Se marcha del Real Madrid Carlos Henrique 'Casemiro' (Sao Paulo, Brasil; 1992), un futbolista de leyenda. Su nombre está escrito en letras de oro en la historia del club, junto a un puñado de jugadores con los que ha compartido espacio y tiempo en la segunda era dorada de la institución de Chamartín.
Cinco Champions League brillan con luz propia en su palmarés. 'Casemito', como se le llamaba en el vestuario, estuvo en todas las ganadas por el Real Madrid en la última década. Desde La Décima en Lisboa hasta La Decimocuarta en París. De ser un novato en la primera a pilar básico en las cuatro siguientes.
Casemiro no jugó ningún minuto en la final de 2014, pero el madridismo no olvida que sin él no se hubiera levantado aquella 'Orejona'. Tenía 22 años y Carlo Ancelotti, el mismo técnico con el que se despide, le dio paso en un momento crítico. El Madrid parecía irse a pique en la vuelta de cuartos de final contra el Dortmund, a punto de igualar en su casa el 3-0 que se llevó en el Bernabéu. Un desconocido brasileño lo evitó.
En mayo se cumplieron ocho años de La Décima, el título que dio inicio a una etapa irrepetible en la historia del fútbol y que el Madrid se resiste a cerrar. El equipo blanco, para sobrevivir al tiempo, ha ido cambiado de actores y hoy día quedan cada vez menos de los que iniciaron esta aventura.
La salida de Casemiro se une a la de otros tres históricos que dijeron adiós a comienzos del verano: Marcelo, Gareth Bale e Isco Alarcón. Todos ellos estuvieron también en las cinco Champions, aunque la marcha de Case tiene más impacto en el presente. Por eso también ellos se fueron acabando su contrato y el brasileño deja 70 millones en la caja.
Solo quedan cuatro de la plantilla del año de La Décima, cinco si se cuenta a un Ancelotti que se pasó fuera del club seis años dejando el testigo de los éxitos a Zinedine Zidane. Ni siquiera el francés, segundo técnico en aquel Madrid, sigue ya en el club. El tiempo vuela y los únicos que permanecen son Luka Modric, Karim Benzema, Nacho Fernández y Dani Carvajal.
36 (37 en septiembre), 34 (35 en diciembre), 32 y 30 años son, respectivamente, los que tienen los 'supervivientes' de aquella plantilla en la que Iker Casillas y Sergio Ramos eran los dos capitanes. Eso quiere decir que, más pronto que tarde, se habrá borrado todo rastro del equipo de Lisboa del vestuario del Real Madrid.
El inicio del cambio
A lo largo de nueve ventanas estivales de traspasos, 19 futbolistas de los 23 de La Décima han ido saliendo escalonadamente. Los años en los que más se han ido fueron durante los primeros (entre 2014 y 2015) y los últimos (entre 2021 y 2022). En el verano de Lisboa se irían Ángel di María y Xabi Alonso, este al cierre del mercado. Sus sustitutos fueron James Rodríguez y Toni Kroos. El colombiano no cuajó, pero el alemán es historia viva del club.
El capítulo de bajas del verano 'post-Décima' lo completaron dos porteros (Diego López y Jesús Fernández) y dos jóvenes que agarrarían más adelante el billete de vuelta (Morata y Casemiro).
La siguiente marcha sonada llegó al verano siguiente, cuando Casillas, último bastión de la generación de La Novena, dejó su brazalete y se fue al Oporto. Su sustituto llegó un año antes: Keylor Navas, el portero de las tres Champions seguidas. Khedira se fue libre a la Juve e Illarra traspasado a la Real, regresando Case para armar la CMK.
Después de las finales de Milán (La Undécima) y Cardiff (La Duodécima) no hubo bajas de peso, pero sí buenas ventas: Jesé al PSG por 25 millones y, especialmente, Morata -recomprado un año antes- al Chelsea por 66 'kilos' fijos más variables. Además, esos dos veranos se irían dos veteranos de aquel vestuario: Arbeloa y Pepe.
En ese punto, con las dos primeras Champions seguidas con Zidane, el equipo ya había mutado respecto al de Lisboa: Varane había cogido galones en defensa, la CMK era indiscutible e Isco adelantaba arriba a Bale. Se dejaron de hacer grandes fichajes para apostar por nombres que dieran amplitud (Kovacic, Danilo, Morata, Asensio...).
