Ya lo dijo un compatriota suyo hace unos días. "Vinicius va a estar ahí peleando por el Balón de Oro, creo que lo va a ganar", aseguró Neymar sobre su compañero de selección. Es tan sólo una de las voces autorizadas que creen firmemente que el futbolista del Real Madrid será, más tarde o más temprano, Balón de Oro y se convertirá en el futbolista más aclamado del momento.
Desde luego que el brasileño lo tiene prácticamente todo para ser uno de esos nombres que, año tras año, se cuelen entre los grandes favoritos a conseguir este prestigioso torneo. Es joven, tiene clase, desborde, gol, juega en un equipo grande que gana títulos importantes y se rodea de los mejores futbolistas del mundo. Desde luego que tiene toda la pinta de que, si sigue por su actual camino, Vinicius obtendrá este galardón y sumará su nombre a una lista en la que aparecen, entre muchos otros, Cristiano Ronaldo, Leo Messi o su compañero Karim Benzema.
En el Real Madrid saben que tienen un auténtico tesoro con este delantero y por eso lo miman al máximo. Saben que todavía tiene algunos detalles que pulir tanto en lo puramente futbolístico como un poco más allá, pero desde luego que en el Santiago Bernabéu son conscientes de que tienen a una de las mayores joyas del fútbol mundial que nada tiene que envidiar a otros hombres como Erling Haaland o Kylian Mbappé.
Sin embargo, la figura de Vinicius ha sido noticia esta temporada más allá de sus auténticas exhibiciones en el césped. El racismo ha sacudido de una forma lamentable al futbolista en diferentes campos que ha vistado a lo largo del curso, con el último episodio de Mestalla como punto álgido.
Y no sólo eso, sino que en varios partidos ha tenido que sufrir la actitud desafiante, quizás rozando los límites del reglamento, por parte de varios contrarios que han tratado de sacarle del partido con todo tipo de artimañas. Pese a ello, Vinicius ha demostrado tener una gran fortaleza mental y, salvo contadas excepciones, su rendimiento deportivo no se ha visto afectado.
El racismo
La xenofobia ha invadido en los últimos meses LaLiga. Los numerosos episodios de racismo que ha tenido que soportar Vinicius a lo largo de la temporada han encendido todas las alarmas y, aunque han desembocado en varias denuncias de la propia patronal, apenas han tenido consecuencias hasta la fecha más allá de algunas sanciones impuestas por los propios clubes.
El Valencia ha sido una de las entidades más ejemplares en ello, ya que anunció que expulsará de por vida a los aficionados identificados que le dedicaron una serie de insultos al jugador del Real Madrid tan sólo por su color de piel. El Valladolid también expulsó a diez abonados tras cazarlos insultando a Vinicius.
El brasileño ha sido objeto de comentarios xenófobos en el Camp Nou, el Metropolitano, Son Moix, el Benito Villamarín, el José Zorrilla, El Sadar y, por último, en Mestalla, siete estadios que representan una parte importante de LaLiga. El caso más sangrante fue el del campo del Valencia, donde Vinicius señaló directamente a un aficionado en la grada que le había llamado "mono".
En esta última ocasión, Vinicius terminó siendo expulsado y se marchó del campo totalmente fuera de sí. Este capítulo racista fue la gota que colmó el vaso y se fue haciendo gestos de "A Segunda" a la afición ché, algo que se le ha reprochado al brasileño. Sin embargo, pocas veces se ha visto al delantero tan cabreado y casi siempre siguió jugando al fútbol y siendo una figura capital para su equipo.
El juego de los rivales
Más allá de estos condenables actos xenófobos, Vinicius es un hombre de sangre caliente al que si le pinchan es muy probable que salte de alguna manera. Eso lo saben los rivales a los que se enfrenta y por ello despliegan todo su arsenal de triquiñuelas para tratar de descentrar al futbolista más desequilibrante del Real Madrid.
Su enfrentamiento con Maffeo en Mallorca tuvo mucha miga. Los encontronazos entre ambos jugadores en Son Moix fueron subidos de tono, con gestos de todo tipo, empujones y entradas duras. Una pelea que caldeó los ánimos de un encuentro en el que el Real Madrid terminó perdiendo.
Seguramente ese haya sido el cara a cara más intenso de toda la temporada al que ha tenido que enfrentarse Vinicius, pero han sido numerosos los rivales que han tratado de sacar de quicio al futbolista brasileño a lo largo del curso. Raíllo, en aquel mismo partido, fue otro de los que se encaró con el jugador del Real Madrid.
En más de una ocasión, el brasileño se ha quejado de la gran cantidad de faltas que recibía en cada partido. Sin embargo, las estadísticas dicen que es Vinicius el que ha visto la friolera de diez cartulinas amarillas en lo que va de temporada, algo que incluso ha levantado las protestas de Carlo Ancelotti, argumentando que es a quien pegan precisamente a quien más amonestan.
Pese a todos estos intentos por parte de los rivales de sacar del partido al delantero, Vinicius se ha mostrado en la mayoría de los encuentros muy fuerte mentalmente. Sus prestaciones futbolísticas, lejos de bajar, se mantuvieron y siguió encarando para generar peligro. La prueba son sus constantes desbordes por la banda y los diez goles anotados en La Liga, la competición en la que más sufrió estos ataques.
Vinicius tiene unas condiciones prodigiosas para triunfar en el fútbol como lo está haciendo, pero sobre todo ha demostrado una fortaleza mental difícil de comparar que le hace mantener su mejor versión en los momentos más complicados.