Era el año 2007 y Víctor Vicente (Escalona, Toledo, 1977) fundó getbrit! casi en solitario, desarrollando una idea muy personal. Ahora, 13 años más tarde, esta empresa es una de las más exitosas de Castilla-La Mancha. Gestionan 260 escuelas de idiomas municipales en ocho comunidades autónomas españolas y sus 300 profesores enseñan inglés y otras lenguas a más de 17.000 alumnos. De aquí a poco tiempo piensan iniciar su primera aventura internacional vía Italia. En la nueva sede toledana de la compañía son días de prisas, llamadas y reuniones porque el curso está a punto de comenzar... y la pandemia ha multiplicado el trabajo para conseguir que nada falle. Pero en getbrit! dicen tenerlo todo previsto con importantes medidas de seguridad y un completo campus virtual con el que poder seguir las clases online en caso de ser necesario. Víctor Vicente nos recibe en su moderno despacho, en el que llama la atención una flamante batería negra, para contarnos sus próximos planes.
Arranca un nuevo curso y seguro que ha sido el más complicado de organizar debido a la pandemia. ¿Qué ha hecho getbrit! para adaptarse a las circunstancias?
Cuando el curso pasado, en marzo, nos confinaron a todos, ya hicimos un experimento: seguir mediante videoconferencia con las clases. Vimos que ese servicio funcionaba más o menos bien y, a partir de ahí, creamos un campus virtual online muy completo que nos permite trasladar al ordenador todas las actividades que se hacen en el aula mientras el profesor y los alumnos están en contacto por videollamada. Hemos logrado que la clase pueda recibirse en casa exactamente igual que si se estuviese dentro del aula. Cuando comenzó todo era más pesimista respecto a la formación a distancia pero hemos conseguido que este 'plan B' funcione a la perfección. Aun así, la presencialidad siempre va a ser nuestra primera opción, salvo en aquellas localidades en las que los ayuntamientos, por sus circunstancias concretas, nos pidan comenzar online. Estamos preparados para todos los escenarios y el curso va a salir adelante con éxito.
Seguro que hay alumnos y familias que están dudando si este año conviene apuntarse a aprender idiomas. ¿Qué mensaje lanza getbrit! a quienes tengan miedo debido a la crisis sanitaria?
La prioridad de getbrit! es garantizar la seguridad de los alumnos y de los profesores. Al inicio de la pandemia, en marzo, fuimos la primera empresa del sector en cerrar a cal y canto las aulas en cuanto detectamos que la seguridad no estaba garantizada, antes de que nos obligasen las autoridades. Ahora sí está garantizada, porque a lo largo de todo el verano hemos creado un protocolo que incluye, además de las recomendaciones típicas, tales como gel hidroalcohólico, mascarillas y distancia de seguridad, otras muchas como la desinfección constante de las aulas: cada vez que un alumno se levanta de su puesto, el profesor desinfecta la silla y la mesa con una solución de agua con lejía. Y, para que nadie tenga duda sobre nuestra responsabilidad, la empresa de certificación y auditoría Applus garantiza que en getbrit! se cumple con el protocolo de seguridad anticovid.
El sector de las academias de enseñanza está pasando un momento muy complicado e incluso ha solicitado un plan de rescate al Gobierno. ¿En getbrit! se ha notado un descenso en las matriculaciones respecto al curso anterior?
El alumnado se ha reducido en torno a un 10 o un 15 por ciento. Es algo normal por la situación. No me resulta especialmente preocupante porque es algo circunstancial. Incluso hemos abierto 8 nuevas escuelas, que parece algo impensable tal y como están las cosas. Ahora mismo gestionamos 260 escuelas de idiomas y tenemos en torno a 17.000 alumnos en toda España, más de 10.000 en Castilla-La Mancha.
La empresa ya está presente en 8 comunidades autónomas españolas e incluso se plantea su internacionalización. ¿El plan de expansión sigue adelante o la pandemia lo ha paralizado?
Es cierto que nuestro Plan Estratégico contemplaba llegar a dos regiones más en el curso 2020/2021 y la situación nos lo ha impedido. Queremos seguir creciendo en la Comunidad Valenciana y aterrizar en Aragón. ¡Pero se abrirá allí y después vendrá la internacionalización! Llegar a otros países cada vez está más cerca. La expansión de getbrit! sigue adelante.
¿Hacia qué dirección en el mapamundi tenemos que mirar?
Al este de España. Si coges un avión desde Madrid pasas Baleares, Cerdeña y luego llegas. ¡Ja, ja, ja! (Se refiere a Italia)
Pese a estos planes tan ambiciosos getbrit! sigue siendo una empresa con ADN castellano-manchego y mantiene su centro neurálgico en Toledo. Por cierto, os acabáis de mudar a una nueva sede...
Sí, desde hace un mes estamos en la calle Costanilla de San Lázaro, junto a la plaza de Toros. La antigua sede, por fortuna, se nos había quedado pequeña. Estábamos de alquiler y ahora estamos de estreno en este 'Edificio getbrit!', que es como lo hemos bautizado porque ya es nuestro.
