El 31 de agosto de 2021, a las 23:59 horas, las opciones de ver a Kylian Mbappé fichando por el Real Madrid se habían disipado. Ni los 200 millones que puso el club blanco sobre la mesa valieron para mover al PSG de su postura. Pero un minuto más tarde, a las 00:00 horas del 1 de septiembre, arrancaba otra batalla bien distinta.
La historia llega a su fin. La temporada de Mbappé y el PSG se termina y, a 40 días de acabar su contrato, Kylian ha tomado una decisión: renovar con el club de París. Todo parecía inclinado a favor del Real Madrid hasta hace una semana, pero el jugador faltó a su palabra en el último momento.
El culebrón ha sido largo. Han sido nueve meses de informaciones, declaraciones, enfados, viajes y "nuevos elementos" que lo han removido todo una y otra vez. Con su conclusión, EL BERNABÉU repasa lo que ha dado de sí desde el último verano el culebrón más mediático de la historia del fútbol.
263 días desde el día I. El cierre del último mercado estival confirmaba la permanencia de Mbappé en el PSG, con solo unos meses con contrato por delante. El Madrid tenía el compromiso del jugador de querer vestir su camiseta y pronto volvió la agitación. Karim Benzema, que durante los últimos meses se ha mojado en diversas ocasiones, abrió la veda: "Mbappé jugará en el Real Madrid un día u otro".
En París, el ambiente tras aquellas semanas de incertidumbre de agosto era tenso. Tanto que a Mbappé le recibieron con pitos y abucheos durante varios partidos en su propia casa, el Parque de los Príncipes. A Kylian no se le veía cómodo entonces, siendo 'cazado' durante un brutal enfado con Neymar en pleno partido.
El silencio de Mbappé duró hasta el 5 de octubre. La primera vez que se referió a lo ocurrido en el estío fue en una entrevista con L'Équipe: "Si me hubiese ido en verano, solo habría sido al Madrid", reconocía. En esta charla, el delantero explicó por qué decidió salir del PSG y recalcó que fue en julio cuando dijo a Al-Khelaifi y Leonardo cuál era su deseo.
Octubre y noviembre fueron meses en los que se sucedían guiños madridistas (de Vinicius y otra vez Benzema) y se le veía de risas con Eden Hazard durante un partido de selecciones. El 29 de noviembre acudió a la gala del Balón de Oro, donde quedó 9º en las votaciones, y dejó otra pista de sus planes de futuro: "Mi objetivo es ganar un Balón de Oro o varios, pero hay un proceso para conseguirlo", decía.
Diciembre fue un mes especial porque se publicó un cómic biográfico en el que se veía a un Mbappé soñador. Idealizaba su visita a Valdebebas cuando era un niño y un futuro (que aparentaba próximo) cumpliendo la promesa que se retrata en alguna viñeta: "Cuando sea mayor, jugaré en Real Madrid". En esas fechas, Carlo Ancelotti le dejó un mensaje claro: "Los niños tienen que perseguir sus sueños".
Entre su cumpleaños (20 de diciembre) y fin de año, Mbappé dejó varios mensajes en los medios. Desde su "tengo ganas de viajar, de conocer otros jugadores, culturas diferentes..." que dejó en una revista francesa a su aviso para abrir boca: "En enero no iré al Real Madrid. Tengo que jugar al 100% estos seis meses", que dijo en CNN.
El 1 de enero, Mbappé era por fin libre -de forma oficial- para tomar el timón de su carrera deportiva. Hasta entonces, al PSG le había dado largas para hablar y con el Madrid estaba el tema tranquilo por lo hablado en verano.
El cruce del año
Un factor importante aparcó por semanas, casi meses, el debate del futuro de Mbappé: la eliminatoria entre Real Madrid y PSG en la Champions League. El cruce del año, y no solo el futuro de Kylian ponía el picante. Todos pusieron la cabeza en los octavos europeos, incluido el protagonista de esta historia: "Mi decisión no está tomada y no voy a ir ahora a hablar con el rival", decía a inicios de febrero el delantero galo.
