La rivalidad entre el Real Madrid y el FC Barcelona es una de las más dilatadas y repetidas en la historia del fútbol. Los dos grandes de España han llevado sus enfrentamientos fuera de los límites del país y se han convertido también en los dos clubes más poderosos y con mayor tradición de Europa. Por eso, cada vez que hay un Clásico, el mundo se detiene durante dos horas. Y se pone en ebullición durante los días previos y posteriores.
Este miércoles, los dos clubes se miden en la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey. Un duelo que decidirá quién se enfrentará a Osasuna en la final del segundo torneo nacional. Y que puede marcar de manera notable la temporada para ambos equipos. Los blancos necesitan quedarse a un solo partido del título que más cercano tienen y así ganar moral para la Champions.
Por su parte, el Barça buscará dar la enésima puntilla de la temporada a los de Ancelotti para dejarles sin otra opción de ganar un título como ya hicieron en la Supercopa de España y como llevan haciendo en La Liga los últimos meses. Los de Xavi Hernández llegan con ventaja de la ida, cuando consiguieron tomar el Santiago Bernabéu gracias a un gol fruto de varios rebotes y una gran carambola.
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El Real Madrid llega en una situación delicada por culpa de este marcador. Sin embargo, no solo tendrá que hacer frente a esto, tendrá que luchar también contra la historia. Más concretamente, contra su propia historia. Blancos y azulgranas se han enfrentado en trece ocasiones en la Copa del Rey en eliminatorias a doble partido y, en la mayoría de sus enfrentamientos, la suerte ha sonreído a los culés, especialmente cuando consiguieron ventaja en la ida a domicilio.
De esas trece eliminatorias, cuatro arrancaron como ha sucedido en esta ocasión, con el Barça venciendo en el Santiago Bernabéu. De todas ellas, el Real Madrid solo consiguió darle la vuelta a la situación en una. El Barça consiguió repetir el triunfo de la ida en dos ocasiones más. Y en la otra, empató y obtuvo igualmente el pase.
Ancelotti realiza un gesto desde el banquillo frente al Valladolid.
Por lo tanto, solo existe un precedente positivo para el Real Madrid en este tipo de situaciones. Fue la remontada conseguida en el año 1962. Un pase que se logró hace más de seis décadas y al que los de Carlo Ancelotti deben agarrarse si quieren estar en la próxima final de la Copa del Rey.
La remontada de 1962
En aquella ocasión, un gol de Eulogio Martínez dio la victoria al Barça en el Santiago Bernabéu. A aquel equipo culé lo entrenaba una leyenda de los terrenos de juego como Ladislao Kubala. A la semana siguiente, el Real Madrid de Di Stéfano, Gento y Puskas consiguió la ansiada remontada y dejó al FC Barcelona fuera de las semifinales de la Copa.
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El Real Madrid fracasó en su primer intento de remontada en el año 1926 y lo volvió a hacer en 1956. Después sí llegó esa remontada de 1962. Y el último precedente de victoria azulgrana en un partido de ida de eliminatoria de Copa fue en 2012, en la época de Mourinho y Guardiola, cuando los culés ganaron 1-2 en el Bernabéu para después firmar un 2-2 en el choque de vuelta.
Ahora, el Real Madrid se agarra al espíritu de las históricas remontadas para dar un golpe encima de la mesa y se inspira en aquella conseguida en el año 1962, el único precedente favorable que tienen los blancos para seguir soñando.