Y en este 'Edificio getbrit!' la joya de la corona va a ser el 'Learning Center' que han preparado. ¿Qué posibilidades ofrece?
Es un gran espacio de aprendizaje de idiomas donde confluyen muchas otras actividades: robótica, cursos para desempleados, un 'Aula mini' para niños de 2 a 7 años... La inversión ha sido alta y esperamos rentabilizarla, más allá del aspecto económico, desde el punto de vista del aprendizaje. Los resultados, por ahora, están siendo muy positivos y los alumnos nos transmiten unas opiniones muy buenas que nos generan mucha confianza en lo que estamos haciendo.
¿Cuáles son los elementos diferenciadores de getbrit! con las academias y las escuelas de idiomas tradicionales? ¿La clave está en el método?
Hay muchos compañeros en el sector que están haciendo las cosas muy bien, pero nosotros no hemos comprado el método a nadie ni somos una franquicia en la que hay que seguir al dedillo lo que marca la central. Nuestro éxito se basa en que tenemos un programa académico propio, desarrollado en base a nuestra experiencia y analizando los logros que hemos ido teniendo junto a nuestros alumnos a lo largo de los años. En getbrit! le damos muchísima importancia al 'speaking', a hablar.
¿Desde qué edad se puede aprender idiomas?
Desde muy pequeños. Para eso tenemos el 'Aula mini', para niños de 2 a 7 años. Allí no tenemos ni mesas ni sillas. El profesor tiene una pizarra móvil y se sienta en el suelo con los alumnos. ¿El motivo? Los niños pueden miran al profesor a los ojos a su misma altura: eso hace que le vean como a uno más y tienen mucha más confianza para hablarle. Los padres al principio se sorprenden, pero los niños salen sudando del aula incluso en invierno. ¡Eso es porque hacen mucha actividad física! No queremos que, después de cinco horas sentados en el colegio, por la tarde sigan en la silla. Hacen muchísima actividad y mucho juego porque eso les impulsa a hablar. Por cierto, como medida de seguridad extra contamos con una moqueta antibacteriana que compramos antes de la pandemia y que ahora estamos encantados de tener.
Pero a getbrit! no solo vienen los niños. ¿A qué público se dirigen vuestros programas de aprendizaje?
A la hora de enseñar y de aprender inglés tenemos que pensar que no solo hay un inglés: hay un inglés para niños, otro para adultos, otro para universitarios que necesitan un título oficial, otro para empresas... Hace dos años, por ejemplo, creamos el instituto 'LIFE' (Language lnstitute for Executives), que tiene tres divisiones: investigación, lingüística aplicada y un máster profesional, ya con cierto nivel, que te enseña a comunicarte en inglés dentro del mundo de los negocios. ¡Y hay más proyectos! En enero abriremos una división nueva para preparar a opositores y un poquito más adelante habrá novedades que ya os iremos contando.
Aquí enseñan inglés, francés, alemán, italiano, chino… ¿En esto de los idiomas también hay modas?
La gente, muy mayoritariamente, quiere aprender inglés. Luego, por motivos laborales, también se han puesto de moda el chino y el alemán. El portugués también tuvo su momento, por aquello del mercado brasileño, aunque ese tirón duró muy poco. El francés la gente lo aprende por un motivo más romántico, por cultura.
¿Cuál es el perfil del profesor que trabaja en getbrit!?
Personas educadas, eso es lo primero, y bilingües, con un nivel mínimo acreditado de C1. Los profesores de getbrit! tienen muchísimo nivel. Aquí ya tenemos superada desde hace mucho la eterna duda sobre si el profesor de idiomas tiene que ser nativo o no. Ahora os puedo presentar a José Luis, que es un compañero que si te habla en inglés es imposible que sepas si ha nacido dentro o fuera del Reino Unido. Y como el hay muchos más entre la plantilla. El año pasado, a 1 de octubre, teníamos 300 profesores, y este año ojalá podamos alcanzar la misma cifra con el inicio del curso.
Le entrevisté hace cinco años y me dijo que usted era un "autónomo kamikaze" cuyo mayor miedo era no poder pagar a todos sus empleados a final de mes. ¿Cuáles son sus preocupaciones ahora que la empresa ha crecido y está mucho más consolidada?
En estos años he sido padre y eso es algo que te cambia la vida e incluso la forma de entender los negocios. Si antes ya lo era, ahora mi prioridad más absoluta es que la gente con la que trabajamos pueda cobrar su nómina a final de mes. Para nosotros, con la pandemia, más allá de la tragedia sanitaria, el mayor disgusto ha sido tener que decir a parte de la plantilla que tenía que irse a casa con un ERTE. Les hemos ido rescatando a todos poco a poco y ahora, si Dios quiere, con el nuevo curso volverán todos a seguir trabajando con getbrit!. Esta empresa tiene un carácter social muy marcado y muestra de ello es que la diferencia de salario entre el propietario de la empresa, que soy yo, y la nómina media no es más de un 25 por ciento. La obsesión del Comité de Dirección es que la gente que trabaja con nosotros esté cómoda y esté a gusto.