El Real Madrid cierra el 2023 en el Santiago Bernabéu y lo hace con el objetivo de intentar presionar al líder del campeonato, y porqué no, finalizar la jornada en lo más alto de la clasificación. Los de Ancelotti reciben a un Villarreal que está teniendo una temporada complicada, pero que ha sido el último equipo capaz de sacar los tres puntos en el feudo blanco.
El cuadro madridista llega a la cita como segundo en la tabla. Algo a lo que no estaba acostumbrado esta temporada y que le añade presión a un partido en el que no se puede fallar. El Madrid tiene a dos puntos al Girona y todo lo que no sean los tres puntos le puede alejar del liderato y puede hacer que el Barça se acerque.
El Real Madrid está firmando una temporada más que notable. A pesar de las numerosas bajas, cada vez quedan menos jugadores en la enfermería, los de Ancelotti están sacando los partidos adelante. Lo hacen en Liga y en Champions. Allí disputaron su último partido. Un duelo a domicilio ante el Unión Berlín en el que los blancos ganaron 2-3 gracias a un doblete de Joselu y un gol de Ceballos en los últimos minutos.
Ancelotti tendrá varias opciones para formar el once titular. Aurélien Tchouameni podría tener minutos aunque llegar con poco ritmo de entrenamientos. Además, la duda principal por resolver, por encima de todas, está en la portería. El buen rendimiento de Andriy Lunin durante la lesión muscular de Kepa Arrizabalaga abrió un debate inesperado. Provocó que Ancelotti lo mantuviera un partido más de lo que había incluso anunciado en Liga y tras el regreso del portero vasco en la Champions, todo apunta a que será el elegido para comenzar ante el Villarreal, recuperando el papel para que el que llegó como sustituto de Courtois.
El Villarreal acude al Bernabéu bajo mínimos, ya que el equipo de Marcelino García Toral sigue acumulando bajas y problemas para armar un once. A las ausencias ya conocidas de Denis Suárez, Santi Comesaña y Yeremy Pino, se suman esta semana la de Juan Foyth y las dudas de Matteo Gabbia, Aïssa Mandi y Francis Coquelin, en el caso de los dos últimos con pocas opciones de entrar en la lista de convocados.
Pese a estas ausencias, el Villarreal llega más reforzado tras la victoria en Europa League ante el Rennes, en un accidentado partido en el que se mostró un mejor nivel. Además, supuso otra victoria a domicilio, ya que el equipo rinde mejor fuera de casa que en su propio estadio y desde la llegada de Marcelino no ha perdido como visitante y espera competir ante uno de los rivales más difíciles que se puede encontrar en la actualidad.