12 de febrero. Primer asalto y victoria de Mbappé. El PSG ganó 1-0 al Madrid con un gol de Kylian en el último instante del partido. Al-Khelaifi sacaba pecho, aunque con el temor siempre presente de que su héroe se podía pasar al rival meses después. Leonardo, ante de la vuelta, lanzaba esperanza: "Mientras no haya firma lo intentaremos todo".
9 de marzo. Segundo y último asalto. La noche arrancó para Mbappé con la promesa del público del Santiago Bernabéu de cariño eterno si sus caminos se juntaban meses más tarde. Y en el coliseo blanco volvió a ser el mejor... hasta que sucedió la magia. Benzema, el madridismo y la Champions le confirmaban todo: el lugar era Madrid.
La eliminación europea cayó como un jarro de agua fría en París. La afición volvió a la carga, aunque ahora Mbappé era el salvado. Neymar, Messi, Leonardo, Al-Khelaifi... el proyecto del PSG se desmoronaba y Mbappé no podía ocultar su enfado. Ni en el campo ni en la concentración de Francia, donde era 'cazado' comentándole a Pogba que estaba "un poco harto...". Thierry Henry, en otra entrevista, le despedía con un 'hasta luego' en perfecto español como guiño al Madrid.
Entró abril y todo se calentó de verdad. La bomba la soltó el propio Mbappé: "No he tomado la decisión, pero sí hay elementos nuevos". Esos 'elementos nuevos' tenían que ver con los derechos de imagen y es que esa ha sido su obsesión y de su entorno durante el último año. Tanto que tiene una guerra abierta con la FFF.
Presiones en Francia y Qatar
Las presiones en abril y en mayo han sido bestiales hacia Mbappé. Emmanuel Macron, presidente de la República Francesa, decía en público lo importante que era renovar a Mbappé: "Hay que luchar para que se quede en la Ligue-1 y siga en París", decía. En privado ha habido varias llamadas de este, y otros personajes como Nicolas Sarkozy, pidiendo personalmente a Kylian su renovación.
El otro foco de las presiones ha estado en Qatar, con el emir Tamim bin Hamad Al Thani siguiendo al frente tras rechazar los 200 'kilos' del Real Madrid en verano. Por Doha, capital qatarí, pasó la madre, Fayza Lamari, y el hermano, Ethan, algo que quedó demostrado por una storie publicada en redes por el pequeño de las Mbappé. El viaje, a priori por vacaciones, hubo reuniones con el PSG.
A finales de abril se despertó cierto optimismo en Francia con la renovación de Mbappé. "En Madrid están seguros desde hace tres años de que Kylian terminará en el Real. Y quizá...", decía Leonardo. Y sí, en Madrid estaban tranquilos. Más aún cuando la madre de Mbappé desmentía públicamente una información que anunciaba un acuerdo Mbappé-PSG.
Un viaje, cajas de mudanza y el final
Las últimas dos semanas han sido de locura total. Cajas de mudanza y un viaje inesperado de Mbappé a Madrid descolocaban a todos. Solo estuvo 24 horas en la capital española, comiendo y cenando junto a compañeros como Achraf, Sergio Ramos y Keylor Navas. Su siguiente paso, decir que su decisión estaba "casi tomada" en la gala de los premios de la Ligue-1 -seis días después-, era casi igual de impredecible.
El viaje de Mbappé a Doha con el PSG y las declaraciones de Lamari en un medio egipcio, anunciando que había acuerdo con el Madrid y el club de París, han sido los últimos capítulos de esta larga historia. Una semana antes se tenía la palabra del jugador para su fichaje, pero la siguiente comunicación de la madre era que su hijo se lo estaba pensando. 72 horas después, el desenlace es el ya conocido por todos.