El Real Madrid - Liverpool de la ida de los octavos de final de la Champions League se convirtió en una auténtica locura en los primero cuarenta minutos. Los dos equipos se vieron sumidos en un tiovivo lleno de fallos y aciertos a partes iguales que depararon una primera parte llena de locura. Los protagonistas, los porteros con sus fallos.
La primera imagen del encuentro la dejó Thibaut Courtois. El meta del Real Madrid se hizo un lío con el balón en el área pequeña y regaló el esférico a Salah. El delantero del cuadro inglés, que estaba presionando la salida, se vio favorecido por el error del portero al intentar regatearle y anotó el segundo para el Liverpool.
Tras recibir y bajarla con el pecho, Courtois se confió tras controlarla con los pies y dejó en bandeja el balón al egipcio. El '11' no perdonó a puerta vacía prácticamente y consiguió ampliar la ventaja red en el minuto 14.
Una reedición de lo que ocurrió en la final de la Champions League en 2018. En aquel partido entre Liverpool y Real Madrid, Loris Karius se convirtió en uno de los protagonistas principales tras cometer una serie de groseros fallos en el encuentro.
El portero del equipo inglés cometió un error que supuso el primer gol de los merengues. Primero, se equivocó al sacar con el balón y tras querer jugar rápidamente con sus compañeros, se encontró con Karim Benzema. El delantero francés puso el pie y el esférico acabó entrando en la portería de Karius, que observó la acción atónitamente. En la segunda parte, volvió a cometer otro más. Fue tras un disparo de Gareth Bale desde la larga distancia, ya que se le escapó el disparo del galés y se lo introdujo en su propia portería.
Fallo de Alisson
Pero las cantadas no se produjeron únicamente en la portería de Courtois y también se sucedieron en la de Alisson. El guardameta del Liverpool fue 'cómplice' del segundo gol del Real Madrid. El brasileño recibió sin aparentes problemas de su defensa ante la presencia de un combativo Vinicius.
El meta de los ingleses cometió el mismo fallo que su homólogo en el campo contrario y se confió en exceso. Ante la presencia del '20' madridista y las prisas por despejar, Alisson golpeó sin mucho acierto al balón y éste golpeó en el cuerpo de Vinicius, que ni siquiera estaba mirando a la acción.
Tras dicho fallo llegó el éxtasis del Real Madrid, que veía cómo recuperaba la desventaja en el marcador y empataba el encuentro tras verse 2-0 abajo en el primer cuarto de hora. Una montaña rusa de emociones que dejó a los dos equipos marcados por los errores de sus porteros.