Gareth Bale dice adiós al fútbol. Este 9 de enero de 2023, el 'Expreso de Cardiff' anunció su retirada a los 33 años a través de un emotivo mensaje en el que no se olvidó de nadie. De su familia de Gales a los clubes en los que militó. Del Southampton a Los Angeles FC, pasando por Tottenham y Real Madrid. Y, por supuesto, a todos los que le acompañaron en este viaje.
Finaliza así la carrera de un futbolista que pudo reinar en el fútbol, pero que acabó siendo una especie de estrella fugaz por culpa de las lesiones. Aunque estas no impidieron que se labrase un palmarés de leyenda, con hasta 19 títulos conquistados en el Real Madrid.
De la casa blanca se marchó el pasado verano de 2022. Puso fin a una etapa en el Santiago Bernabéu que comenzó en el año 2013. Después de cerrar su historia con el Real Madrid, el galés decidió poner rumbo a la MLS. Esto con el objetivo de llegar al Mundial de Qatar.
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Pudo llegar a cumplir el sueño de disputar la Copa del Mundo con la selección de Gales. Aunque la decepcionante actuación de los Dragones Rojos en Qatar dejó a Bale fuera del torneo a las primeras de cambio. De ahí a la elección de colgar las botas una vez iniciado el nuevo año 2023.
Primeros años de carrera
Cardiff vio venir al mundo a Gareth Bale, pero fue en el Southampton donde dio sus primeras patadas como profesional. El equipo británico se fijó en él cuando tan solo tenía 9 años y con tan solo 16 ya estaba debutando con el primer equipo. La siguiente temporada ya era titular indiscutible, logrando que se hablase de él como un "jugador increíble", recibiendo distinciones como mejor futbolista joven.
En 2006 fue ese debut como profesional y en 2007 ya se abrieron las puertas del Tottenham para él. Ni su estreno oficial, ante el Manchester United, ni tampoco su primer gol, contra el Fulham, se hicieron esperar. Aunque sí lo hizo un poco más su explosión definitiva en la Premier League.
Corría la temporada 2010/2011 cuando Bale se vio catapultado a la fama mundial tras un partido de la Champions League entre los spurs y el Inter de Milán. El Tottenham perdía 4-0 en el Giuseppe Meazza cuando él apareció y firmó un hat-trick que todavía es recordado como una de sus mejores actuaciones.
Los grandes de Europa comenzaron a llamar a su puerta. Un lateral reconvertido a centrocampista y más tarde a extremo. El '11' fue dando pasos adelante en el campo y también en el fútbol. Sin embargo, decidió renovar con el Tottenham, cerrándose así las puertas de clubes como el Manchester United, el Chelsea, el Barcelona o el propio Real Madrid.
Su ascensión ya no era cosa de un día. Lo tenía todo: potencia, velocidad, un físico natural imponente y, además, también gol. Características únicas que le llevaron a ser designado como Mejor Jugador de la Premier League y también a colarse como uno de los mejores de Europa para la UEFA junto a otros como Cristiano Ronaldo o Leo Messi.
Pero todo lo que empieza tiene un final y el suyo con el Tottenham llegó en el verano de 2013. Aunque su última página con los spurs no estaba escrita aún. Y es que regresó a la que fue su casa, donde comenzó a considerársele como una estrella, cuando el Real Madrid le cedió. Y, precisamente, la casa blanca fue su destino tras su etapa en Londres.
El sueño del Real Madrid
Tras una larga negociación, Bale cambió el Tottenham por el Real Madrid. Él mismo dijo que vio cumplido un sueño en ese momento. El extremo pasó a formar parte de la famosa BBC, un tridente con el que arrasó por el Viejo Continente junto a Cristiano Ronaldo y Karim Benzema.
En el Santiago Bernabéu no tardó en hacerse un futbolista importante. En su primera temporada, la 2013/2014, conquistó la Champions League, además de la Copa del Rey. Una Copa del Rey en la que fue clave con el golazo que marcó al Barça y que siempre será recordado por su carrera ante Marc Bartra.
Del 2013 al 2022, con un parón por su cesión, llegó a disputar 258 partidos con la camiseta blanca. En ellos, logró marcar 106 goles. Algunos tan importantes como el ya citado de la Copa del Rey ante el eterno rival o dos para el recuerdo en finales de la Champions League.
El primero de estos llegó en la final de 2014 ante el Atlético de Madrid en Lisboa. Y, por supuesto, el de la final de la Champions de 2018 ante el Liverpool. En aquel duelo firmó un doblete, pero eterna será su mágica chilena. Uno de los mejores goles en el partido por el título de la máxima competición continental.
Entre esas dos etapas en el Real Madrid, el 'Expreso de Cardiff' logró ganar hasta 19 títulos defendiendo el escudo merengue: cinco Champions League, cuatro Mundiales de Clubes, tres Supercopas de Europa, tres Ligas, una Copa del Rey y tres Supercopas de España.
