Se dice que el Real Madrid vive para las grandes noches europeas y el Etihad Stadium fue testigo de una de ellas una vez más. El conjunto blanco, en un ejercicio de resistencia encomiable, logró la victoria en los penaltis frente al Manchester City con una actuación descomunal de Andriy Lunin y con Antonio Rüdiger marcando el lanzamiento decisivo. [Narración y estadísticas del Manchester City 1 (3) - (4) Real Madrid]
El Real Madrid apeló a la épica en los penaltis. Había resistido heroicamente durante 120 minutos y supo sacar fuerzas de flaqueza para aguantar los constantes ataques del Manchester City. En la tanda, ese espíritu que rodea al conjunto blanco en las grandes noches volvió a aparecer. No fue un milagro, fue cuestión de orgullo.
Andriy Lunin se convirtió en el héroe absoluto del Real Madrid. Paró lo imparable durante los 120 minutos y en la tanda se convirtió en estrella en la noche de su consagración. Detuvo dos lanzamientos, a Bernardo Silva y a Kovacic, para guiar a su equipo a unas semifinales de Champions League.
No fue fácil para el equipo de Ancelotti. Se adelantaron gracias a un chispazo de Rodrygo antes del primer cuarto de hora de partido y a partir de ese instante tuvieron que resistir el aluvión de un Manchester City liderado por Kevin de Bruyne. El belga logró el tanto del empate en la segunda parte, perdonó otros tantos, pero fue incapaz de liderar a los ingleses a una nueva semifinal de Champions League.
Ahora, el Real Madrid se enfrentará al Bayern de Múnich en las semifinales de la Champions League. El conjunto bávaro ganó por la mínima al Arsenal y también tuvo que sufrir para vencer los de Mikel Arteta, que vendieron muy cara su piel en el Allianz Arena.
Rodrygo, decisivo
El inicio fue el esperado. Los dos equipos se tantearon sobre el césped del Etihad y ninguno quiso correr riesgos innecesarios en los primeros minutos. El Manchester City presumía de la posesión y el Real Madrid era capaz de salir airoso con fortaleza de cualquier envite.
El primer aviso llegó con una llegada de De Bruyne por la línea de fondo. Su centro lo atrapó con firmeza Lunin ante la posibilidad de un remate de Haaland. Ni siquiera se había cumplido el minuto 10 y los dos equipos contemporizaban sus esfuerzos.
El golpe de gracia llegó con una acción magistral del Real Madrid. Bellingham hizo una maravilla de control para marcharse su rival. Le cedió el esférico a Valverde, que vio perfectamente el desmarque de Vinicius. El extremo brasileño apuró hasta línea de fondo y le puso un caramelo a Rodrygo. Ederson salvó el primer remate a bocajarro, pero no pudo hacer nada para evitar el gol en el rechace. Los de Ancelotti daban el primer golpe en el marcador en el minuto 12.
Acto seguido, el City se espoleó con varias llegadas de peligro a cargo de Kevin De Bruyne en apenas un par de minutos. Haaland tuvo un claro remate de cabeza, uno de esos que tanto le gustan, pero su testarazo ni siquiera inquietó a Lunin. Casi sin tiempo para reponerse, el noruego se sacó otro cabezazo que se estrelló en la madera y, en el rebote, Bernardo Silva la echó fuera incomprensiblemente.
El equipo de Guardiola había despertado y comenzaba a meter al Real Madrid en su campo. Era un asedio constante, pero Vinicius y Carvajal metieron medio tras una salida en largo de Kroos. El mal posicionamiento de la defensa inglesa ayudó a que el brasileño pudiese cederle el balón al lateral en la frontal del área. El tiro se estrelló en la defensa, pero era un serio aviso para el City.
Nadie quería perder comba y De Bruyne probó a Lunin con un latigazo desde la frontal. El ucraniano demostró que había portero bajo palos y puso de manifiesto su gran momento de forma una vez más. El belga era omnipresente y acumulaba llegadas por sí solo. Grealish se apuntó a la fiesta con una llegada clara y solo un cruce providencial de Rüdiger evitó que la jugada acabase de la peor manera para el Real Madrid.
El descanso llegó con buenas noticias para los de Ancelotti. Habían aguantado estoicamente las llegadas de City y se marchaban por delante tras unos primeros cuarenta y cinco minutos. La única negativa, la amarilla a Carvajal que la hacía perderse una ida de semifinales de Champions.
De Bruyne, salvador
La segunda parte comenzó de un modo muy distinto a la primera. El City, ante la presión de verse por detrás, salió con. Lunin tuvo que lucirse por enésima vez con un chut desde la frontal de Grealish. Los de Guardiola querían el empate, pero el portero del Real Madrid se lo negaba una y otra vez.
Nacho metió el miedo en el cuerpo al Real Madrid al intentar evitar que Haaland rematase. Con Lunin superado tuvo que despejar ante la presión del delantero noruego cuando ya estaba todo vendido. Sin respiro para rebajar las pulsaciones, el ucraniano atrapó un disparo de Foden que iba con muy mala leche.
