El camino del Real Madrid hasta la final de París tiene dos protagonistas: uno es Karim Benzema y el otro Rodrygo Goes. 13 de los 14 goles anotados por el equipo blanco en las eliminatorias corresponden a ellos. Lo del francés es histórico y el brasileño vuelve a hacer justicia a su apodo de Mr. Champions.
Su doblete en 89 segundos en el descuento contra el Manchester City ya forma parte de la leyenda del Real Madrid. Nadie antes había hecho un doblete en el tiempo de añadido en una eliminatoria de Champions. Le bastaron dos toques, uno con la derecha y otro de cabeza, para forzar una prórroga de la que todos conocían su resultado.
"No me creía lo que estaba pasando", dijo Rodrygo tras el partido. "Con esta camiseta aprendemos a pelear siempre hasta el final. Estábamos casi muertos, pero con mi primer gol ahí… no sé, empezamos a creer un poco porque ya pasó otra vez", añadió. Su mejor noche con la camiseta blanca es la consecuencia de su mejor momento con ella.
Rodrygo lleva 10 goles en la Champions, más que lo suman los anotados en el resto de competiciones que ha jugado con el Real Madrid (7). Tiene una conexión con el torneo más especial de todos que saca su "mejor versión", como reconocía ayer. Sintió que había sido elegido: "Dios me miró y me dijo: 'Hoy es tu día'".
La fe de su familia
Esa fe que demostró tras el milagro contra el City es la misma que le guió hasta ese momento. Hasta en las más complicadas mantiene esa mentalidad inculcada por su familia. Un mensaje de su padre de hace un año se acabó convirtiendo en profecía de la carrera de su hijo.
Fue tras la eliminación a manos del Chelsea en las semifinales de la Champions del pasado curso. Rodrygo apenas disputó 15 minutos de aquella eliminatoria y el Real Madrid cayó eliminado al perder 2-0 en la vuelta. Eric Batista, padre del delantero brasileño, se pronunció en redes esa misma noche para empezar a levantar a su menino.
"Salmos 30:5 Por la noche durará el lloro y a la mañana vendrá la alegría". El mensaje, correspondiente a un fragmento de una poesía religiosa hebrea, cobró más sentido que nunca este miércoles. Igual que la foto de un Rodrygo niño vestido de pies a cabeza del Real Madrid. El que un día celebró como loco el gol de cabeza de Sergio Ramos en La Décima se convirtió en héroe del madridismo ayer.
Es la Champions de Rodrygo, con permiso de Benzema. Las dos prórrogas en las que luego el Madrid pegó con el mazo fueron forzadas por sus goles. Ante el Chelsea solo necesitó un golpe al balón para marcar cuando no llevaba ni 120 segundos sobre el césped del Santiago Bernabéu. Ante el City rebajó la marca entre gol y gol.
Está de dulce el menino, que ha visto esta temporada como su amigo Vinicius explotaba definitivamente para pasar a ser crack del equipo. Rodrygo, un año menor, se ha salido como revulsivo y está para más. Su último mes da para abrir el debate sobre el ataque del Real Madrid de la próxima temporada pese a la incorporación de Kylian Mbappé.
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