Son 24 partidos los que, hasta la fecha, ha jugado el Real Madrid entre La Liga y la Champions desde que allá por el mes de agosto arrancara la temporada oficial con el partido en San Mamés. Más de cuatro meses de competición que en el fútbol son muy largos sobre todo por lo cargado del calendario y en los que puede pasar de todo, pero lo que apenas ha vivido y experimentado el conjunto blanco en este periodo ha sido el sabor de la derrota.
La primera vuelta de La Liga del Real Madrid, a falta tan sólo de un único encuentro para completarla definitivamente, es prácticamente perfecta. Cierra el año siendo líder (empatado a puntos con el Girona), con tan sólo un partido perdido, siendo el equipo menos goleado de largo y el segundo máximo anotador del campeonato. Unos registros que han hecho de la escuadra de Carlo Ancelotti un rival prácticamente imbatible.
Por el camino el Real Madrid ha vivido momentos brillantes con Bellingham a la cabeza, pero también otros menos discretos como la derrota, la única del curso, ante el Atlético de Madrid. Sin embargo, su regularidad ha sido definitiva para el éxito e incluso en los partidos menos brillantes, como el que firmó en Vitoria ante el Alavés, el oportunismo de algunos jugadores como Lucas Vázquez sacó las castañas del fuego.
El Real Madrid camina esta temporada con velocidad de crucero y eso que ha tenido serios contratiempos desde el minuto 1 en forma de lesiones muy graves. La plaga de roturas de ligamentos cruzados que afectan a Courtois, Militao y Alaba han hecho daño, pero no el suficiente como para doblegar a un equipo duro que también manda con autoridad en la Champions League.
Bellingham, el astro
Desde que comenzó la temporada todo ha girado en torno a Jude Bellingham. El centrocampista inglés cayó de pie en el Real Madrid y dio un rendimiento inmediato. Parecía que llevaba toda la vida vistiendo de blanco, aunque en esto ha tenido mucho que ver Carlo Ancelotti con el ecosistema que ha creado para que él se sienta tan a gusto en el terreno de juego.
Pronto comenzaron a llegar las victorias, una tras otra como si fuera el pan de cada día. Athletic, Almería, Celta, Getafe, Real Sociedad... Todos fueron cayendo en La Liga, pero también sucedió lo mismo cuando los blancos pisaron territorio europeo.
[Lucas Vázquez acude al rescate y le da la victoria al Madrid ante el Alavés en el tiempo añadido]
El único traspié de la temporada llegó precisamente en uno de esos partidos que aparecen marcados en el calendario, en el derbi madrileño. El Atlético de Madrid se cruzó en el camino de los blancos como una apisonadora y cortó de cuajo la racha de resultados con un partido contundente que le puso los pies en el suelo al equipo de Ancelotti.
Llegaron poco después algunas dudas en el juego blanco, alimentadas por la falta de gol momentánea de Vinicius y de Rodrygo, y partidos como los disputados ante el Sevilla, el Nápoles o el Rayo generaron cierta incertidumbre. Sin embargo, los blancos ganaron con contundencia al Girona y vencieron en Montjuïc al Barça en El Clásico, así que realmente no había mucho más que reprochar.
En este último tramo del año, con los goles de Rodrygo ya aportando y pese a las numerosas bajas, el Real Madrid volvió a coger velocidad de crucero para cerrar el año como líder de La Liga y para demostrar que la fase de grupos de la Champions League ha sido poco menos que un paseo.
Las lesiones, la única pega
De lo poco que se puede lamentar el Real Madrid en esta primera mitad de la temporada es de la mala suerte que ha tenido con las lesiones. Son muy pocos los futbolistas que se han librado de estar un tiempo parados por unas u otras molestias, pero lo positivo es que siempre ha sabido encontrar un plan B para hacer que apenas se notaran las ausencias.
Las roturas de los cruzados primero de Courtois y Militao, y recientemente de David Alaba, han supuesto auténticos quebraderos de cabeza. Y por si fuera poco, el virus FIFA también ha llegado a atacar al Real Madrid con lesiones de gravedad de Camavinga y de Vinicius, que ya llevan unas cuantas semanas alejados de los terrenos de juego.
Con tanta ausencia, apenas se ha podido ver a la plantilla del Real Madrid al completo para demostrar lo que es capaz de hacer. Quizás, la mejor versión de este equipo, con sus grandes estrellas sanas a la vez, esté incluso todavía por llegar.