Ecologistas en Acción-Ciudad Real y Ecologistas en Acción-Valle de Alcudia han presentado alegaciones a los 11 documentos iniciales de proyectos que incluyen 15 plantas solares fotovoltaicas y el sistema de evacuación conjunto que se pretenden instalar en el término de Brazatortas, en una zona limítrofe con el Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona.
"Consideramos que todos los proyectos deben archivarse puesto que forman un único polígono industrial fotovoltaico cuyos impactos ambientales debe evaluarse, de acuerdo a la ley, mediante una Evaluación de Planes y Programas y no mediante una evaluación simplificada u ordinaria como la que se pretende realizar", ha indicado la organización en nota de prensa.
Alegan que tratándose del mismo tipo de instalaciones, en la práctica se trata de un único proyecto de macroplanta fotovoltaica en la cual la mayoría de los efectos sobre el medio ambiente se sumarían. "Además, los proyectos se han fragmentado malintencionadamente y sin argumentos técnicos en 16 partes para que, no superando los 50 megawatios de potencia por planta, se tramite ante las administraciones autonómicas de Castilla-La Mancha y no ante las estatales, como correspondería realmente".
"De esta manera se evita también el sometimiento a una Evaluación Especial Estratégica de Planes y Programas, que requiere un procedimiento más exigente que la evaluación simplificada. Esta urdimbre en fraude de Ley es de tal magnitud, que solo por ese motivo deben de ser rechazados los proyectos iniciales ahora sometidos a consultas", han alertado.
Según Ecologistas, estas industrias suponen una recalificación del suelo que altera radicalmente su valor y que, en el caso concreto de Brazatortas, ya supuso una delimitación antinatural del Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona. "Parece claro que alguien ya tenía calculado el destino del suelo excluido y el beneficio que iba a proporcionar. En este sentido tenemos que resaltar que no han sido evaluadas alternativas de implantación fuera de este lugar, como si no existiera otro terreno potencial en el sur de la provincia".
Según explican, en la Evaluación Ambiental Estratégica de la industria solar fotovoltaica que debe realizar la Junta de Comunidades deben designarse las zonas más aptas para esta actividad y las zonas excluidas por su alto impacto ambiental como, por ejemplo, por encontrarse en la periferia de espacios protegidos, afectándolos.
Igualmente, dado que las grandes extensiones de placas solares suponen una transformación del medio a mucha mayor escala que si se hace de forma dispersa, deberían establecerse un conjunto de normas para definir la máxima extensión, la separación y concentración de las plantas. "Además, para que la actividad sea verdaderamente sostenible es necesario regular el autoabastecimiento individual, social y municipal, aprovechando preferentemente las cubiertas de los edificios de los núcleos urbanos", han precisado.
Espacio protegido
De igual modo, la organización proteccionista ha alertado de que
los proyectos se localizan en el norte del valle de Alcudia forman parte del ecosistema y del paisaje del espacio natural protegido y, por tanto va a afectar al mismo, a su integridad ecológica y a los procesos que se tratan de conservar por la Ley 6/2011, de 10 de marzo, de Declaración del Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona.
A esto, añaden, "no se puede olvidar la importancia que tiene la trashumancia en la comarca, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO el 11 de diciembre de 2019".
"En definitiva, aunque el proyecto se venda como necesario para el desarrollo sostenible, en la práctica perjudicará a las actividades económicas sostenibles actuales causando una pérdida en el valor de su imagen y atractivo y un impacto en las actividades ecoturísticas actuales en cuya promoción se han invertido cuantiosos fondos europeos", han alertado.