El Barça repite victoria veraniega en El Clásico con un triplete de Vinicius en disparos al larguero
Dembélé, Fermín López y Ferran Torres hicieron los goles culés, mientras que los blancos se toparon hasta en cuatro ocasiones con el travesaño.
30 julio, 2023 01:05Ya puede jugarse en Estados Unidos, ya puede ser un simple amistoso de inicio de pretemporada e incluso puede no haber absolutamente nada en juego, pero un Clásico siempre es un Clásico. En los enfrentamientos entre Real Madrid y Barcelona no existen partidos de preparación porque siempre, pase lo que pase, hay una intensidad exagerada, y para muestra un botón. [Así vivimos la victoria del Barcelona en El Clásico de pretemporada]
En Dallas saltaron chispas entre culés y madridistas, especialmente en la primera mitad. Pese a que seguramente había avisos de mantener la calma y no excederse con la intensidad, los futbolistas olvidaron todas estas instrucciones nada más saltar al terreno de juego.
La intensidad bien entendida del inicio, con llegadas al área, lanzamientos a los postes e incluso el gol de Dembélé, poco a poco se fue torciendo hasta que desembocó en otras cosas mucho más feas. Entradas duras, fuerza en los balones divididos, tarjetas amarillas, protestas, discusiones y hasta varias tarjetas amarillas terminaron gobernando los primeros 45 minutos.
La segunda mitad tuvo menos alicientes. El carrusel de cambios mató el choque, pero el Madrid sumó dos disparos más al larguero para confirmar su mala suerte y Fermín López, un canterano del Barça, decantó el partido a favor de los culés antes del tanto final de Ferran Torres.
Nada de amistoso
El Clásico hizo disfrutar a los espectadores que pagaron entradas desorbitadas desde el inicio. El arranque fue eléctrico, frenético, como si hubiera un título en juego. Apenas veinte segundos tardó el Real Madrid en pisar el área culé y tan sólo tres minutos tardó el Barça en mandar el primer aviso serio del encuentro. Fue por medio de un disparo espectacular de Oriol Romeu al larguero tras una volea increíble.
Los blancos era más verticales y el Barça trataba de ser más fiel a su estilo. Los culés encontraron recompensa al cuarto de hora de juego aunque fue a balón parado. Gündogan vio a Pedri libre de marca en la frontal del área, y el canario cedió el balón a Dembélé para que fusilara dentro del área. Se quedó dormida la defensa del Real Madrid en esta acción.
No acusaron sin embargo los de Carlo Ancelotti este golpe tan tempranero, porque pronto encontraron la manera de hacer daño a la portería defendida por Ter Stegen. Los blancos tuvieron una ocasión inmejorable para empatar desde el punto de penalti. Araújo estiró la mano de manera absurda y el colegiado señaló la pena máxima, aunque Vinicius, el nuevo encargado de lanzar desde los 11 metros, envió el esférico al larguero.
Fue ahí cuando el partido comenzó a enfangarse con la primera cartulina amarilla para Tchouaméni. Dembélé volvió a aprovechar un nuevo despiste de Mendy para internarse en el área, aunque esta vez su disparo se fue demasiado cruzado. Después fue Rodrygo el que ejecutó una falta lejana de forma magistral y se encontró por primera vez con Ter Stegen. El guardameta, al rescate del Barça como sucedió la pasada temporada.
Al filo del descanso llegó otro disparo al larguero de los blancos. Vinicius se giró dentro del área y, a la media vuelta, estrelló el esférico en el travesaño, mientras que posteriormente Bellingham y Carvajal no supieron acertar para poner el empate. Poco después de aquello, se formó una tangana tremenda después de una dura entrada de De Jong sobre Militao. De partido amistoso, nada de nada.
En la segunda mitad fueron menguando las apariciones de los roces y las discusiones, aunque también disminuyó el caudal de fútbol. Quien puso mucho más empeño en esta segunda mitad fue el Real Madrid, pero lo cierto es que a los de Ancelotti les costó encontrar el camino hacia la portería rival.
La ocasión más clara llegó con un disparo asombroso de Tchouaméni que se estrelló también en el larguero. Tres veces se topó el Real Madrid con la madera en este partido, así que le faltó algo de suerte al conjunto blanco. El lanzamiento del galo dejó temblando el travesaño de la portería de Ter Stegen.
El carrusel de cambios de la segunda mitad terminó por matar la intensidad y el partido fue muriéndose poco a poco. Eso, hasta que Fermín López, uno de los canteranos de La Masía, ingresó en el terreno de juego en un día que nunca va a olvidar. En una acción seguramente precedida de una falta a Toni Kroos, Fermín se encontró con el esférico en la frontal y puso un misil que se coló por la escuadra de la portería de Courtois. Un golazo lleno de emoción.
Vinicius no se rindió. Acto seguido se sacó una acción de mago de la chistera en un palmo de terreno y volvió a estrellar el balón en el larguero. Tres veces en el mismo partido se encontró el brasileño con el travesaño, increíble, mientras que Ferran redondeó la fiesta culé. El Barça vuelve a repetir victoria en El Clásico veraniego.