Las carreras de Aurelien Tchouameni y Eduardo Camavinga, hasta este punto, han tenido ciertas similitudes. Las más obvias son su nacionalidad, francesa, y su posición en el terreno de juego, la de centrocampista. La siguiente en darse podría ser el club en el que ambos jugaran: el Real Madrid.
Tchouameni es uno de los objetivos del Real Madrid para el próximo verano. El club le ve como el recambio ideal para Casemiro, que en febrero cumplió 30 años, y está en la pelea por su fichaje. El problema es que en el orden de prioridades, al futbolista del Mónaco no le queda otra que estar por detrás de dos auténticos galácticos: Mbappé y Haaland. Con el primero cerrado, los esfuerzos se centran en el segundo.
Si fichar a Haaland no está siendo sencillo, lo de Tchouameni lo sería aún menos en caso de lograr la firma del noruego. El Madrid hace cábalas para dar un golpe histórico en el mercado de fichajes, pero para traer a los tres (más algún fichaje de perfil más bajo: Fran García, para el lateral izquierdo) hace falta hacer grandes ventas.
Mientras tanto, hay otros equipos que pujan fuerte por Tchouameni. Lo hacen sobre todo desde la Premier League y el PSG, club al que propio jugador le lanzaba un guiño público este fin de semana. Sabe que el Madrid le quiere y, en una cumbre celebrada a finales de enero, él y su entorno quedaron impresionados por el proyecto blanco. Ahora le toca tomar una decisión.
El ejemplo de Camavinga es el más parecido al de él. También el Real Madrid le sedujo pronto y también tuvo sobre la mesa mejores ofertas económicas, como la del PSG o algún club inglés. Pero Camavinga antepuso el Madrid a todo, tanto que estuvo dispuesto a aplazar su salida del Rennes un año, de 2020 a 2021. El gesto fue recompensado por el club blanco, que le fichó el último día del pasado mercado de verano.
Está por ver si Tchouameni está dispuesto a tanto como Camavinga para jugar en el Real Madrid. El problema, en su caso, es que tiene 22 años (no los 17 de su compatriota en verano de 2020) y cree que es hora de jugar en un club grande de Europa.
Monitorizados hace años
Lo de Tchouameni y el Madrid viene de lejos, como era el caso de Camavinga. Igual que 'Edu', como le llaman en el vestuario blanco, el club le empieza a monitorear a finales de 2018. Su exagente Gregoire Akcelrod reveló en MARCA en octubre de 2021 que fue otro representante, de un jugador francés del Madrid, el que pone el nombre de Tchouameni en órbita de los merengues. Entonces todavía jugaba en el Burdeos.
Por aquella época, el Madrid también estaba impresionado por la irrupción de un jovencísimo Camavinga que con 16 años firmaba su primer contrato profesional. Con perfiles diferentes, coincidirían poco tiempo en la Sub21 de Francia hasta que Tchouameni se asentó en la absoluta. Que el ex del Rennes le siga los pasos es cuestión de tiempo.
Ambos se mantuvieron en la agenda blanca con los años, pero fue Camavinga el que fichó antes por la oportunidad de mercado que era contratarle con solo un año de contrato por delante. Costó poco más de 30 millones cuando Tchouameni se iba por encima de los 60, como sigue ocurriendo. El precio de venta del Mónaco es la gran barrera por el joven Aurelien.
Lo de Tchouameni se decidirá pronto: o ficha por otro club y se da carpetazo al asunto o espera al Real Madrid. En el club blanco le quieren ya, pero está condicionado todo a las salidas que se produzcan. Hay culebrón.
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