Federico Valverde ha salido como uno de los grandes triunfadores del Real Madrid en el Mundial de Clubes. El futbolista uruguayo ha dejado atrás sus problemas personales y ha comenzado a coger carrerilla para el tramo crucial de temporada que afronta el conjunto merengue.
Tras lucirse en la final del torneo frente al Al Hilal, Valverde ha vuelto a volar en libertad y ha dejado atrás el bajo rendimiento tras el Mundial de Qatar. Con él, ha regresado el poderío del centro del campo y ha dejado ver su mejor versión tras unos duros momentos en su vida privada.
La importancia de Valverde en el Real Madrid es capital. Su capacidad en el esfuerzo defensivo y su constancia en ataque le colocan como uno de los jugadores claves en el esquema de Carlo Ancelotti. El centrocampista es uno de los máximos goleadores del conjunto blanco, donde ya ha superado los diez goles y ha batido su plusmarca en ese aspecto.
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Con él, las posibilidades son casi infinitas. Pese al bajón de rendimiento sufrido, su trabajo detrás le ha convertido en un eje fundamental y parece haber alcanzado su mejor versión a poco menos de una semana del regreso de la Champions League para enfrentarse al Liverpool.
Atrás deja más de un mes lleno de tensiones familiares, donde llegó a temer por la pérdida del bebé que está esperando junto a su mujer Mina Bonino, y vuelve con más fuerza el Halcón del Real Madrid, que ansiaba verle dejar destellos de calidad en el terreno de juego.
Regreso de la fuerza
Las últimas semanas del Real Madrid habían sido críticas. El cansancio acusado por la falta de frescura en muchos jugadores debido a la presencia del Mundial de Qatar había causado estragos en la medular merengue. La aparición de Dani Ceballos había conseguido paliar medianamente esa 'mini crisis' que se estaba viviendo tras un turbulento mes.
Sin embargo, la redención de Valverde, con su extraordinario partido frente al Al Hilal, puso de manifiesto su regreso por la puerta grande. El Real Madrid volvió a encontrar la polivalencia en persona y el charrúa fustigó a su rival con sus veloces y mortales apariciones en la meta del cuadro árabe.
Sus dos goles refrendaron la puerta grande, lo que le valió para acabar con el Balón de Plata del Mundial de Clubes. Aparte de eso, su derroche de trabajo y sacrificio volvió a plasmar la importancia que tiene Fede Valverde en el once madridista, al que buena falta le hacía recuperar a un efectivo de su nivel.
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Gol y polivalencia
Una de las características que más ha explotado el '15' del Real Madrid ha sido su acierto de cara al gol. Acostumbrado a ser un actor secundario en este aspecto, Valverde demostró una vez más el idilio que mantiene esta temporada con él, gracias a sus dos tantos. Ambos fueron cruciales para que su club levantase el trofeo en Rabat.
Esta temporada ya suma once tantos, su plusmarca personal, y que le coloca como el tercer máximo anotador este año del equipo tras Karim Benzema y Vinicius Junior. Su aportación ha ido in crescendo como lo han hecho sus galones dentro del equipo, convirtiéndose en un jugador imprescindible.
No solo aporta gol y trabajo a partes iguales, sino que su polivalencia es otro de sus grandes características. Acostumbrado a jugar en el centro del campo, ha destapado una faceta ofensiva poco explotada en él ante la ausencia de un jugador diferencial en el extremo derecho. Allí, el charrúa ha hecho de esa zona su terreno de juegos.
Además, también ha demostrado su sacrificio a la hora de echar una mano en el lateral derecho cuando las cosas peores están sin que se le caigan los anillos. Una aparición estelar que llega en uno de los tramos más difíciles de la temporada del Real Madrid debido a lo cargado del calendario y el regreso de la Champions League en apenas una semana.
Frente al conjunto inglés ya se mostró como definitivo al asistir a Vinicius en la pasada final de la competición europea y que sirvió para que los merengues consiguiesen la Decimocuarta en un agónico partido.