Eden Hazard sigue viviendo una montaña rusa, un camino de altibajos que mantiene en vilo a la afición del Real Madrid. Unos siguen esperando su mejor versión mientras que otros prefieren verle ya fuera del club y asumir que ha sido una de las mayores decepciones que han vivido en los últimos años. Sin embargo, el '7' no se rinde y quiere seguir peleando por intentar mostrar su mejor versión.
Será difícil volver a ver al Hazard que enamoraba a Europa en el Chelsea, algo que él mismo ha confesado después de dos años de duras lesiones, pero lo cierto es que por momentos, cuando consigue soltarse, recuerda mucho a ese gran jugador. Así lo ha demostrado en el último partido que ha disputado con la selección belga y que le ha hecho recuperar la sonrisa.
El extremo disputó un total de 73 minutos en la victoria por 2-5 del equipo de Roberto Martínez ante la selección de Estonia siendo uno de los grandes artífices del triunfo con su gran partido. Hazard y Lukaku desmontaron a un rival a priori sencillo, pero que comenzó poniéndoles las cosas muy difíciles gracias a un golazo de Käit desde fuera del área ante el que nada pudo hacer Courtois.
Hazard se puso el mono de trabajo, pero también el traje de fiesta, para dar un auténtico recital en el primer tiempo. Apareció en cualquier zona del campo, creando desequilibrio por dentro y por fuera, encarando y dejando atrás rivales con una facilidad que hacía años que no se le veía. El duelo ante el conjunto estonio ha sido una de las mejores noticias que ha tenido en las últimas dos temporadas.
Tanto es así que contribuyó a la remontada de forma directa asistiendo a Vanaken para que hiciera el empate mediado el primer tiempo. Gran jugada por la banda derecha, apurando la línea de fondo y poniendo un centro sutil y medido para que su compañero la empujara de cabeza al fondo de la red.
Con el brazalete de capitán y totalmente crecido, Hazard recuperó la sonrisa en un partido que sin duda vuelve a ayudar a que aquellos que habían perdido su fe y su esperanza en la estrella belga, vuelvan a recuperarla o al menos a intentarlo, ya que Hazard sigue demostrando tener chispazos de auténtico genio que solo necesitan cierta continuidad para ser diferenciales.
Se siente en deuda
Lo que muchos esperan y demandan es que Hazard sea capaz de hacer este tipo de partidos también con el Real Madrid. La temporada con el conjunto blanco ha empezado de aquella manera. Buena puesta en escena ante el Alavés con un partido más que aceptable junto a Bale y Benzema, pero de nuevo mala imagen ante el Levante, lo que le llevó a ser uno de los señalados tras el empate.
Carlo Ancelotti, que parece estar dispuesto a no casarse con nadie, le tomó la matrícula y le sentó en el duelo contra el Betis que se saldó con victoria blanca. De momento, es el único jugador de la teórica delantera titular que no ha marcado y ya ha visto como Vinicius, autor de tres goles en tres jornadas, le ha tomado la delantera por méritos propios.
Hazard, tal y como ha reconocido él mismo recientemente, se siente en deuda con el club y con la afición después de la potente inversión económica que se realizó en el fichaje de un jugador que terminaba contrato. Algo muy similar a lo que se pretendía hacer ahora con Mbappé. Sin embargo, su rendimiento, marcado por sus continuas ausencias por lesión, ha distado a años luz de lo esperado.
Ahora, en esta temporada que acaba de superar un mercado de fichajes clave para él, tiene su última oportunidad para intentar triunfar en el Real Madrid y para ganarse un hueco que hasta el momento no se ha correspondido con la gran apuesta que ha hecho la entidad madridista por él, sobre todo a nivel financiero.
La última oportunidad
Y esa gran última oportunidad de la que dispone Hazard tiene dos nombres. El primero de ellos es el de Kylian Mbappé. El jugador francés ha estado a punto de llegar al Real Madrid para ser la estrella del equipo, lo que hubiera desplazado totalmente al belga, que habría quedado relegado por detrás de Benzema y de otros nombres como Bale o Vinicius. Sin Mbappé, quien sellará su llegada en enero para aterrizar en junio en la 'Casa Blanca', a Hazard le quedan unos meses pare demostrar que merece un hueco.
Y el otro gran nombre que es clave para él es el del mercado. Ya en esta ventana de fichajes ha sonado para abandonar el Real Madrid. Cuanto más caliente se ponía el tema Mbappé, más se acercaba la posibilidad de una salida e incluso se llegó a especular con una cesión a la Juventus. Si Hazard no consigue demostrar de una vez por toda su valía y paga así su deuda con el club y el madridismo, su nombre será protagonista en la próxima ventana estival de fichajes casi con total seguridad, incluso aunque la llegada de Mbappé no se produjera.
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