Con dos hat-tricks en cuatro días, el mejor Karim Benzema ha vuelto. Sus seis goles ante el Valladolid y el Barcelona han recuperado la versión Balón de Oro del '9' del Real Madrid. Ocurre en un momento del año importante para él, que atañe también a su vida fuera de los terrenos de juego, y es el mes de Ramadán que inició el pasado 22 de marzo.
Sigue habiendo muchos clichés en el mundo del deporte en relación al Ramadán, nombre que recibe el noveno mes del calendario musulmán e implica un estricto ayuno para los practicantes al tratarse de un periodo temporal sagrado. Benzema, de orígenes argelinos, profesa la fe del islam.
En el vestuario del Real Madrid, alucinan estas semanas con Benzema. Antonio Rüdiger, también musulmán y practicante del Ramadán, le ha apodado cariñosamente "Karim Ramadán". Eso es porque ya la temporada pasada dio su mejor rendimiento durante este periodo y lo está volviendo a hacer, rompiendo con los estigmas sobre esta conmemoración milenaria y el deporte.
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De cara al número de abril de 2022 de la revista Esquire, a Benzema le preguntaron qué impacto tenía el Ramadán en su vida profesional: "No tiene. El Ramadán es parte de mi vida y mi religión hace que el Ramadán sea una obligación. Para mí es muy importante y me siento bien cuando estoy en ayunas", decía.
Aquel mes, Benzema reafirmó sus palabras con actos. En ocho partidos (cinco de Liga y tres de Champions League) marcó diez goles, entre ellos algunos de suma importancia como los tres al Chelsea en Stamford Bridge, otro que hizo a los blues en el Santiago Bernabéu y sus dos tantos al City en Mánchester. La Champions de los milagros del Madrid no se hubiera dado sin esta versión del delantero francés.
El calendario islámico se basa en el ciclo lunar y eso significa que la rotación del Ramadán cada año se adelanta en torno a diez días. En 2022 dio inicio el 1 de abril (y duró hasta el 1 de mayo) y este lo hizo el pasado día 22, finalizando el próximo 21 de abril. En los dos primeros partidos que Benzema ha jugado, su saldo ha sido de seis goles.
Es la mejor noticia para el Real Madrid, que antes de que haya acabado el Ramadán jugará tres partidos más. Dos de ellos son los de la eliminatoria de cuartos de final de Champions contra el Chelsea (12 y 18 de abril).
El caso de Benzema es el que mejor visibiliza que los deportistas pueden seguir rindiendo con normalidad mientras practican el Ramadán. No ha sido hasta estos últimos dos-tres años cuando el ciclo ha coincidido con un periodo en el que deportes como el fútbol o el baloncesto atraviesan un momento crucial de la temporada. El '9' del Madrid se ha mantenido como el mejor de su equipo y, probablemente, del mundo.
Hay que tener en cuenta que el Ramadán altera los patrones normales de ingesta de alimentos y sueño. Los más ortodoxos, incluso, ni siquiera ingieren líquidos durante las horas de luz del día. También están prohibidas mientras no caiga la noche las relaciones sexuales y hasta cualquier otra actividad física -no en caso de los deportistas- que pueda desviar la atención de la meditación y la oración.
A las 05:00 horas de la madrugada suena el despertador y la comunidad musulmana se levanta para aprovechar las últimas horas de oscuridad para hacer la primera ingesta del día, el Suhoor. Conviene que sea una comida rica en nutrientes y mucho líquido porque ya no podrán ni comer ni beber nada hasta que se ponga el sol. Cuando amanezca recibirán el nuevo día con el Fajr, la oración del alba. Será la primera vez de cinco que se coloquen en el suelo sobre una alfombra para rezar orientados hacia La Meca.
En cualquier caso, los días de partido la mayoría de futbolistas rompen el ayuno -Benzema suele comer dátiles-. En cualquier caso, tratan de remendarlo estando muy focalizados leyendo mucho El Corán y rezando. En la ingesta nocturna recomiendan empezar bebiendo muy poco a poco para recomponerse de la deshidratación tras estar todo el día sin beber agua. También deben comer con paciencia y lentamente para evitar el empache.
Estudio sobre futbolistas y Ramadán
La empresa británica Taylor & Francis hizo en 2008 una investigación, en colaboración con el Centro de Evaluación e Investigación Médica de la FIFA (F-MARC) y de la Federación Tunecina de Fútbol, sobre la influencia del Ramadán en el rendimiento físico de futbolistas jóvenes musulmanes.
Se escogieron a 85 futbolistas de en torno a 18 años, los cuales eligieron ayunar o no hacerlo durante las cuatro semanas de Ramadán. Fueron divididos al azar en dos equipos (día y tarde) y realizaron las mismas pruebas tres semanas antes de iniciar el Ramadán y durante la segunda y cuarta semana de este. Del total, también se evaluó a 45 jugadores tres semanas después del Ramadán. El resultado mostró que ninguna de las variables principales del rendimiento físico (velocidad, potencia, agilidad, resistencia y habilidades de pase y regate) se vio afectada negativamente por el Ramadán.
Esto se da, principalmente, porque el organismo de una persona entrenada, como son los futbolistas, afronta la carencia de alimentos de otra manera a la de una persona 'normal'. Su metabolismo basal cuenta con una mayor eficiencia en la producción de energía y responde mejor al estrés físico, señalan fuentes médicas al ser cuestionadas por este diario.
En el caso de Benzema, se trata de un futbolista que se ha focalizado desde hace años en cuidar su cuerpo mediante una estricta dieta y una marcada rutina de trabajo físico para minimizar el riesgo de lesiones. Así se explica, por ejemplo, que su primer Balón de Oro le llegara el pasado octubre, a dos meses de cumplir los 35 años.
En el cuerpo técnico miran con asombro lo de Benzema otra vez en esta época del año. En una temporada en la que ha tenido hasta seis lesiones, se tomó el reciente parón de selecciones como una minipretemporada. Vuelve "Karim Ramadán", un ejemplo dentro y fuera del campo.
A pesar de todo, muchos futbolistas musulmanes siguen teniendo que enfrentarse a prejuicios durante el Ramadán. En Francia, la liga de las grandes donde mayor porcentaje de jugadores practicantes del islam hay, la Federación (FFF) no ha permitido a los árbitros pausar los partidos para romper el ayuno y Antoine Kombouaré -entrenador del Nantes- ha apartado al internacional argelino Jaouen Hadjam por su elección de ayunar incluidos los días de partido.