El Santiago Bernabéu lo tenía claro: Marco Asensio (Palma, 1996) se ha de ganar el perdón y lo de este miércoles noche es un comienzo. A la afición del Real Madrid no le habían gustado varias cosas del delantero balear, la última de ellas el enfado que protagonizó en el banquillo el domingo pasado ante el Mallorca. De esa rebeldía llegó un golazo que enfría la tensión.
Ancelotti le dio lo que pedía: minutos. Hasta el momento había participado poco más de 15 minutos en la temporada del Real Madrid. El técnico le puso casi media hora frente al RB Leipzig tras su gesto de insumisión. No le tuvo en cuenta aquello. "Su enfado hizo que su actitud mejorase en los entrenos posteriores", dijo Carlo. El italiano sabe llevar mejor que nadie este tipo de situaciones.
Primer minuto del descuento y falta que bota Toni Kroos desde la línea de fondo. El alemán, pendiente de todo y de todos, puso la pelota en el tejado de Asensio. Pasecito raso a la frontal y que el mallorquín hiciera el resto. Un disparo con la izquierda, el mejor recurso que tiene Marco, limpió las telarañas de la portería de Gulacsi.
[Fede Valverde se viste de Benzema para dar la victoria al Real Madrid ante el RB Leipzig]
Asensio tenía mucho que demostrar en el Bernabéu, que le 'regaló' una pitada mayoritaria con su entrada al campo. Le tocó aguantar el chaparrón, mientras Fede Valverde reclamaba aplausos para su compañero. De los silbidos a la ovación que se llevó cuando metió el gol en el descuento.
La celebración de Asensio fue fría. No levantó apenas la cabeza, igual que tampoco se le había visto hacerlo antes en el campo. Hasta el gol solo había dado cinco toques. La tuvo para marcar justo al salir, pero mandó el balón a las nubes. Sus compañeros, como la afición, le dieron cariño tras el tanto.
La piña de los jugadores del Madrid alrededor de Asensio muestra el carácter del vestuario del campeón de Europa. Los unos a los otros se tienen en cuenta. El gesto de Fede lo demuestra. El primero en pedir aplausos y el primero en ir a celebrar el gol de su compañero. "No es lindo que haya pitos", decía el uruguayo en zona mixta.
A sus 24 años, Valverde se ha convertido en un jefe dentro del vestuario. Tiene ganado a la afición y esta temporada está tirando del carro atreviéndose a tirar más. Lleva tres goles y dos asistencias en ocho partidos. Es el mejor del Real Madrid, actualmente, y tiene ese calor que tanto se ha recriminado a Asensio que le falte.
Una zurda de oro
Lo que sí tiene Asensio es una zurda prodigiosa. Esa pierna le vuelve a salvar en un momento crítico, el más difícil de su carrera exceptuando la grave lesión que sufrió. La temporada pasada fue el tercer máximo goleador del Real Madrid, por detrás de Benzema y Vinicius, tirando de lo que mejor sabe hacer: disparar con la izquierda.
Durante el curso 2021/2022, Asensio metió 12 goles. De esos 12, 10 fueron con la izquierda y casi la mitad, 4, desde fuera del área. Mallorca, Inter, Granada y Alavés fueron sus víctimas a larga distancia. Marco es un francotirador, pero nunca ha sido un asesino letal pese a tener las armas.
Es el gol 50 de Asensio en su carrera en el Real Madrid. El primero lo marcó el día de su debut, hace más de seis años, en una final de Supercopa de Europa contra el Sevilla. Fue un cañonazo teledirigido que salió disparado de su pierna izquierda. No podía ser de otra manera. El del medio centenar llegó igual.
Aquel día de verano de 2016, en Trondheim (Noruega), parecía nacer una estrella. Este miércoles se tuvo que reivindicar. Ha pasado de ser el gran proyecto del Madrid a verse adelantado por los que de verdad lo están siendo y han cogido los mandos de la nave: Vinicius, Valverde, Rodrygo...
Ahora o nunca
Lo dijo Ancelotti en la previa del partido contra el Leipzig. "No se puede considerar un joven ni un veterano", decía de Asensio. A Marco, cuando tenía 22 años, muchos le pusieron la cruz al decir que eran otros los que tenían que tirar del carro y no él por ser joven. Muchos le pusieron la cruz entonces y ahora, con 26, le siguen pasando factura.
Un 'nuevo Asensio' puede nacer de su zurda y una reconciliación. Es ahora o nunca. Quiso salir en verano, se arrepintió y se quedó cuando ya no tenía sitio. Termina contrato en poco más de nueve meses y debe convencer al Real Madrid de que ponga un nuevo contrato sobre la mesa. Planes para eso no hay por el momento. Él y su zurda han de encargarse de que los haya. No depende de nadie más.