"Hoy vimos todos por qué Nacho lleva no sé cuántos años jugando en el Real Madrid". Esas palabras salieron de la boca de Jürgen Klopp tras la dura derrota del Liverpool en Anfield. El técnico alemán puso en valor el partido del central, ayer lateral zurdo, que en enero cumplió 33 años y en julio hará 22 dentro del club.
Nacho Fernández (Alcalá de Henares, 1990) saltó este martes al campo por una lesión de David Alaba. "No es plato de buen gusto entrar porque se ha lesionado un compañero", decía tras el encuentro. No han sido pocas las veces que ha hecho falta que ocurriera algo así para verle en un gran escenario.
Es una de las claves que hacen a Nacho pensarse su futuro. Sus palabras en zona mixta cayeron como un jarro de agua fría en mitad de la euforia por la emocionante victoria del Madrid en Liverpool. El club le pone la renovación sobre la mesa, pero el jugador no tiene claro si ampliar su contrato que vence el próximo mes de junio.
"Aún no he decidido qué haré. Es una decisión personal y familiar. No quiero lanzar un mensaje porque mi relación con el club no puede ser mejor, es increíble, pero se me han pasado por la cabeza muchas cosas. Ahora estoy jugando mucho más y estoy mucho más contento. Cuando tome la decisión, el primero en saberlo será el club. Aunque juegue todos los minutos, no influirá en mi decisión", decía Nacho tras el encuentro.
El inicio de las dudas de Nacho tiene fecha. La temporada pasada fue el quinto defensa más utilizado por Carlo Ancelotti -casi empatado con Carvajal en minutos-, el jugador nº12 de la plantilla. Sin embargo, en verano se fichó a Antonio Rüdiger y Nacho cayó otro puesto en el escalafón: el alemán lleva 800 minutos más que él.
Nacho siempre aceptó tener un rol secundario, pero lo pasó mal cuando vio que este curso caía todavía más abajo. Tras ser titular y jugar los 90 minuto en la jornada 1 (ante el Almería), pasó a solo disputar un total de 51 en los 15 partidos siguientes del campeonato doméstico (j.2-16). Tuvo titularidades en Champions y en Copa del Rey, pero era insuficiente para él. Actualmente es todavía 15º jugador del Madrid en la lista de minutos jugados.
"Lo pasé realmente mal porque pensaba que merecía jugar más. Se me pasaron muchas cosas por la cabeza. Es complicado cuando no tienes ritmo de juego, para mí tampoco es fácil. He cogido un rol en el que siempre he cumplido cuando se me ha necesitado. Según pasan los años me considero mejor jugador que antes. Parece fácil, pero no es fácil adaptarse a muchos puestos. Me gustaría afianzarme como central, pero en el Madrid no es nada fácil", decía con dolor Nacho.
El Madrid da valor a lo que ha sido y es Nacho, un futbolista que llevó el brazalete de capitán por cada equipo por el que pasó en las categorías inferiores y mantuvo siempre el máximo respeto hacia el club. En Anfield terminó también llevándolo, en el que además era su partido 300 con el primer equipo.
Lo de one club man es un título cada vez más difícil de tener en el fútbol actual, casi imposible se podría decir en un club con la exigencia del Real Madrid. En la historia de la entidad de Chamartín solo ha habido cuatro antes: José María Zárraga, José Antonio Camacho, Chendo y Manolo Sanchís. Todos en la institución quieren que él sea el quinto.
La situación de Nacho es un tema sensible dentro del vestuario. Los compañeros le respaldan y le hacen saber que entre ellos tienen claro que ha de seguir. "Quédate", le escribía Vinicius en una publicación de Instagram tras el partido contra el Liverpool. En privado y en público, el ruego es el mismo.
Pero Nacho se lo piensa. Quizás por sentir que solo juega cuando hay lesiones, que el resto no ve que su nivel va a más cada año como sí siente él, quizás por coger esa experiencia en el extranjero que nunca ha tenido. Por el Real Madrid. Porque al fin y al cabo es su amor al club el mayor de los agarres. Sus inquietudes son las del madridismo.