El fútbol español no atraviesa un buen momento. Si en lo puramente deportivo el Real Madrid todavía es campeón de la Champions League y llegó hasta las semifinales en la presente edición, y el Sevilla está en una nueva final de la Europa League, en otros planos la imagen del balompié nacional está realmente por los suelos.
El último episodio racista que sufrió Vinicius en el partido entre el Valencia y el Real Madrid en Mestalla ha hecho saltar todo por los aires. Los insultos que le propinaron fuera y dentro del estadio, tanto antes como después del encuentro, con los que le llamaban entre otras cosas "mono", han destapado las vergüenzas del fútbol español y han hecho retroceder al país varios años atrás.
LaLiga y su imagen son objeto de debate no sólo en España, sino especialmente en el extranjero donde no dan crédito a lo que viene sucediendo esta temporada una y otra vez. En países como Brasil se habla incluso, como comentó el propio Vinicius, de que España es una nación racista, y la gran cantidad de episodios que se han vivido a lo largo de los últimos meses cargan de razones a los que sostienen una afirmación tan demoledora.
Vinicius no es el único que ha tenido que soportar a los racistas en los distintos campos que visitaba, aunque sí que es quién más lo ha sufrido. Otros jugadores como Samu Chukwueze, del Villarreal, o los hermanos Williams en el Athletic Club, también han sido objeto de ira en diferentes estadios de LaLiga.
A todos estos capítulos se le suma el mayor escándalo de la historia del deporte español con el destape del 'caso Negreira'. El pago millonario del FC Barcelona al vicepresidente de los árbitros durante casi dos décadas activó todas las alarmas y abochornó al fútbol español. Eso, por no hablar de la intolerancia en los derbis de la ciudad condal al no dejar pasar a aficionados visitantes con distintivos de su equipo, la invasión de campo en el RCDE Stadium o el hincha del Atlético de Madrid al que le quitaron una bandera de su equipo en el Camp Nou.
El racismo y LaLiga
Vinicius lo ha comentado en varias ocasiones y cada vez que sufre un nuevo episodio se carga más de razón, LaLiga y España tienen un serio problema con el racismo. Una lacra que parecía haber quedado prácticamente desterrada de los campos de fútbol nacionales se ha vuelto a disparar en los últimos meses especialmente en torno a la figura del futbolista del Real Madrid.
Vinicius ha tenido que soportar incidentes de índole racista en siete estadios diferentes. El Camp Nou, el Metropolitano, Son Moix, el Benito Villamarín, el José Zorrilla, El Sadar y ahora Mestalla son lugares en los que el brasileño ha sufrido insultos tan sólo por tener un color de piel distinto.
El problema es claro cuando LaLiga ha tenido que formalizar en lo que va de temporada hasta nueve denuncias por cánticos, insultos y gestos racistas. Ocho de ellas han tenido a Vinicius como víctima, mientras que en la otra el agredido fue Samu Chukwueze, el delantero del Villarreal.
Pero todo va más allá. Los hermanos Williams, en el Athletic Club, han tenido que soportar el racismo en diferentes estadios y hasta Nico, el menor, se cerró sus redes sociales ante la gran cantidad de insultos que recibió en un momento determinado de la temporada.
[Vinicius retrata su infierno con un vídeo de los ataques racistas sufridos: "Es inhumano"]
También está el lamentable episodio que se dio en la previa del derbi madrileño de la Copa del Rey. Algunos radicales del Atlético de Madrid colgaron y ahorcaron de un puente un muñeco que representaba a Vinicius cerca de la ciudad deportiva del Real Madrid. Constantes brotes de racismo y de odio.
El 'caso Negreira'
La imagen del fútbol español que se proyecta al exterior durante los últimos meses dista mucho de ser digna. Los escándalos se han ido agolpando y todo estalló por los aires con el destape del 'caso Negreira'. El hecho de que el Fútbol Club Barcelona pagara cantidades millonarias y con varios presidentes diferentes a José María Enríquez Negreira, el vicepresidente del Comité Técnico Arbitral, durante casi dos décadas escamó al mundo entero.
El foco de la duda se puso sobre una de las entidades más importantes del fútbol español, y a medida que se fueron conociendo detalles la trama resultaba más enrevesada. Unos informes inexistentes o la filtración de información muy cercana al estamento arbitral hicieron que muchos clubes se sintieran perjudicados. Incluso el Real Madrid pidió personarse como acusación particular en este caso.
[El Barça pide ser acusación además de investigado en el 'caso Negreira']
La escasez de respuestas claras y explicativas por parte del Fútbol Club Barcelona y el discurso victimista adoptado por Joan Laporta, su presidente, generó todavía muchas más dudas. Además, la UEFA abrió una investigación sobre este caso ante lo que consideraba un hecho muy grave e injustificable. Estas pesquisas están pendientes de resolución pero podrían desembocar en la expulsión del Barça de la próxima edición de la Champions League.
La intolerancia
Hay otros hechos que se han producido a lo largo de esta temporada y que no hacen sino abochornar al fútbol español incluso más allá de sus fronteras. Uno de esos ejemplos es la intolerancia del FC Barcelona a la hora de dejar pasar a aficionados visitantes con los distintivos de su equipo.
El club culé alega motivos de seguridad en partidos que están declarados de alto riesgo, pero en otros estadios y en otras categorías los aficionados se mezclan en la grada sin que suceda absolutamente nada. Esta polémica alcanzó su máximo esplendor en el derbi catalán contra el RCD Espanyol. La entidad presidida por Joan Laporta no dejó pasar a ningún aficionado perico con sus prendas blanquiazules más allá de la zona reservada exclusivamente para los hinchas visitantes. El Espanyol hizo la misma jugarreta en el partido de vuelta.
También en el Camp Nou se pudo ver hace unas semanas cómo un aficionado del Atlético de Madrid era asaltado por lucir en uno de los anfiteatros del estadio una bandera española con el escudo del club colchonero. Un hincha culé se acercó hasta la bandera, la retiró y zarandeó al atlético ante los aplausos de varias personas que se encontraban a su lado.
La otra imagen que más recientemente ha abochornado al fútbol español fue la invasión de campo por parte de los ultras del RCD Espanyol. Mientras el Barça festejaba con normalidad el título de Liga sobre el césped, varios radicales decidieron tomar el terreno de juego y obligaron a los culés a marcharse al vestuario corriendo para evitar cualquier tipo de agresión.
El lanzamiento de sillas, vallas y objetos varios contra las fuerzas de seguridad y la sensación de caos que se vivió durante varios minutos fue algo que dio la vuelta al mundo y que recordó a épocas pasadas. Habrá sanciones ejemplares por ello.
Además, el clima constante de crispación contra los árbitros, especialmente por la manera de utilizar el VAR, o algunas agresiones contra los colegiados en el fútbol base que han tenido lugar a lo largo de esta campaña dejan al balompié español muy tocado en los últimos tiempos.