El Barça aplicó el rodillo este sábado en su visita al REBI Cuenca y firmó una goleada (26-38) en un duelo en el que puso el turbo desde el principio.
El REBI Cuenca intentó plantar cara al conjunto azulgrana en los primeros minutos con una primera línea inusual, con Neves, Sergi Mach y Nazaré, pero en el minuto 10 ya ganaban los visitantes por 4-9.
Buscaron ajustar la defensa los de casa tras un tiempo muerto de Lidio Jiménez, pero los lanzamientos de los de Ortega seguían acabando todos en gol.
Tras el minuto 22, Lidio decidió atacar son siete, algo que hizo que su equipo madurara más los ataques, pero también le costó tres goles a puerta vacía, dos de ellos de Pérez de Vargas, llegando la diferencia a los 12 goles.
Segunda parte
Tras sonar la bocina que indicaba el descanso, Nacho Pizarro hizo un gol tras un golpe franco a tiempo cumplido para acabar con 14-25.
Mejoraron los locales en la segunda mitad, ya que el tanteo de los segundos 30 minutos fue de 12-13, en un periodo en el que salió el REBI con ganas de acercarse en el marcador con un parcial de 0-2 gracias a las paradas de Grabavac, pero le duró poco la reacción.
Siguieron jugando muy bien las contras y las segundas oleadas los azulgranas, con Aleix y Janc como principales protagonistas, llegando al 18-32 del minuto 41 por medio de Ariño, tras el que pidió tiempo muerto Lidio Jiménez.
Buscó el técnico conquense que los suyos no terminaran yéndose de un encuentro que acabó con 26-38, un choque de guante blanco en el que no hubo ninguna exclusión y ganó un intratable Barça.