Kylian Mbappé se ha empeñado desde hace tiempo en tener el mayor control posible sobre su figura. En un mundo, el del fútbol, en el que los jugadores son cada vez más vistos como activos financieros, el delantero ha librado varias batallas por sus derechos de imagen y ahora por su contrato.
La premisa en este punto es sencilla: Mbappé firmó en mayo de 2022 un contrato con el PSG en virtud de dos años más uno opcional que le correspondía solamente a él, llegado el momento, si activarlo o no. Y ese momento llega el 31 de julio, aunque Kylian ya se encargó a principios de mes de comunicar al club que no renovaría.
Mbappé quiere cumplir su contrato, con fecha de caducidad en 2024, y después decidir qué hacer con su carrera. En Francia señalan que el PSG sospecha que su jugador tiene un acuerdo para entonces con el Real Madrid -lo cual se niega desde el club blanco- y por eso ha abierto una guerra con él: si no renueva, será vendido este verano.
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El PSG, hasta ahora, ha adoptado una posición de fuerza contra su jugador. Al mundo le quiere mandar el mensaje de que "no hay nadie por encima del club". La realidad es que dejar marchar gratis a Mbappé en 2024 sería un duro palo en lo económico y a nivel de imagen.
Para tensar aún más la cuerda ha recurrido al chantaje, apartando a Mbappé de la gira por Japón y dejándole en París entrenando con los que allí llaman "los indeseables" (Julian Draxler, Colin Dagba, Georginio Wijnaldum, Abdou Diallo y Leandro Paredes). Se repiten mensajes como que si se queda sin renovar se pasará todo el año en la grada.
Es raro ver a un jugador de la talla de Mbappé en esta situación de 'bloqueo' por querer cumplir su contrato. Pero en sí, esta práctica se vuelve más común a medida que los clubes han ido cada vez acumulando más y más jugadores. Se ha visto en el PSG, pero también en la Premier League o en La Liga.
Entre los grandes clubes, lo del Real Madrid es un rara avis. El club blanco siempre ha respetado los contratos firmados con sus jugadores, tal y como se ha visto con jugadores como Gareth Bale, Marcelo, Isco o Mariano cuyos últimos años no estuvieron al nivel pero nunca fueron apartados. O si no está el caso de Hazard, que sin tener protagonismo, se adelantó su adiós a este verano por mutuo acuerdo entre el club y el jugador.
Los sindicatos avisan al PSG
En el PSG no es así, tal y como se vuelve a ver con el 'caso Mbappé'. El futbolista, sin embargo, se mantiene tranquilo. En el fondo de la cuestión, el control sigue siendo suyo. Le respaldan los sindicatos de jugadores, tanto a nivel nacional (UNFP, en Francia) como a nivel internacional (FIFPro).
Philippe Piat, presidente de la UNFP, analizó esta semana en la emisora RMC la posibilidad de que Mbappé esté apartado toda la temporada: "Hay que obligar al club a que el futbolista juegue con normalidad, de lo contrario sería considerado como acoso. Sería ilegal en términos laborales. Después del 1 de septiembre, las cosas tienen que volver a la normalidad, de lo contrario, se abrirán procedimientos", explicó.
"Mbappé tiene todo el derecho de cumplir el resto de su contrato y luego tomar una decisión sobre para quién quiere jugar y trabajar"
Como uno de los 66 sindicatos miembros de FIFPro, UNFP sigue su línea. Jonas Baer-Hoffmann, secretario general del ente internacional, decía este martes en The Times: "Mbappé tiene todo el derecho de cumplir el resto de su contrato y luego tomar una decisión sobre para quién quiere jugar y trabajar. Esta es la esencia de la 'ley Bosman' y la libertad ganada por los jugadores: establecer una agencia libre al final de los contratos".
La 'ley Bosman' a la que hace mención cambió el negocio del fútbol en 1995. Aquel futbolista, sin pisar el césped, logrós dos grandes metas: la libertad de los futbolistas para poder salir gratis una vez finalicen su contrato y la libre circulación entre países de la Unión Europea sin contar como plaza de extranjero.
"Mbappé regresó al trabajo pocos días después de la final del Mundial. Lo ha dado todo por este club en los últimos años, incluso quedándose y pactando una ampliación de contrato el año pasado. Sugerir que sus acciones serían injustas o irrespetuosas con el club es simplemente incorrecto. Ambas partes acordaron esta prórroga de dos años. Ambas partes sabían que estarían en esta posición a los pocos meses de firmar la renovación", añadió Baer-Hoffmann en su valoración del caso.
De tal modo, Mbappé tendría dos vías si no renueva: aceptar un traspaso (sea al Real Madrid o a un club puente para vestir de blanco en 2024) o mantenerse firme y cumplir el año que le queda en el PSG. En ambos supuestos él controlará lo que quiera hacer, incluso ante la amenaza del club galo de dejarle todo el año en la grada.
Denunciar al PSG
Esto último era explicado este martes por el abogado experto de derecho deportivo Mattia Grassani. "Mbappé se puede desvincular si los comportamientos no se limitan a una no convocatoria para un partido de liga y, en cambio, son una situación reiterada de falta de consideración hacia el jugador y aislamiento, debido a una razón absolutamente clara: su voluntad de no renovar", dijo en la televisión italiana.
"Cuando un jugador llega al último año de contrato, a cualquier nivel, la fase es crítica y el matrimonio se puede romper por culpa del uno o del otro. Si hasta el 13 de agosto a Mbappé se le impide desarrollar las actividades con el primer equipo, participar en los entrenamientos, en las reuniones con los entrenadores, ser parte de las convocatorias, existirán los requisitos para recurrir a la justicia deportiva de Francia", añadió.
"Mbappé se puede desvincular si hay una reiterada de falta de consideración y aislamiento"
Con el amparo de los sindicatos y la vía jurídica, Mbappé está ganando sin un gesto en público el pulso al PSG. Esto ocurre solo unos meses después de que el jugador cargara contra una campaña de captación de socios del club para la temporada 2023/2024 en la que se usó imagen. Sin embargo, cuando le grabaron las imágenes que luego fueron utilizadas en la campaña él no fue informado de que tendrían esa finalidad.
Los derechos de imagen son otra de las obsesiones en el 'clan Mbappé' y ya originaron el gran punto de debate en las negociaciones con el Real Madrid en 2022. Así también, el año pasado se negó a participar en varias acciones publicitarias de la FFF (Federación Francesa), que en ese caso eran de casas de apuestas deportivas y comida rápida. Ahora Kylian vuelve a la carga en pro de controlar su figura. Esta vez el asunto es aún mayor: su futuro.