La Asociación Amigos del Teatro de Cuenca ha decidido poner fin a su actividad por falta de apoyo institucional y económico. "No se trata solo de que llevemos demasiados años con un presupuesto cada vez más escaso, es que sin presupuesto no hay programación, no se puede contratar a ninguna compañía y, sobre todo, si no hay un mínimo de respeto y consideración hacia nuestro trabajo, las ganas se acaban".
Así lo ha expresado la asociación tras cincuenta años de actividad, "alentando la movida cultural de la ciudad, manteniendo viva la llama de las artes escénicas, desde el patio de butacas y desde el escenario".
La asociación ha utilizado unos versos de Federico García Lorca para expresar su malestar. "Un pueblo que no ayuda y no fomenta su teatro, si no está muerto, está moribundo".
Durante los últimos veintisiete años, se han programado más de cien representaciones cada año, en la ciudad y también en diferentes lugares de la provincia, un trabajo en el que "ha sido clave "el apoyo de instituciones como el Ayuntamiento de Cuenca, la Diputación Provincial de Cuenca, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, y, entidades como la Fundación Globalcaja, La Caixa o la Fundación de Cultura Ciudad de Cuenca y tantos otros patrocinios privados que han colaborado a través del crowfounding puesto en marcha estos últimos años.
Ninguneo
"Resulta muy difícil comunicar que un proyecto cultural llega a su fin, que hemos perdido la ilusión, que la respuesta desde las instituciones no es la esperada y que sin difusión y apoyo institucional no hay público", ha expresado la asociación en un comunicado.
A su juicio, "es duro reflexionar y comprobar que la asociación pese a su trabajo y esfuerzo ha sido ninguneada por las instituciones que deberían habernos apoyado". Desde el punto de vista económico ha sido "insostenible", teniendo que programar "sin la seguridad de recibir las ayudas públicas y comprometiendo la economía, porque sin dinero no hay cultura".
"La gota que ha colmado el vaso", afirma la asociación, "ha sido la falta de comunicación con la nueva directora de la Fundación de Cultura Ciudad de Cuenca, tras veintisiete años de colaborar mano a mano con esa entidad, la nueva responsable ha tensado tanto la cuerda que la ha roto".
"Nos dejó sin presupuesto y sin ganas de seguir. El tiempo dirá. Ahora mismo, nos alegramos por la creación de la Escuela Regional de Teatro, ojalá, llegue cargada de gentes con ilusión y ganas de trabajar en la misma dirección que lo hicimos y sean respetadas", han concluido.