Castilla-La Mancha ofrece la oportunidad de disfrutar de una gran variedad de procesiones durante Semana Santa, un periodo con gran protagonismo por la singular belleza de los pasos que transitan por las calles y plazas de toda la Comunidad. De hecho, tres de ellas están declaradas de Interés Turístico Internacional: la de Cuenca, la de Hellín (Albacete) y la de Toledo. Castilla-La Mancha es un magnífico destino en Semana Santa para conocer y disfrutar de su riqueza patrimonial y cultural.
La Pasión de Cristo se conmemora en cada rincón de la región castellano-manchega y en todos los sitios hay singularidades que las diferencian de otras. Por ello, es el momento de recorrer la región y disfrutar de estas celebraciones en las que se puede saborear la historia, el arte, las costumbres y el fervor religioso.