El derbi entre Real Madrid y Atlético de Madrid del pasado sábado estuvo marcado por una jugada: el codazo de Ángel Correa a Antonio Rüdiger que se saldó con la expulsión por roja directa del delantero argentino. Si bien el reglamento lo deja claro en este tipo de acciones, tras el partido se sucedieron las quejas rojiblancas.
Uno de los más activos fue Diego Pablo Simeone. El técnico colchonero protestó cuando tuvo el micrófono delante, asegurando que si se expulsa a un jugador por acciones así "no quedaría ninguno en el campo". Además, remarcó que el contacto no fue "tan violento" como para que un jugador de 1,94 metros cayera "desmayado".
Simeone no ocultó su enfado. Seguramente por ello se dio luego la escena que quedó retratada por las cámaras de La Sexta. Cuando el técnico argentino abandonaba el Santiago Bernabéu, se produjo un cruce de miradas de lo más tenso con Rüdiger.
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La escena apenas deja lugar a dudas. Simeone baja unas escaleras hacia zona mixta acompañado de miembros del equipo de comunicación del Atleti y uno de sus ayudantes, Gustavo López. Nada más bajar, gira la cabeza y mantiene la mirada en un punto fijo mientras se muerde el labio inferior.
Detrás baja Mario Hermoso y una persona de seguridad del club. No es ahí hacia donde dirige su mirada Simeone, sino detrás. Quien aparece entonces es Rüdiger, que al bajar las escaleras repite el gesto del Cholo hacia donde este se ha dirigido. En su rosto, sin embargo, aparece una sonrisa desafiante. La polémica del derbi se trasladó a los entresijos del Bernabéu.
Simeone declaró lo siguiente sobre la roja en DAZN: "Puede ser amarilla, pero si expulsas a un jugador por esa situación no quedarían jugadores en el campo. En nuestro caso se está haciendo normal y sería bueno que pudiéramos competir todos de la misma manera", explicó primero.
La protesta de Simeone
Luego en rueda de prensa amplió su opinión: "Esto es como los penaltis, hasta qué punto la jugada te dice si el contacto es tan agresivo para que sea penal o no. Son decisiones. Nos tocó una vez más no tener a favor nuestro este tipo de jugadas. Necesitamos ayudar para que podamos competir todos de la misma manera. Y el VAR nos permite encima tener la posibilidad de ver la jugada", añadió.
"Son jugadas que se pueden resolver mejor. Tenemos el VAR, hay un montón de gente ayudando y esperemos que sea mejor para todos, porque todos necesitamos competir de la mejor manera", continuó Simeone, que recordó las expulsiones que ha sufrido el Atlético en los tres derbis más recientes ante el Real Madrid.
"Hoy la de Correa la entendieron de esa manera. Ustedes lo ven. Hay cosas que son muy claras", agregó el técnico argentino, que apuntó: "Yo creo en la gente que trabaja, no tengo ninguna duda, y hay ayudas desde el VAR. Está el VAR para tener una ayuda más al árbitro que está en el campo. Está el cuarto árbitro, el línea... Hay un montón de situaciones que pueden ayudar, pero entiendo que también nos podemos equivocar. Nos equivocamos los entrenadores, los futbolistas, los árbitros... Sigo diciendo: menos mal que está el VAR".
Simeone sigue pensando "sin ninguna duda" que Gil Manzano es un árbitro bárbaro. "Una acción del juego no genera ningún cambio de pensamiento", dijo Simeone, que echó en falta que la ayuda del VAR "le hubiera dicho que no fue tan grave". "No sé si conversaron con el VAR. El contacto no fue tan violento para que uno de 1,94 se caiga desmayado y enseguida es expulsión", añadió.