica el concejal de Obras y Urbanismo, que recalca como claves del éxito "la cercanía y la empatía" del Ayuntamiento y de su alcalde, el socialista José Manuel Tofiño, con las empresas. Y también "la agilidad" que exhiben, junto al Gobierno de Castilla-La Mancha, a la hora de tomar decisiones que favorezcan la inversión. Prueba de ello es que el Ejecutivo presidido por Emiliano García-Page acaba de autorizar la modificación del Proyecto de Singular Interés (PSI) del Parque Industrial y Tecnológico de Illescas para facilitar la implantación de nuevas compañías.
"El Parque fue creado en 2008 y 2009 con pequeñas manzanas en las que poder albergar empresas tecnológicas, sobre todo en clave aeronáutica -una de las fábricas de Airbus está en Illescas-. Ahora los tiempos han cambiado y se necesita mayor dimensión de suelo, porque la necesidad de almacenamiento ha crecido muchísimo. Así que con la modificación del PSE podremos eliminar viales para unir parcelas y generar espacios de 75.000, 100.000 o los metros cuadrados que gana falta", desgrana Rodríguez.
Además, la fiscalidad castellano-manchega también ayuda: "Pese a lo que algunos dicen, en cuanto a impuestos Castilla-La Mancha es mucho más atractiva que en la Comunidad de Madrid tanto la implantación de empresas como para su actividad posterior".
Las dos preocupaciones del alcalde
Como en Illescas están acostumbrados, de la mano de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, a adaptarse a las circunstancias para no dejar pasar ni una sola oportunidad, al alcalde Tofiño le rondan dos preocupaciones que no está en su mano solucionar: la falta de potencia eléctrica y el colapso de la autovía A-42. Y así se lo hizo saber, cara a cara y en público, a la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, durante la inauguración del segundo almacén de Amazon el pasado mes de septiembre.
Durante dicho acto, el veterano político, que lleva siendo alcalde de Illescas desde 1995 salvo un paréntesis entre 2011 y 2015, cuando gobernó el PP, perdió poco tiempo en felicitarse por haber convertido a su municipio "en la punta de lanza de los centros logísticos europeos" y evidenció que no se conforma con lo ha conseguido sino que quiere más. Por eso, solicitó a la ministra nuevas infraestructuras para no tener que "dar energía con manivela" y liberar de peajes a la autopista AP-41, que une Toledo y la capital de España, para aligerar los atascos de entrada y salida a Madrid que afectan a esta zona de La Sagra.
Ese día, el presidente de Castilla-La Mancha, el también socialista Emiliano García-Page, dijo con sorna: "Si el alcalde sigue por el camino que va, a la vuelta de una década dirán que Madrid es una extraordinaria ciudad que está al lado de Illescas".