Es un Mundial de contrastes para Karim Benzema. Emocionado por regresar a esta competición después de perderse la cita de 2018 cuando Didier Deschamps no contaba con él, el delantero se encuentra en uno de los mejores momentos de su ya dilatada carrera deportiva. Es el delantero de referencia del Real Madrid, gana títulos colectivos, marca más goles que nunca y, por si fuera poco, recientemente fue galardonado con el mayor título individual, el Balón de Oro.
Todo se encaminaba hacia un escenario de ensueño para Karim en el Mundial de Qatar, y los aficionados también se frotaban las manos viendo a un jugador de una calidad excelsa en un evento como este. Sin embargo, las lesiones se han cruzado por el camino y amenazan con romper la armonía del delantero.
El goleador arrastra desde hace tiempo unas molestias musculares que ya le hicieron perderse varios partidos con el Real Madrid. En los encuentros previos al parón protagonizó varias ausencias para no forzar la máquina, pero ahora con Francia las cosas tampoco van mejor. Este pasado martes, en el entrenamiento con la selección gala, tuvo que retirarse cuando apenas se había ejercitado quince minutos, algo que habla a las claras de que su estado de forma sigue sin ser el mejor.
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Hasta nueve ausencias
La pasada temporada fue de una exigencia pero también de un rendimiento brutal para Karim Benzema. El delantero francés se perdió muy pocos partidos a lo largo de todo el año, llegó a disputar un total de 46 encuentros y estuvo casi 4.000 minutos sobre el terreno de juego. El goleador se exprimió al máximo, así que nada hacía presagiar que esta temporada fuera diferente.
Sin embargo, hasta el momento Benzema se ha perdido ya hasta nueve partidos con el Real Madrid. Siete ausencias en La Liga y otras dos más en la Champions League dejaron huérfano de delantero al conjunto blanco, aunque el equipo supo reponerse a sus bajas y sacó adelante los partidos con nota.
Su primera ausencia se produjo a mediados de noviembre ante el Mallorca. Entonces, estuvo tres partidos consecutivos fuera de las convocatorias de Ancelotti ya que tampoco pudo jugar ante el RB Leipzig ni el derbi contra el Atlético de Madrid. Fue el primer acto de presencia de las molestias musculares que se iban a convertir en una pesadilla.
Ante el Getafe, Benzema también descansó para volver más fuerte y marcar en El Clásico y contra el Elche, pero desde ahí, desde mediados de octubre, su presencia en el equipo fue testimonial. Se perdió de forma consecutiva los partidos ante el Sevilla, RB Leipzig y Girona, reapareció para jugar media hora ante el Celtic, y ante el Rayo el Cádiz tampoco estuvo presente.
No se trata de una lesión de gravedad, pero sí son unas molestias que le dificultan la práctica habitual del fútbol. Pese a todo, Deschamps le llamó para jugar el Mundial, y ahora las dudas siguen con la selección francesa. En el último entrenamiento de este martes, apenas pudo completar quince minutos de sesión, algo que le pone muy en duda y que preocupa, más todavía después del adiós de Nkunku tras un golpe con Camavinga.
La esperanza
Pese a todo, hay varios factores que invitan a pensar que puede ser un gran Mundial para Karim Benzema. Si el delantero del Real Madrid deja atrás de una vez por todas sus problemas musculares, su momento deportivo es inmejorable. Pese a que está a punto de cumplir ya 35 años, el francés está de dulce y en uno de los mejores momentos de su carrera deportiva.
El reciente Balón de Oro, en reconocimiento a su increíble temporada anterior, le coloca como uno de los futbolistas más apetecibles de ver en este torneo mundialista. Por primera vez fue reconocido como el mejor jugador del mundo y Karim tratará de hacer valer esa condición ayudando a Francia a alzarse con un nuevo Mundial.
Su importancia en la selección francesa es total. Junto a Mbappé o Griezmann, forma una delantera de ensueño que prácticamente cualquier equipo querría tener. La conexión es letal, y la facilidad de Karim para asociarse y para ver puerta le convierte en un peligro constante para las defensas rivales.
Esta temporada, Karim promedia un gol cada dos encuentros. Con 6 goles en los 12 partidos jugados hasta el momento, sigue dejando claro que pese a sus problemas físicos tiene intacto su olfato goleador. Cinco dianas en La Liga y otra más en la Supercopa de Europa le avalan esta campaña, pero no quedan muy lejos los 44 goles y 15 asistencias con las que finalizó el pasado curso, unos dígitos fuera de toda lógica.
Por eso, este Mundial llega por un lado en un buen momento para Benzema por su momento futbolístico, pero también en un instante inoportuno por las lesiones. Ahora solo queda esperar a ver cómo respeta la condición física a uno de los mejores jugadores de este evento.