El proyecto blanco tendría en la 2017/2018, año de la final de Kiev, su primer gran punto de inflexión. Se hizo historia ganando la tercera Champions consecutiva, La Decimotercera, con el grupo más consolidado que nunca. Y llegó el jarro de agua fría: las salidas de Zidane y Cristiano Ronaldo.
El adiós del '7': un punto de inflexión
El adiós de Cristiano fue significativo. Al Real Madrid se le fue su estrella, su máximo goleador de la última década. El impacto de su pérdida era obvio y se notó sobre todo aquella primera temporada sin él. El tiempo, sin embargo, acabó dando la razón a que su venta (por 117 millones de euros) era buena. Cuatro años después, el club ha vuelto a ganar la Champions, cosa que no ha podido hacer el portugués por su cuenta.
La marcha del '7' aceleró la renovación de la plantilla. Las llegadas de Thibaut Courtois y Vinicius Jr. y el 'ascenso' de Fede Valverde se llevaron a cabo ese mismo verano. Los tres son hoy piezas claves en el Madrid. En 2018, por cierto, salió otro que estuvo en La Décima, el incorregible Fabio Coentrao. Antes encandenó un par de cesiones.
La vuelta de Zidane apostaba por la continuidad del proyecto. Entre 2019 y 2020 no hubo salidas de los hombres de La Décima, nada más que la cesión de Bale al Tottenham. También Keylor abandonó el nido tras perder el pulso con Courtois. El resto fueron nombres de la segunda unidad (Kovacic) y jóvenes (Llorente, Theo, De Tomás, Achraf o Reguilón) que daban millones a las arcas merengues.
Pero tras otros dos años con Zidane, la nueva salida del francés (como en 2018) trajo consigo un segundo punto de inflexión. Seis despedidas entre 2021 y este verano, todas ellas de futbolistas que, más o menos tiempo, fueron piezas titulares de ese equipo legendario que nació con Ancelotti hace casi una década.
La segunda revolución
El año pasado se fue, de golpe, la pareja de centrales. Sergio Ramos a París y Varane a Mánchester, donde coincidió esta temporada con Cristiano y ahora recibirá a Casemiro. Lo que en otro contexto podía parecer traumático, en el caso del Madrid no lo fue. Éder Militao, fichado en 2019 y tras un año de dudas, explotó y se fichó libre a David Alaba para seguir dotando de personalidad a la zaga.
Ahora se va Casemiro, uniéndose a Marcelo, Isco y Bale. En el Real Madrid se les despide con pena, pero sin un ápice de preocupación. El relevo está garantizado. En el caso de pivote es el recién llegado Tchouaméni, ocho años menor, el que ocupará su rol. Los Mendy, Rodrygo o Camavinga (más los mencionados Valverde y Vini) han ido cubriendo esos otros huecos antes, incluso, de que quedaran libres.
Aguantan Modric, Benzema, Carvajal y Nacho de La Décima, más Kroos que llegó meses después. Otros 19 se fueron, dejando entre todos ingresos de 440,2 millones de euros. Los que llegaron después para perfilar la plantilla actual -es decir, los que están ahora- no costaron mucho más (557,4), contando el fracaso de Hazard.
En el camino, las ventas de canteranos (Achraf, Reguilón, Llorente, Odegaard, RDT...) compensaron fichajes fallidos (James, Jovic, Odriozola, Mariano...). Otros no cuajaron, pero se fueron por cantidades parecidas por la que ficharon (Kovacic, Theo, Danilo...). Así hasta dar un balance total de 913 millones gastados y 775 ingresados, una diferencia de 137,5 mientras se conforma otro proyecto de época y se siguen ganando Champions.
"En el Real Madrid no hay nadie por encima del club"
La renovación silenciosa del Real Madrid atraviesa ahora el capítulo de Casemiro. En 2023 es probable que toque alguno más. Pero en el club hay un lema que prevalece a lo largo de su historia, el mismo que repitió Florentino Pérez cuando Mbappé dio plantón el pasado mayo: "En el Real Madrid no hay nadie por encima del club".
Bajo esa premisa, el Madrid ha seguido construyendo su futuro mientras apilaba títulos. Sin hacer ruido hasta conseguir que en la pasada final de París jugaran más de los 'nuevos' (6) que de los de Lisboa más Kroos (5). Los futbolistas vienen y van, incluso los más grandes, pero el club de las 13 Champions se mantiene como tradición, intangible.