Vinicius Júnior fue el foco de atención en el derbi entre el Real Madrid y el Atlético tras la polémica que se generó en torno a un comentario racista durante esta semana y que un sector de aficionados del conjunto colchonero replicó este domingo. Lo hicieron antes de entrar al Metropolitano y también dentro de él. El jugador brasileño sufrió más racismo y otros insultos en el encuentro de La Liga, así como fue blanco de un lanzamiento de objetos en la celebración del gol de Rodrygo Goes.
El colegiado solo reflejó esto último en el acta del encuentro, pero LaLiga denunciará ante Antiviolencia todo el acoso recibido por Vinicius. Un día en el que la afición rojiblanca podía dar ejemplo dejando a un lado los radicalismos, el coliseo rojiblanco centró su objetivo en el jugador brasileño, pitado cada vez que tocaba el balón. El problema es que no se quedó ahí. Gritos como "muérete, muérete" o "mono, mono" fueron apreciables por cualquiera que siguiera la retransmisión del partido.
El summum fue el momento en el que Rodrygo y Vinicius se pusieron a bailar. Los dos jugadores brasileños se colocaron en una esquina del campo sobre la que comenzó a llover diferentes tipos de objetos, así como botellas de cristal de bebidas alcohólicas que los aficionados consiguieron colar a pesar de las prohibiciones en los estadios de fútbol. El '20' vivió un tormento en el Metropolitano, pero en ningún momento borró su sonrisa de la cara ni perdió las composturas a pesar de su juventud.
Vini sabía que iba a encontrarse un ambiente hostil. La semana en la que tanto él como el Real Madrid hicieron un comunicado pidiendo respeto hacia su figura terminó con más insultos racistas hacia su figura. Todo comenzó antes de que Munuera Montero pitara el inicio del partido. En los exteriores del coliseo rojiblanco se daban cita aficionados colchoneros que gritaban al unísono: "Eres un mono, Vinicius eres un mono". Otro exhibía un muñeco de un mono con una bufanda del equipo blanco.
Todo esto no quedó fuera del Metropolitano. Los mismos que demostraron su racismo delante de las cámaras que se agolparon en los exteriores entraron al estadio con las mismas intenciones. Cuando el nombre de Vinicius fue anunciado en el videomarcador, el jugador se llevó una sonora pitada. Lo mismo pasó cuando saltó al terreno de juego o cada vez que entraba en contacto con la pelota. Más aún se agudizaba cuando había una falta. Todo esto era acompañado por insultos.
El sonido ambiente de la retransmisión, así como todo el que estuvo en el estadio, pudo captar cada vez que esto sucedió. Cuando Vini intentó una 'lambretta', la acción que se caracteriza por regatear a un rival elevando el balón con los dos pies y pasándoselo por encima del mismo jugador que la realiza desde atrás, el Metropolitano al unísono comenzó a corear: "tonto, tonto". Eso fue menos grave que cuando entonaron el "muérete, muérete".
Vinicius bailó, tanto con Rodrygo para celebrar su gol como dentro de los vestuarios junto a su compatriota y rival en la noche del domingo Matheus Cunha. El mismo jugador rojiblanco tuvo que salir a explicar a su afición por qué lo hizo después de que le reprendieran en las redes sociales. El racismo también formó parte de un derbi que en lo deportivo ganó el Real Madrid.