La polémica del partido llegó justo antes del descanso. El Real Madrid se iba a adelantar en la final de la Champions League ante el Liverpool con un tanto de Karim Benzema. El jugador de fútbol francés estaba en una situación irregular, pero esta quedaba anulada después de que Fabinho tocara por último el balón. El tanto debió de subir al marcador, pero primero el árbitro, Clément Turpin, y después el VAR se encargaron de anularlo. El choque llegaba al descanso con 0-0 en el electrónico.
Se trata de la misma jugada que le costó a España la Nations League ante Francia con el gol de Kylian Mbappé. Esa es la jugada que marcó un antes y un después en este tipo de fueras de juego. En la acción de la final de la Champions, Valverde se lanza a por el balón dividido. Lo toca ligeramente antes de que Konaté y Fabinho lleven el rebote otra vez a los pies de Benzema. El jugador francés estaba en fuera de juego porque estaba por delante del penúltimo futbolista después de que Alisson saliera.
Pero estaba habilitado por esta situación concreta del toque de los dos jugadores del Liverpool. La interpretación que ha podido hacer Turpin y el VAR es que es un rebote y no es un despeje cuando llega a Karim, algo que queda claro que no es así cuando son dos los futbolistas del equipo inglés los que entran en contacto con el cuero. El gol debió ser válido y subir al marcador teniendo en cuenta los últimos cambios que se han llevado a cabo en la normativa.
Ambos jugadores del Liverpool se lanzan claramente a despejar el balón. Primero lo despeja Konaté, que llega antes que Fabinho. La mala suerte provoca que la pelota salga disparada del central al centrocampista brasileño. De esta forma, la posesión llegaba a un Benzema que se había quedado en el suelo en situación irregular tras la salida de Alisson. Dos futbolistas estaban por detrás del guardameta, estando uno de ellos por delante del francés.
Esa situación no dejaba ninguna duda. No sucedía lo mismo con los rebotes. Las normas dejan muy abierta la jugada a la interpretación de los colegiados. En función del que esté sobre el campo y en la sala VOR, puede tomar una decisión diferente. Los diferentes analistas arbitrales han interpretado de forma distinta la acción. Lo que está claro es que el tanto no subió al marcador y que el encuentro llegó al descanso con empate a cero.