Era un ejercicio de supervivencia del Real Madrid. Los de Ancelotti aguantaban el chaparrón ante las incesantes llegadas de su rival. Solo sobrevivían en el campo con rápidas transiciones de Vinicius, Camavinga o Rodrygo. Los ingleses amasan el balón y las ocasiones. El conjunto blanco, vestido de negro en esta ocasión, aguantaba el tipo y conseguía reducir las jugadas de peligro del City. Con el paso de los minutos, el peligro del equipo de Guardiola comenzó a desvanecerse. Los jugadores estaban cada vez más cansados y el tiempo pasaba para ellos.
Lunin volvió a acaparar los focos con una mano providencial a Grealish y el Real Madrid respondió casi al instante. Un centro lateral de Valverde se quedó algo flojo cuando Vinicius ya se relamía para rematar frente a Ederson. Respondía el conjunto blanco tras muchos minutos de letargo.
El primero en mover ficha desde el banquillo fue Guardiola. Retiró a un desesperado Grealish, incapaz de superar a Carvajal durante los 70 primeros minutos, y buscó la velocidad en el ataque con la entrada de Doku. Tanto acabó por ir el cántaro a la fuente que el City acabó encontrando su gol. Doku centró y Rüdiger fue capaz de despejar con contundencia. El balón le cayó a Kevin de Bruyne y el centrocampista no falló a bocajarro frente a Lunin. Jarro de agua fría para el Real Madrid a quince minutos del final.
De Bruyne tuvo el segundo en sus botas con un potente disparo desde la frontal, pero se encontró nuevamente con la yema de los dedos de Lunin. El City apretaba y el Madrid se defendía como podía del asedio de los ingleses. Para ganar algo de terreno, Ancelotti retiró a Kroos para meter a Modric y ganar algo de frescura en el centro.
De Bruyne perdonó nuevamente desde el punto de penalti un servicio de Akanji. Llegó completamente desde segunda línea y su tiro se fue demasiado alto. No había atisbo de reacción madridista, aunque Ancelotti quitó al goleador Rodrygo para dar cabida a Brahim.
Poco a poco, el partido fue muriendo sin que ninguno de los dos consiguiese decantar la balanza a su favor. El City bajó revoluciones y el Madrid pedía una pequeña pausa para tomarse un respiro. El duelo se marchó a la prórroga y lo hizo con suspense tras un último remate de Haaland.
Los penaltis deciden
Nada cambió con la llegada de la prórroga. El Real Madrid, incapaz de salir al contragolpe, seguía resistiendo las embestidas de un City que infundía temor cada vez que pisaba área. Foden le pegó al aire cuando el Etihad ya cantaba gol en el punto de penalti. Era un clamor que los de Guardiola no fuesen por delante en el marcador.
El Real Madrid tuvo su atisbo de lucidez en un balón al espacio de Modrid. Vinicius corrió, pero Walker se cruzó en el último instante cuando ya esperaba en el segundo palo Jude Bellingham. Fue el último servicio del brasileño, que le cedió su puesto a Lucas Vázquez.
Cuando la primera parte de la prórroga ya terminaba, Rüdiger estuvo a punto de aprovechar un desajuste defensivo del Manchester City. Desafortunadamente para los blancos, su tiro se marchó demasiado escorado. Todavía quedaban quince minutos de infarto.
Militao se vio obligado a entrar al campo tras los calambres de Carvajal. El lateral del Real Madrid logró aguantar todo el encuentro con amarilla, pero le pasó factura el enorme desgaste físico. Quiso el equipo de Ancelotti dar sus últimos arreones en los instantes finales de la prórroga con varios acercamientos peligrosos, pero sin fortuna. Todo se iba a decidir en los penaltis.
No perdonó Julián Álvarez desde los once metros y sí lo hizo Luka Modric. Ederson le leyó las intenciones al croata y comenzó decantando la balanza para los ingleses. Lunin le detuvo a Bernardo Silva el penalti tras adivinarle el lanzamiento. Bellingham puso la igualada.
La tanda se ponía caliente. Lunin volvió a ejercer de héroe frente a Kovacic y Lucas Vázquez puso por delante al Real Madrid. Era digno de creer. Foden igualó desde los once metros y Nacho, que ejercía de capitán, ponía al Real Madrid a un solo penalti de la victoria. Ederson no falló y trasladó la presión a los blancos. Rüdiger, imperial como todo el partido, marcó el gol definitivo. El Real Madrid estaba en las semifinales con Lunin como héroe.
Manchester City 1 (3) - (4) 1 Real Madrid
Manchester City: Ederson; Walker, Dias, Akanji (Stones, m.112), Gvardiol; Rodri, Silva, De Bruyne (Kovacic, m.112); Grealish (Doku, m.72), Foden y Haaland (Álvarez, m.91).
Real Madrid: Lunin; Carvajal (Militao, m.110), Rüdiger, Nacho, Mendy; Camavinga, Kroos (Modric, m.79), Fede Valverde, Bellingham; Vinícius (Vázquez, m.102) y Rodrygo (Brahim, m.83).
Goles: 0-1. Rodrygo, m.12 y 1-1. De Bruyne, m.76.
Árbitro: Daniele Orsato (Italia) amonestó a Grealish (m.59), Gvardiol (m.61) y (Rodri, m.90) por parte del Manchester City y a Carvajal (m.38) y Mendy (m.94) por parte del Real Madrid
Incidencias: Partido correspondiente a la vuelta de cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en el Etihad Stadium (Mánchester) ante 53.000 espectadores.