Último Clásico de la temporada, que además decidirá quién entre Barcelona y Real Madrid disputa la final de la Copa del Rey del próximo 6 de mayo en Sevilla. Defienden los azulgrana en su casa una ventaja favorable cosechada en la ida (0-1) y llegan con el impulso de haber ganado sus últimos tres duelos al eterno rival. Sin embargo, Xavi Hernández ve todavía a los de Carlo Ancelotti como favoritos para pasar.
Parte importante de las aspiraciones de cada equipo pasa por el plan tejido por sus entrenadores. Ancelotti, que ganó con el Madrid la primera vez que se midió en el banquillo a Xavi, golpeó primero, pero el técnico catalán ha sabido darle la vuelta a la tortilla ganando los últimos tres Clásicos.
Por tanto, es hora de analizar cómo dio Xavi con la tecla en su pizarra para lograr una superioridad respecto al Madrid y qué medidas puede tomar Ancelotti para remontar la eliminatoria copera y, de paso, dar un nuevo golpe de autoridad.
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Xavi, sin 'pulcritud'
Xavi no puede tener demasiadas dudas con su equipo para El Clásico porque tiene cuatro bajas que lo condicionan todo. No jugarán por lesión Pedri, Dembélé, Frenkie de Jong y Christensen. En una situación normal, los cuatro serían titulares como ya lo fueron en el 1-3 de la final de la Supercopa de España. Aquel día se inició la racha de victorias que ha mantenido hasta ahora el equipo culé.
Xavi no tendrá a De Jong para controlar el juego por dentro junto a Busquets -en Yeda hicieron juntos más del doble de pases buenos que Modric y Kroos- ni a Pedri entre líneas. "Sin ellos seremos menos pulcros", admitía en rueda de prensa el técnico catalán.
Sí es de esperar que mantenga a Gavi como cuarto centrocampista o tercer delantero, según la situación, para ayudar en una presión. El canterano se coronó, sobre todo, en la Supercopa marcando un gol y dando dos asistencias. Xavi, ante los medios, no quiso dar por seguro que Gavi vaya a caer al extremo por cuarto Clásico seguido: "Juguemos con un centrocampista natural en la banda o no, la idea es la misma".
La baja de Christensen rompe, en parte, el bloque defensivo que mejor le ha funcionado a Xavi. El danés, junto a Araújo y Koundé, fue clave para que el Madrid no pudiera correr en la final de la Supercopa, pero sobre todo por su lectura de pases. Sin él, se pierde más de esa 'pulcritud' de la que habla Xavi. Araújo, por su parte, es fundamental de medirse de tú a tú a Vinicius, el jugador con más peligro de los blancos.
La baja de Christensen se suplirá con Marcos Alonso o Eric García, quien ha encontrado un nuevo sitio para él como pivote. En el centro del campo podrían acompañar a Busquets los dos héroes inesperados del Clásico de Liga: Sergi Roberto y Kessié. El buen papel de ambos, que hasta hace poco no eran más que jugadores apartados, da garantías a Xavi en una situación incómoda por las bajas.
Y, por supuesto, la última clave del Barça estará en su '9', Lewandowski. "Robert entiende muy bien el juego posicional como lo jugamos nosotros", decía Xavi sobre él. En el último Clásico sumó más fuera del área que dentro, pero ni siquiera en el caso del polaco los son todo los goles. Por si acaso, ahí está también Raphinha que ya decidió recientemente con dos goles las victorias ante Valencia y Athletic en Liga.
Más control en el Madrid
Ancelotti tiene más dudas/alternativas para su once y así lo ha dicho en los últimos días: "Es muy difícil elegir". Desde que su plan naufragara en El Clásico de la Supercopa, el Madrid ha ido hacia arriba en los dos siguientes duelos contra el Barça en los que, sin embargo, el resultado tampoco ha acompañado: "Nos toca ganar a nosotros", desafió este martes el italiano.
Es por eso que Ancelotti no quiere hablar de revolución ni tampoco Xavi la espera ("Ya nos conocemos mucho como para que haya sorpresas"). No habrá cambio de esquema en los blancos, es decir, saldrá con el 4-3-3 y no el 4-2-3-1 que tan bien le funcionó ante el Valladolid (6-0), pero que parece reservado para rivales que se encierran.
El Madrid, sin embargo, podrá variar en función de lo atrás que parta el Barça si no logra controlar el balón. Salir con Tchouaméni-Camavinga permitiría armar un doble pivote y, sacrificando a Kroos, adelantar a Modric a la posición de '10'. "La idea es no volverse locos para marcar", avisó Ancelotti por lo que todo se rige en el control.
Ancelotti ha aprendido la lección y sabe que a este Barça es mejor no darle la pelota. Toca variar el plan en torno a eso, sea con Camavinga en espacios cortos o regresando a Valverde a su posición natural, al mediocampo, para dar presencia a Rodrygo arriba. El brasileño fue el jugador que más pases hacia el área culé dio en el último Clásico, aunque el italiano valora mucho lo que aporta saliendo desde el banquillo cuando los defensas están menos frescos. Este es, además, un partido que se puede ir a la prórroga.
Xavi dijo que espera un Madrid "agresivo". Las presiones serán fundamentales, igual que lo tiene que ser acompañar a Vinicius en ataque cuando se tiene el balón. Es el foco de peligro principal y, aunque en la anterior visita al Camp Nou no sufrió tanto frente a Araújo, será el más buscado por los defensores culés.
Confirmar la mejoría de Benzema tras su hat-trick al Valladolid sería la mejor noticia. Con el francés lúcido, el plan de Ancelotti es más fácil de cumplir. El '9' es quien ha de dar sentido a todo, con sus apoyos a Vinicius y su factor diferencial dentro del área. Si Ancelotti insiste en su esquema de siempre, como ha anunciado, Karim es la clave.