Enrique Cerezo acudió a la comida típica previa entre Real Madrid y Atlético de Madrid antes de El Derbi. El presidente rojiblanco fue protagonista al hablar del tema más comentado durante la semana: la polémica por la celebración de Vinicius al marcar sus goles.
El máximo representante se mojó sobre la tensa situación que ha rodeado los días y las horas previas al estelar duelo entre dos de los mejores equipos de LaLiga. Y Cerezo le quiso quitar hierro al asunto. "Le voy a pedir a Vinicius que me enseñe a bailar", aseguraba el presidente.
El brasileño fue señalado en las declaraciones del capitán del Atleti. Koke puso el foco en su celebración y aseguro que si 'Vini' marca en el Metropolitano y lo celebra bailando "habrá lío". Unas palabras que no sentaron nada bien en el seno del madridismo y que caldearon en el ambiente más de lo debido.
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Tras todo el revuelo formado, Cerezo dejó entrever la solución para que no haya jaleo en el terreno de juego si el jugador del Madrid anota. "Lo que tenemos que hacer es que Vinicius no nos marque ningún gol hoy y si lo quiere celebrar que lo celebre de una manera correcta y con respeto hacia todo el público que tiene delante", explicó ante los medios el representante del Atlético.
También quiso echarle un capote a la intervención de Koke. Aludió a la libertad de expresión de cada uno para poder entender sus palabras en la previa. Y también se refirió al respeto como elemento clave, concretamente a las celebraciones de Vinicius como trasfondo.
"Los jugadores se manifiestan como quieran, lo único que tiene que ser con respeto hacia la gente que está en un campo que no es el suyo", aseguró Cerezo.
Duelo por todo lo alto
Real Madrid y Atlético de Madrid disputan este domingo uno de los partidos más importantes de este arranque de temporada. Clave para uno y, más importante si cabe, para el otro. Con el Barça mirando de reojo a lo que suceda, ya que dependiendo de los resultados podría ponerse líder de la Liga.
Los blancos llegan con la moral por las nubes tras sus ocho victorias consecutivas entre Supercopa, Liga y Champions. Un triunfo frente a su máximo rival serviría para dar un puñetazo en la mesa y demostrar que la sala de máquinas sigue estando en su máximo esplendor.
Por el otro lado, el Atlético navega en aguas revueltas. Los de Simeone pincharon frente a Leverkusen en Champions y necesitan una victoria para que los ánimos no se empiecen a caldear más de lo debido.