El Real Madrid ha cosechado dos resultados buenos de manera consecutiva. La remontada en octavos de final de la Copa del Rey contra el Villarreal y la victoria contra el Athletic en Liga. Dos actuaciones que han servido para reconducir el rumbo del equipo de Carlo Ancelotti, que venía de atravesar un profundo y preocupante bache.
Una de las claves de ese mal momento por el que han pasado los blancos es el bajón de rendimiento de quien había sido uno de sus mejores jugadores en el inicio de temporada. Se trata de Fede Valverde. El uruguayo llegó a rendir al nivel de los mejores del mundo en los primeros meses de la temporada. Tenía una marcha más. Y se marchó al Mundial de Qatar como uno de los candidatos al MVP del torneo.
Sin embargo, Uruguay fracasó con estrépito en el Mundial y Fede se marchó a casa en la primera fase. Eso provocó un parón a su buen momento de forma y un golpe anímico que se ha unido a otras malas noticias que ha tenido que afrontar en las últimas semanas en el ámbito personal.
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Un cúmulo de circunstancias que han terminado provocando que el mejor Fede se haya evaporado y que la versión que ahora juega y cumple no brille como lo hacía hace unos meses. No obstante, Ancelotti tiene la receta de su recuperación, la cual pondrá en marcha en las próximas semanas para hallar de nuevo al mejor Fede en el momento clave.
Más cerca del gol
El Real Madrid parece que ha empezado a salir del bache en el que se sumió tras el Mundial de Qatar. Los blancos están un paso por detrás del Barça en La Liga, han perdido la Supercopa de España y este jueves se vuelven a jugar buena parte de la temporada en el Derbi ante el Atlético de Madrid. Si la Copa era el torneo menos importante, la derrota contra el Barça y la presencia de una batalla en la capital han dado todo el interés que no les despertaba la competición.
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Sin embargo, Ancelotti sabe que lo más importante está por llegar y por eso necesita recuperar ya a Fede Valverde, uno de sus mayores baluartes ofensivos y defensivos. En apenas dos semanas, el Real Madrid se jugará otro título, el Mundial de Clubes, y afrontará el primer duelo de los octavos de final de la Champions contra el Liverpool.
La primera de las claves del regreso del mejor Fede Valverde es que vuelva a recuperar influencia más cerca del área rival. Ahí es donde empezó a marcar diferencias a principios de curso. En un primer momento del año, entre finales de agosto y finales de septiembre, Fede enganchó una brillante racha con 4 goles y 1 asistencia en 7 partidos.
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Poco después, entre mediados de octubre y principios de noviembre, el uruguayo tuvo otro pico de forma con 4 goles y 1 asistencia en 5 partidos. Números que le llevaron a ser el jugador que más tantos había conseguido desde fuera del área en las grandes ligas europeas. Para muchos era uno de los jugadores más determinantes del planeta.
Partía desde una posición bastante adelantada, actuando generalmente como extremo derecho en la línea atacante junto a Benzema y Vinicius, y con Rodrygo actuando en lugar del delantero francés cuando este estaba lesionado. Con metros para correr y con muchas oportunidades de sacar su impresionante disparo, se hizo imparable.
Ahora, 'Carletto' quiere volver a aprovechar esa versión de Fede teniendo en cuenta que en ataque, Rodrygo no pasa por su mejor momento y que vuelve a haber hueco en el flanco derecho para que el charrúa adelante metros. Incluso partiendo en un medio con cuatro centrocampistas, Fede puede actuar como cuarto volante, cogiendo la banda para él y llegando hasta posiciones más ofensivas gracias a su enorme versatilidad.
La aparición de Ceballos y Tchouameni
Tras aquella versión imponente de Fede, llegó el Mundial y el Valverde que regresó no fue el mismo. Con Uruguay rindió bien, aunque demasiado solo e incapaz de llevar a los suyos hasta los octavos de final. Sin embargo, el regreso tras la Copa del Mundo de Qatar ha alertado a la afición ya que, aunque sigue siendo un ejemplo de derroche y sacrificio, se ha hecho mucho más intrascendente para el juego del equipo.
Para colmo, ha habido factores que no han contribuido a que pueda revertir la situación. El alarmante bajón de Modric, la sobrecarga de minutos de Kroos y la lesión de Tchouameni han hecho que Valverde tenga que jugar muchos más minutos en el centro del campo, más preocupado de labores defensivas que de poder atacar. Y sin la chispa de antaño, ha provocado que la diferencia con el jugador que se vio durante los meses de agosto, septiembre, octubre o noviembre haya sido notable.
Sin embargo, ahora vuelve a haber brotes verdes en el horizonte. Las buenas apariciones de Dani Ceballos y Eduardo Camavinga como alternativas fiables para el medio permiten que Fede pueda volver a adelantar su puesto, ocupando esa posición de extremo derecho en la que tanto brilló. Eso, unido a la lógica mejoría que debería presentar en el aspecto físico, invitan a pensar que el mejor Valverde vuelve a estar en camino para el momento de la verdad.