El Barcelona volvió a las andadas. Sometido en su debut por el Bayern volvió a fracasar. Esta vez en Lisboa. Superado por un rival menor que rentabilizó su entusiasmo. La decepción se hizo patente en el entorno culé, incluida la retransmisión del partido en la emisora catalana RAC1. Los comentaristas estallaron viendo caer los goles uno tras otro.
Un doblete del uruguayo Darwin Núñez, que abrió el marcador a lo tres minutos, y el tanto de Rafa Silva, oscurecieron el panorama azulgrana y el futuro de Ronald Koeman, otra vez en el alambre. Seis goles ha encajado el Barcelona en la Champions League donde todavía no ha visto puerta. Es colista de un grupo en donde está disparado el Bayern Múnich.
Tardó poco en recibir el primer golpe el Barça, enfriando los ánimos de los narradores tras los brotes verdes que se divisaron el pasado fin de semana en el partido contra el Levante. Todos ellos desaparecieron de un plumazo.
Más patente se hizo la frustración cuando llegó el segundo tanto. Corría el minuto 69 y el Barça, que no había hecho gran cosa para forzar el empate, veía como el partido se le escapaba casi definitivamente con el tanto de Rafa Silva. En RAC1 la frustración era tal que hasta se escuchaba un puñetazo sobre la mesa cuando el balón entraba al fondo de las mallas.
"Ni hablan entre ellos..."
Lo peor estaba por llegar con el 3-0 del Benfica. Llegó de penalti por parte de Darwin Núñez. Tras batir a Ter Stegen, en RAC1 no daban crédito: "Conmoción colectiva", decían sobre la reacción del Barça y apuntaban que los jugadores "ni hablan entre ellos". Otro de los comentaristas fue más duro y señaló una "absoluta dejadez" en la segunda parte de los culés. La crisis es cada vez más profunda.
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