Como aseguró el club de Concha Espina en su mensaje de despedida: "Gareth Bale ha formado parte de nuestro equipo en una de las etapas más exitosas de nuestra historia y representa para siempre muchos de los momentos más brillantes de la última década".
De ahí que el Real Madrid confirmarse que "su figura estará unida para siempre a la historia y la leyenda de nuestro club". Atrás quedan los capítulos más sombríos de su trayectoria en la entidad merengue, en la que fue elegido como Mejor Jugador de la Final de la Champions 2018 y también conquistó el Balón de Oro del Mundial de Clubes de aquel año.
Las lesiones y el golf
Hablar de la carrera de Gareth Bale es hacerlo también de las lesiones. El ya exfutbolista atravesó por un auténtico calvario por culpa de esto. Y si hubo una etapa en la que sufrió por este motivo fue durante su etapa en el Santiago Bernabéu. En especial, en los últimos años, lo que provocó un deterioro en su rendimiento y un bajón de sus minutos en el Real Madrid hasta su inevitable adiós.
Con un total de 32 lesiones mientras fue jugador merengue, Bale se perdió muchos partidos con la camiseta blanca. Su peor temporada a este respecto fue la 2016/2017, en la que permaneció 136 días de baja, perdiéndose así un total de 29 partidos. Aunque no solo en el Real Madrid fue víctima de las lesiones, durante su cesión en el Tottenham también se perdió ocho duelos por sus molestias físicas.
Su historial de lesiones apagó una estrella que fue poco menos que fugaz. Durante años se habló de él como un jugador llamado a sentarse en el trono del fútbol mundial. Con cualidades para competir con cualquiera. Sin embargo, estos problemas físicos lastraron sus actuaciones y fueron menguando su protagonismo hasta convertirle en un habitual actor secundario.
Se señalaba justo antes que hablar de la carrera de Gareth Bale es hacerlo, inevitablemente, de las lesiones. Pero también del golf. Porque aunque el fútbol ha sido su profesión durante prácticamente dos décadas, es el golf su verdadera pasión. De hecho, este le ha acarreado algún que otro disgusto a lo largo de su carrera.
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Él mismo lo dijo siendo todavía futbolista: "Intento jugar al golf todo lo que puedo. De hecho, estoy obsesionado con eso. Realmente no he pensado en qué voy a hacer en veinte años cuando me retire del fútbol, pero espero seguir jugando al golf". De hecho, tiene un hándicap 2, lo que es un nivel prácticamente profesional, y mejorando.
Su devoción por el golf podría no haber pasado de ser algo anecdótico, pero se convirtió en algo más por aquel "Wales. Golf. Madrid. In that order" (Gales. Golf. Madrid. En ese orden), que tanto dio que hablar en su día. Durante un partido de su selección, se le vio celebrar la victoria de los Dragones Rojos con una bandera con la citada, y polémica, frase.
Esto pudo marcar el principio del fin de Bale en el Santiago Bernabéu. El madridismo se había dividido respecto a la figura del galés por esa irregularidad en su rendimiento. Pero verle junto a esa bandera, que dejaba al Real Madrid a la cola de sus prioridades, no sentó bien a la afición, incluso aquellos que siempre le defendieron.
Qatar y el adiós
La última etapa de la carrera de Bale está marcada por su salida del Real Madrid, su aventura en Estados Unidos y su participación en el Mundial de Qatar. El poner punto final a su trayectoria como futbolista merengue iba encaminado, precisamente, a ese objetivo de jugar la Copa del Mundo con su selección.
De camino, se vio en la tesitura de tener que elegir un club antes de aterrizar en Qatar con los Dragones Rojos. Se habló de varias opciones, pero de entre ellas, se decantó por la MLS. Más concretamente, por Los Angeles FC. Llegó como una estrella, aunque no jugó demasiado... por culpa de las lesiones otra vez.
Sin embargo, también en LAFC supo lo que es levantar un título. Y, además, siendo importante en la consecución de la MLS Cup. Suyo fue el gol ante los Philadelphia Union que forzó la tanda de penaltis, en la que los angelinos acabaron proclamándose campeones. Entonces ya dijo que intentaría ser tan decisivo en el Mundial con su selección.
Sin embargo, a Gales le vino grande el Mundial. Adiós a las primeras de cambio y ni una sola victoria. Aunque en el plano individual, al menos Bale pudo celebrar un gol en una Copa del Mundo antes de colgar las botas. Fue en su estreno ante Estados Unidos, en el único duelo que lograron empatar, ya que después cayeron frente a Irán e Inglaterra.
Ese duelo contra Inglaterra ha acabado siendo el último de Gareth Bale como futbolista profesional. Detrás quedan goles para el recuerdo, un palmarés envidiable y una carrera que no dejó indiferente a nadie. Levantó pasiones y algún que otro odio. Una estrella que brilló mucho, aunque no durante demasiado tiempo.