El favoritismo en la eliminatoria había caído por completo del lado del Fútbol Club Barcelona. Jugaba en casa, lo hacía con la ventaja obtenida en el Santiago Bernabéu y le tenía la moral comida al Real Madrid después de haber ganado los últimos tres Clásicos. Los blancos llegaban con más presión que nunca, sin margen de error y con la temporada pendiendo de un hilo, pero cuando se trata de remontar no hay un equipo en el mundo que se desenvuelva mejor. [FC Barcelona 0-4 Real Madrid: narración y goleadores]

El Real Madrid asaltó el Camp Nou en el partido de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey y jugará una final de esta competición nueve años después. Los de Ancelotti ganaron a lo grande, con un resultado de los que hacen daño, enmudeciendo la casa del eterno rival y con una sensación de superioridad en la segunda parte que deja muy tocado al Barça.

El gol de Vinicius en el final de la primera mitad fue decisivo para la eliminatoria. El Barça se descosió en la segunda parte de una forma increíble y el Madrid campó a sus anchas por los cuatro costados del Camp Nou. Benzema completó su exhibición con un hat-trick impresionante y los blancos se convirtieron en una apisonadora que aplastó a un equipo de Xavi Hernández completamente desdibujado. 

El Barça aprieta

El que tenía la necesidad de ir a ganar era el Real Madrid. El que tenía que remontar un marcador adverso de la ida era el conjunto blanco. Y el que había perdido los últimos tres Clásicos de manera consecutiva era el equipo de Carlo Ancelotti. Por esos tres motivos se podía pensar que el Real Madrid iba a mostrar su cara más ambiciosa desde el arranque en el Camp Nou, pero ya lo dijo su entrenador en la previa, no se iban a volver locos.

El Barça empujó con ímpetu en los instantes iniciales. La intensidad de Gavi, las llegadas peligrosas de Balde por la banda y el desborde de Raphinha fueron argumentos más que suficientes como para poner en aprietos al Real Madrid. Camavinga despejó el primer acercamiento de Raphinha y acto seguido Alaba contactó el balón con la mano dentro del área. La tenía apoyada en el suelo, así que aunque el toque fue claro no fue penalizado con buen criterio. 

Sólo habían pasado tres minutos de juego y los blancos ya estaban achicando agua en el Camp Nou. Camavinga arriesgaba demasiado en la salida del balón y Valverde tampoco estaba acertado, así que se sucedían las pérdidas peligrosas. Casi entre gritos unánimes de "Messi, Messi" por parte de la afición culé pidiendo el regreso del argentino, llegó la primera llegada de los visitantes. 

Valverde le puso balón en profundidad a Rodrygo para que corriera y ganara a Marcos Alonso en velocidad. El brasileño puso un centro medido al segundo palo pero su compatriota Vinicius no pudo rematar con claridad ante la oposición de Araújo. La réplica la puso Raphinha, el mejor del Barcelona en el arranque junto con un sorprendente Kessie, con un cabezazo a las manos de Courtois. 

En el ecuador de esta primera mitad saltaron las chispas entre Vinicius y Gavi, con ambos enfrentándose y el futbolista del Barça fuera de sí, teniendo que ser agarrado, porque quería lanzarse a por el brasileño. Tarjeta amarilla para cada uno y a jugar dijo Martínez Munuera

Vinicius celebra su gol contra el Barça. REUTERS

El partido se fue enfangando. Los porteros vivían tranquilos, pero quedaba la traca final del último minuto. Balde puso un centro precioso para el remate acrobático de Lewandowski. Su disparo obligó a brillar a Courtois con un paradón increíble que salvó al Madrid de la quema.

Entonces llegó el contraataque. Rodrygo le ganó la partida a Marcos Alonso (vaya noche) y entre Vinicius y Benzema hicieron el resto. La asistencia del francés permitió al brasileño definir en el área para hacer el primero con suspense, porque Koundé se cruzó en el camino y el francés remachó en la línea de gol, quizás con el balón ya dentro. 

