El Real Madrid fichó en el verano de 2018 a Thibaut Courtois, un portero de garantías que llegaba tras unos años brillantes en el Chelsea y el Atlético de Madrid. Sin embargo, su primera temporada no fue idílica, el equipo cerró un año sin títulos y con tres entrenadores y el arquero fue, como todos sus compañeros, objeto de críticas.
Podría haberle pesado, pero desde ese momento Courtois no ha parado de crecer hasta convertirse en el mejor portero del mundo. Son muy pocos lo que opinan que el belga no es el número 1 en su posición y, en la Supercopa de Europa frente al Eintracht de Frankfurt, volvió a demostrar el porqué.
El partido se acabó resolviendo por 2-0 y de manera plácida para el Real Madrid, pero podría no haber sido así de no haber sido por Courtois, que en los primeros minutos tuvo dos intervenciones decisivas evitando el gol rival.
Es el arquetipo de portero grande que necesita el Real Madrid, es decir, un guardameta que sabe que tendrá que intervenir poco pero que cuando lo haga tendrá que hacerlo de manera efectiva.
La vocación eminentemente ofensiva del Real Madrid hace que el equipo defienda lejos de su portería y dé pocas opciones en ataque a sus rivales, pero cuando estos lo hacen suelen ser acciones de máximo riesgo.
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La jugada salvadora de Courtois en la final contra el equipo alemán llegó en el minuto 13. Una pérdida de Mendy cerca de la línea divisoria del centro del campo provocó una acción rápida de ataque del equipo de Glasner que finalizó con un gran pase al espacio para Kamada, que se encontraba solo corriendo hacia el área del Madrid. Militao corría tras él más para intimidar que para otra cosa, porque no podía llegar, y en ese momento aparecía Courtois.
El gigante belga estiró sus dos metros de cuerpo hacia su izquierda intuyendo el disparo raso y cruzado de Kamada con la zurda y acabó despejando el balón con su rodilla. Una acción de mérito que, en una final, suele ser decisiva para el devenir del encuentro.
El inicio de la victoria
Así, el Real Madrid reaccionó ante el peligro rival con la confianza de saber que tiene el mejor cerrojo posible entre los tres palos, que antes también había negado el gol a un fuerte disparo desde dentro del área de Lindstrom.
Así, Courtois fue el principio de la victoria del Real Madrid en Helsinki. Una victoria que se cimentó desde la portería propia y que se remató con los fogonazos de Alaba y Benzema en el área de Trapp.
Pero no ha sido, ni mucho menos, la única intervención de mérito en un gran escenario de Courtois. El belga ha conseguido que para que los delanteros le marquen un gol sea necesario hacer prácticamente el mejor disparo de sus vidas, como le pasó a Mohammed Salah en la final de París.
De hecho la final de la Champions frente al Liverpool coronó al internacional belga como lo que muchos ya sabían que era, el mejor del mundo en la portería. Hasta cinco intervenciones de mérito y tres milagros tuvo que hacer Courtois aquella noche parisina en la que el gol lo puso Vinicius, pero fue él el que se llevó un más que merecido MVP tras una de las actuaciones más colosales de un guardameta en la Champions League.
A sus 30 años ya ha conseguido siete títulos (y un Trofeo Zamora) en las cuatro temporadas que lleva en el Real Madrid (está empezando su quinta) y se encuentra en un momento de madurez absoluta.
Pero a pesar de su trayectoria en los últimos años, ha tenido que lidiar con algunas decisiones cuanto menos extrañas en los que se refiere a las clasificaciones de mejores porteros del mundo.
Una clasificación polémica
El pasado mes de marzo, la revista FourFourTwo dejó fuera al internacional por Bélgica de su clasificación de entre los 10 mejores porteros del mundo, lo que supuso un asombro generalizado.
En ese momento para la publicación inglesa los mejores porteros del mundo eran los siguientes: Jan Oblak (Atlético de Madrid), Bono (Sevilla), Unai Simón (Athletic), José Sa (Wolverhampton), Aaron Ramsdale (Arsenal), Alisson (Liverpool), Ederson (Manchester City), Manuel Neuer (Bayern), De Gea (Manchester United) y Edouard Mendy (Chelsea).
Courtois ya se había quedado fuera de los nominados al Balón de Oro y de los premios The Best. Tras la polémica Carlo Ancelotti fue preguntado por este hecho en la rueda de prensa previa al Mallorca - Real Madrid y posterior a la remontada en Champions ante el PSG, en la que Courtois tuvo una actuación notable y no pudo poco menos que reírse.
De hecho, el propio portero tenía su propia versión de por qué estaba fuera habitualmente de estas candidaturas y apunto a la UEFA. Courtois dejó caer en noviembre que la FIFA le había pasado factura en los 'The Best' por la dura crítica que hizo al calendario durante la Liga de Naciones del pasado mes de octubre. "No voy a comentar por qué no estoy nominado para The Best. Creo que es por algo que comenté hace un mes, pero ya está. Que gane al que se lo den. Los premios individuales no son lo más importante", dijo dejando caer su sospecha.
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A lo que se refería el meta blanco es a su dura crítica tras la disputa del tercer y cuarto puesto en la Liga de Naciones. "Este partido por el tercer y cuarto puesto es solo un partido por el dinero y tenemos que ser honestos al respecto. Simplemente lo jugamos porque para la UEFA es dinero extra. Nos vamos a lesionar porque somos robots", criticó con dureza.
En cualquier caso esa facción de "críticos" tendrán ya pocos lugares donde esconderse tras la catarata de títulos, actuaciones magistrales y estadísticas sobresalientes de Courtois. Una de las que mejor le define es su porcentaje de paradas en las finales, en las últimas cinco que ha disputado con el Real Madrid ha parado 23 de los 24 lanzamientos que le han hecho: 3 de 3 contra el Eintracht, 9 de 9 contra el Liverpool (final de la Champions), 6 de 6 contra el Atlético (Supercopa de España), 3 de 3 contra el Athletic (Supercopa de España) y 2 de 3 contra el Al-Ain (Mundial de clubes).