Marcelo ya tiene nuevo destino. El exfutbolista del Real Madrid firmó a sus 34 años por el Fluminense brasileño, por lo que regresa al club que le vio nacer y crecer como futbolista antes de firmar por el conjunto blanco. Parece una maniobra dirigida a cerrar el círculo perfecto de su carrera deportiva, volver a su lugar de origen en el tramo final de su vida deportiva después de una trayectoria plagada de éxitos.
El Fluminense anunció la contratación de Marcelo después de que el lateral zurdo se desvinculara hace apenas unos días del Olympiacos griego, un club en el que apenas duró unas semanas y salió de manera un tanto extraña. "De vuelta al lugar donde empezó todo", comentó el propio futbolista a través de sus redes sociales compartiendo su alegría por el nuevo fichaje.
Por su parte, el propio Fluminense anunció esta incorporación de manera concisa pero esperanzadora. Un simple mensaje con el lema "ha llegado el momento de volver" y una fotografía del propio Marcelo con la camiseta del conjunto brasileño desató la alegría entre los hinchas del histórico club sudamericano.
Vuelta a casa
Marcelo se formó en las categorías inferiores del Fluminense y pronto llamó la atención de los técnicos del primer equipo, que le llamaron a filas viendo el potencial que destilaba. En una liga como la brasileña, donde las jóvenes perlas están a la orden del día, el lateral destacó por sus características y sobre todo por la manera en la que subía por la banda izquierda y hacía daño a los rivales.
Por eso, el Real Madrid estuvo muy atento y puso sus ojos en él para ficharlo en 2007, con poco más que la mayoría de edad cumplida. Su etapa en el Santiago Bernabéu estuvo plagada de éxitos y de títulos. Durante 15 años se ganó el cariño de la afición y el respeto de sus compañeros hasta el punto de llegar a convertirse en el capitán del conjunto blanco.
[La sinceridad de Marcelo sobre su salida del Real Madrid: "Es jodido ser capitán y no jugar"]
Pese a que en las últimas temporadas perdió protagonismo al verse superado por otros hombres como Mendy, Marcelo confesó en una entrevista reciente que también esos malos momentos le sirvieron para crecer como profesional y sobre todo como persona.
"Yo sabía que no era el titular y dije, '¿qué puedo hacer para ayudar al equipo?' Jodido por no jugar estaba, claro. No hay ningún jugador que diga que está contento por estar en el banquillo. Y si lo dice es que está mintiendo, es imposible", comentó sobre la última temporada en la que vistió de blanco antes de su salida el pasado verano.
Ahora, tras un breve periplo en la liga griega con el Olympiacos, un equipo con el que apenas llegó a disputar 10 partidos y poco más de 300 minutos, Marcelo regresa al equipo que le vio nacer tras desvincularse de la entidad helena.