David Alaba (Viena, Austria; 1992) es mucho más que un central. Más que un lateral o un mediocentro, donde también puede jugar. Es un futbolista capaz de recorrer todo el campo y sumar en ataque pese a tener una posición tan retrasada en él. Dos goles y tres asistencias en 17 partidos con el Real Madrid lo acreditan. Este miércoles, ante el Sheriff Tiráspol, el austriaco dio su último recital.
El peor punto de todos es que Alaba acabó lesionado tras sentir molestias en su rodilla izquierda, como confirmó en rueda Carlo Ancelotti y a su vez dijo que tiene esperanzas de poder contar con él el domingo contra el Sevilla. El alcance de sus problemas físicos se conocerá este jueves, aunque la preocupación inicial se fue rebajando. Lo mejor fue todo lo que hizo en el campo durante los 64 minutos previos a su lesión.
Cuando Alaba está en el campo, el Madrid es mejor. Que se diga eso con un central, un perfil más centrado en salvar los muebles que en hacer jugar bien, dice mucho del futbolista vienés. Indiscutible en el esquema de Ancelotti, en tiempo récord se ha convertido en uno de los pilares del líder de La Liga.
Hace un año se hablaba de Alaba como uno de los grandes objetivos del Madrid para el verano. Su 'no' a la renovación con el Bayern de Múnich ya era definitivo y los blancos eran los favoritos a su fichaje aunque rondaban en el aire otros nombres como el Chelsea o el Barça (antes de descubrirse la verdadera situación del club). Alaba lo tenía claro, se iba para jugar en el Madrid. En enero selló su acuerdo.
El fichaje de Alaba era muy importante. Primero porque llegaba un futbolista contrastado y segundo porque lo hacía libre. De haber tenido contrato en Baviera por dos o tres años más, nadie duda que su contratación se habría disparado por encima de los 50 millones de euros. Libre no es gratis (hay primas y un salario situado en los 12 'kilos' netos), pero no deja de ser un factor clave en vistas del mercado actual donde mandan los petrodólares y los clubes ingleses.
Tardó poco en generar buenas vibras en la afición del Madrid al recoger el '4' que dejó libre Sergio Ramos. En sus primeros partidos convenció del todo de que había sido una de las mejores operaciones del último mercado de fichajes.
El arrepentimiento del Bayern
Esta semana, precisamente, una leyenda del Bayern como Karl-Heinz Rummenigge hablaba con total sinceridad sobre la salida de Alaba: "Básicamente, creo que todo el mundo está de acuerdo en que esta salida no debería haberse producido. No lo olvides, el chico creció en el Bayern Múnich. Jugó allí durante 13 años y siempre ha sido una parte importante del ADN del Bayern".
Y añadió: "Desafortunadamente, todo se atascó un poco en algún momento. Ya sea económicamente o atmosféricamente. Eso es difícil de evaluar ahora. Lo principal es que, lamentablemente, ya no está allí. Creo que esta salida al menos no ha sido debidamente compensada. Creo que en el caso de Alaba todos hicimos todo. Desafortunadamente, todo el asunto se atascó en alguna parte. Y llegó a la conclusión de que quería dejar el club porque obviamente tenía una oferta muy interesante del Real Madrid".
Planes para 2022
Alaba ha caído de pie en el Madrid y, además, ha señalado el camino a seguir en próximas ventanas de traspasos. El mercado de jugadores libres es ahora una oportunidad interesante para reforzarse y, de cara al verano de 2022, el club blanco ya tiene señaladas algunas opciones como Antonio Rüdiger o Paul Pogba. El 'efecto Alaba' funciona.
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