El tiempo corre muy deprisa y el fútbol tiene muy poca memoria, pero si uno echa la vista atrás recordará una época dorada del Fútbol Club Barcelona. Aquel equipo, especialmente con Pep Guardiola en el banquillo, tenía un centro del campo que maravillaba en cada partido, que jugaba como los ángeles y que parecía insuperable.
Los Xavi Hernández, Iniesta, Keita, Yaya Touré o Sergio Busquets fueron durante muchas temporadas la envidia de cualquier club del planeta y el motor de sus equipos. Sin embargo, aquel ciclo, como todos en el deporte, llegó a su fin y poco a poco se fue abriendo una nueva era en la que el Real Madrid tenía mucho que decir.
Con los Modric, Casemiro o Kroos se fue forjando un tridente de época que quedará para siempre en la historia del conjunto blanco y del fútbol en general. A ellos, durante los últimos años se les han ido uniendo piezas como Fede Valverde, Tchouaméni, Camavinga y más recientemente Jude Bellingham para componer y seguir formando lo que todo el mundo coincide en señalar como el mejor centro del campo del planeta.
Si hay quien critica que la plantilla del Real Madrid está todavía incompleta porque le faltan piezas en la delantera, lo que no se puede cuestionar es que el equipo blanco va más que servido en la zona ancha. Tanto cuantitativamente como sobre todo cualitativamente, los merengues tienen un arsenal en esa zona del centro del campo con el que pueden gobernar cualquier partido.
Sin embargo, la coincidencia de tanta estrella, de tanto futbolista de una magia excelsa, también le puede dar unos cuantos quebraderos de cabeza a quien los tiene que alinear cada semana. Carlo Ancelotti tiene el reto de confeccionar un orden y establecer una jerarquía porque los puestos son limitados y los aspirantes son muchos. Es un técnico con talante que sabrá gestionar la situación, pero desde luego que no va a ser una tarea sencilla.
Los veteranos
El Real Madrid se salió con la suya con las renovaciones de Luka Modric y Toni Kroos. Son la vieja resistencia, porque a sus 37 y 33 años, respectivamente, cumplirán una temporada más en el Santiago Bernabéu, su casa.
Las actuaciones de ambos han tenido altibajos a lo largo de esta última temporada. En momentos importantes llegaron a mostrar alguna carencia, especialmente en el plano físico. La edad es algo más que un número en el deporte y la exigencia a estos niveles es máxima, así que su rendimiento les llegó a costar alguna que otra crítica e incluso se dijo que ya no podían jugar juntos en los partidos importantes.
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Sin embargo, Carlo Ancelotti demostró que para él siguen siendo dos piezas indispensables, insistió en sus alineaciones y la jugada le terminó saliendo bien porque los dos elevaron su nivel con el paso de los partidos. Con ellos cogiendo el timón en el centro del campo, el Real Madrid llegó hasta las semifinales de la Champions League y se proclamó campeón de la Copa del Rey.
Sin embargo, con un año más en las piernas de ambos se abre de nuevo la incertidumbre con respecto a la importancia que pueden llegar a tener este año en el equipo. Su calidad es indiscutible, pero hay otros compañeros con piernas más frescas a los que Carlo Ancelotti va a recurrir seguro y que incluso les podrían quitar el puesto de habituales titulares.
Camavinga o Tchouaméni
La temporada que viene de hacer Eduardo Camavinga es sencillamente espectacular. El francés ha demostrado una polivalencia extraordinaria porque Ancelotti apostó por él durante varios encuentros como lateral zurdo, pero lo cierto es que el galo no fichó por el Real Madrid para jugar en la defensa.
Es un portento físico, y en su segundo año como madridista ha demostrado saber medir mejor en algunas acciones en las que antes se precipitaba. Visto el nivel que puede ofrecer, parece complicado ahora mismo sacarle del once inicial aunque tan sólo tenga 20 años y sobre el papel haya otros por delante.
Otra situación que deberá gestionar Carlo Ancelotti será la de Aurélien Tchouaméni. Al ex del Mónaco le pasó por la derecha Camavinga de una forma brutal cuando era él quien llegaba, después de que el Real Madrid pagara 80 millones de euros en el pasado verano, como teórico hombre fuerte para apoyar a Kroos y Modric en el trivote.
Tchouaméni contó con menos minutos de los que le hubiera gustado, fue perdiendo protagonismo con el paso del tiempo y seguro que no quedó contento con su rendimiento. Ahora, no obstante, el míster debe encontrar la manera de encajarlo en el equipo y convertirlo en ese futbolista importante que tendría que ser.
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También está Fede Valverde, que fue de más a menos durante la temporada, aunque dejó claro que a su máximo nivel es un centrocampista imparable. La ventaja en este caso para Ancelotti es que el uruguayo también puede jugar en posiciones más adelantadas, donde el equipo está más falto de efectivos.
Quien parece que va a tener que luchar más que nadie para ir arañando minutos de donde pueda es Dani Ceballos. El andaluz decidió apostar por su continuidad en el Real Madrid renovando su contrato, y aunque es consciente de que tiene mucha gente por delante, él no va a parar de ponerle las cosas difíciles a su entrenador.
La llegada de Bellingham
Lo que puede cambiar todo es el fichaje de Jude Bellingham. El Real Madrid se ha hecho este verano con uno de los centrocampistas más prometedores de todo el planeta y, con tan sólo 19 años, vestirá de blanco en el Santiago Bernabéu. Sus actuaciones sobresalientes con el Dortmund o con Inglaterra llamaron la atención de toda Europa, así que Florentino Pérez supo atar a su nuevo tesoro.
Bellingham va a llegar como un soplo de aire fresco al Real Madrid y se va a encontrar con una competencia brutal. El inglés, eso sí, lo tiene muy claro y no llega para estar a la sombra de nadie sino que lo hace para liderar el juego del conjunto blanco como gran fichaje que es.
Necesitará un periodo de adaptación a la liga española, ya que llega procedente de la Bundesliga, pero ha demostrado ser capaz de hacer auténticas maravillas. Está claro, si no ocurre nada extraño, que un puesto en el centro del campo lleva su nombre escrito, así que a poco que mantenga su nivel va a ser muy complicado sacarle del once.
Muchas piezas, todas ellas válidas y a cada cual de más calidad, que plantean un auténtico rompecabezas a Carlo Ancelotti. El míster tendrá a su disposición un amplio abanico de opciones en cada encuentro para confeccionar su centro del campo, pero deberá lidiar con muchos aspectos que van más allá de lo deportivo para tener a todos enchufados y satisfechos.