Cada partido fuera de casa en Liga es una continua guerra para Vinicius. Los rivales le buscan, los aficionados le insultan y desafían y los árbitros no hacen por protegerle. Este martes en Girona, el brasileño se revolvió de nuevo. El debate postpartido se centró en si le debieron expulsar por sus roces y protestas y no en lo que recibió.
Vinicius podrá enfadarse, pero no por ello juega peor. En Montilivi fue el mejor del equipo blanco con un gol, el primero como visitante en esta Liga desde la jornada 3, y una asistencia a Lucas Vázquez en el 85'. No dejó de pisar el acelerador de principio a fin, aunque por el camino se enredó en algún momento.
Tras el partido, Vinicius estalló. Porque las comparaciones son odiosas y en Liga, con la de ayer, ya ha visto esta temporada nueve amarillas (una cada tres partidos), mientras en Champions League solo una en diez encuentros que ha jugado. Apunta contra los árbitros y el ambiente hostil que vive casi en cada visita a un estadio español.
Vinicius fue conciso en su protesta. Lo hizo a través de las redes, reposteando una publicación y añadiendo él algo: "LaLiga". Solo con eso lo dijo todo sobre su hartazgo. En el post se denunciaba la jugada en la que Santi Bueno le metió un pelotazo cuando estaba en el suelo, se levantó para protestar y vio la amarilla. El feo gesto rival quedó impune.
Vio antes la amarilla que su 'pareja de baile', Arnau Martínez, que casi le lesionó en la primera parte del encuentro y llevó el duelo con el brasileño al 'barro'. Iglesias Villanueva solo pitó tres faltas cometidas sobre Vinicius, aunque en total el jugador del Madrid protagonizó en torno a 30 duelos individuales.
Vinicius se encaró con la grada cuando marcó el gol. Se frotó con la mano el parche de campeón del mundo, imitando aquel gesto recordado de Cristiano Ronaldo y que no es la primera vez que hace esta temporada. Antes le habían dedicado cánticos provocadores, como "Vinicius, qué malo eres, qué malo eres". Hasta los recogepelotas le quisieron incomodar 'jugando' a no darle la pelota.
Es una lucha constante la que vive Vinicius, que no se calla. Sus compañeros y Ancelotti le tratan de frenar a veces, pero el brasileño se carga de razones para alzar la voz. En LaLiga es, de lejos, el futbolista que más faltas recibe (3,9 por partido), cuando en Champions la cifra cae drásticamente (2,2). Algo pasa.
Elogios de Míchel
Míchel, entrenador del Girona, rompió una lanza a favor de Vinicius: "En la jugada de la amarilla le dije que es muy bueno, que por eso teníamos que hacerle faltas". Dirigió más halagos hacia la estrella del Madrid tras el partido: "Es un jugador increíble. Es capaz él solo de hundirte, de que ocho jugadores tuyos tengan que replegarse cuando él arranca. Creo que, menos en un par ocasiones, hemos sido capaces de controlarle bien gracias a Arnau Martínez, que tiene solo 19 años, pero es muy inteligente, y las ayuda", dijo.
"Cuando Vinícius vio la amarilla, le dije a Arnau que no se iba a desconectar. No lo hace nunca, aunque puede que por sus gestos parezca otra cosa, pero Vinicius sigue metido en el partido. No para de desafiarte, de lanzarse en carrera. No sé la cantidad de esfuerzos que puede hacer en un partido. Te obliga muchísimo durante todo el partido", añadió.