El torbellino blanco

Ese gol al filo del descanso lo cambió todo. Se dice que siempre es un golpe psicológico, pero en esta ocasión tuvo un efecto devastador. Todavía estaba el Barça tratando de asimilar que iba por debajo en el marcador cuando llegó el golpe definitivo. Modric robó el balón pegado a la banda, comenzó a sortear rivales y sirvió a Benzema en la frontal del área. El francés, que por algo es Balón de Oro, dio un pase precioso a la red para hacer el segundo gol del partido sin que Ter Stegen pudiera evitarlo.

El Real Madrid mandaba ya no sólo en el marcador del partido, sino también en el global de la eliminatoria. Los de Xavi Hernández no se esperaban aquel escenario y se descosieron por completo. Una tímida reacción con los acercamientos de Balde y Raphinha hizo soñar al Camp Nou, pero entonces llegó otro golpe blanco. Kessie pisó de forma clara a Vinicius dentro del área y Munuera Montero lo vio claro, aquello era penalti. 

La celebración de Benzema después de uno de sus goles. REUTERS

Apenas hubo protestas por parte de los futbolistas del Barça, que sabían que la pena máxima era irrevocable y manifiesta. Benzema cogió el balón, asumió la responsabilidad y se encargó de transformar con mucha tranquilidad desde los 11 metros. 

La eliminatoria estaba muerta, completamente decidida a favor del Real Madrid y todavía quedaba media hora de partido por delante. Los de Ancelotti se gustaron y por momentos hicieron lo que quisieron sobre el terreno de juego. Xavi movió el banquillo con medidas desesperadas pero no hubo manera. 

Celebración en grupo de los jugadores del Madrid. REUTERS

Los minutos que quedaban fueron un completo baile del Real Madrid, que campó a sus anchas por todos y cada uno de los centímetros del Camp Nou. Rodrygo o Marco Asensio estuvieron muy cerca de ampliar el marcador. Lo consiguió Benzema, que firmó su segundo hat-trick en la misma semana, tras una contra perfectamente llevada por Vinicius, asistencia de fantasía incluida. 

Fueron cuatro goles, pero el marcador bien pudo haber sido todavía más amplio. No le importó al Real Madrid, que recuperó sensaciones, humilló al eterno rival en su casa y se asegura pelear por un nuevo título esta temporada.

FC Barcelona 0-4 Real Madrid

Barcelona: Ter Stegen; Araujo, Koundé, Marcos Alonso (Eric García, min.66), Balde; Sergio Busquets, Sergi Roberto, Kessie (Ansu Fati, min.59), Gavi; Raphinha (Ferran Torres, min.66) y Lewandowski.



Real Madrid: Courtois; Carvajal, Militao, Alaba, Camavinga; Kroos, Modric, Fede Valverde (Tchouaméni, min.85); Rodrygo (Marco Asensio, min.74), Vinícius (Ceballos, min.85) y Benzema (Nacho, min.88).



Goles: 0-1, min.45: Vinícius. 0-2, min.50: Benzema. 0-3, min.58: Benzema, de penalti. 0-4, min.81: Benzema.



Árbitro: Juan Martínez Munuera (Colegio Valenciano). Amonestó a Sergi Roberto (min.10), al técnico Xavi Hernández (min.15), a Gavi (min.26), Vinícius (min.26), Carvajal (min.71), Ferran (min.76), Alaba (min.86), Balde (min.86) Militao (min.87), Ansu Fati (min.91).



Incidencias: Partido de vuelta de la semifinal de la Copa del Rey disputado en el Camp Nou ante 94.902 espectadores. Antes del partido, el equipo de fútbol sala salto al césped para ofrecer la Copa del Rey conquistada el pasado fin de semana. Asimismo, Àlex Roca, que recientemente se convirtió en el primer atleta con una discapacidad del 76% en completar un maratón, realizó el saque de honor.