Sergio Ramos fue presentado el 8 de septiembre de 2005 como nuevo jugador del Real Madrid tras unas largas negociaciones con el Sevilla. Finalmente, el club blanco pagó 27 millones de euros y Florentino Pérez consiguió a su primer galáctico español. Casi 16 años después, este 17 de junio de 2021, presidente y futbolista escenificarán el fin de la etapa de Sergio Ramos tras 22 títulos y varios pulsos a la entidad en los siempre difíciles procesos de renovación.
Aquel fichaje por el Real Madrid, mal 'explicado' por el Sevilla, le costó a Sergio Ramos su primer divorcio futbolístico. La afición del club en el que se había criado y del que había sido aficionado desde pequeño jamás le perdonó su marcha cuando solo tenía 19 años. José María del Nido, presidente por aquel entonces del Sevilla, traicionó al jugador al mentir y decir que Sergio Ramos pagó la cláusula de rescisición. Nada más lejos de la realidad, ya que la operación fue un traspaso después de que ambas entidades llegaran a un acuerdo.
Ahí comenzó la inquina de un amplio sector del sevillismo hacia su hijo pródigo. A pesar de ello, Ramos ha intentado durante todos estos años acercarse a su exafición con declaraciones y gestos de cariño hacia el club en el que debutó. Ahora, 16 años después, vivirá su segundo divorcio, aunque este será muy distinto y se escenificará como una separación bien avenida y de mutuo acuerdo con el Real Madrid.
4 Champions, 4 Mundiales de Clubes, 3 Supercopas de Europa, 5 Ligas, 2 Copas del Rey y 4 Supercopas de España acompañarán a Sergio Ramos en su despedida. Vestido de blanco no solo ha logrado sus mayores éxitos, sino que también ha proyectado su figura internacionalmente hasta ser un habitual del equipo ideal del año de la FIFA y de los nominados al Balón de Oro, trofeo con el que más de una vez incluso soñó.
Ramos alcanzó la gloria con el Real Madrid y con la Selección. Se convirtió en uno de los pilares fundamentales de la España campeona de Europa en 2008 y 2012 y campeona del mundo en 2010. Con el paso de los años fue adquiriendo unos galones que le llevaron a suceder a Iker Casillas como capitán tanto del equipo blanco como del combinado nacional. Sergio estaba en la cima.
Pero si llegar es difícil, mantenerse lo es aún más. Sin embargo, Ramos lo consiguió con una facilidad pasmosa. Para la historia quedarán muchos momentos, pero, sobre todo, su gol al Atlético de Madrid en el minuto 93 de la final de Lisboa y su tanto que abrió el marcador en la de Milán contra el mismo rival. Sergio Ramos es, y siempre será, el héroe de La Décima. Por encima de todo y de todas las cosas.
Sin embargo, todo tiene una cara amarga y en sus casi 16 años con el Real Madrid fueron varios los momentos de tensión que vivió en el club. Intachable dentro del campo, las renovaciones de Sergio Ramos con la entidad blanca siempre estuvieron marcadas por la polémica y las filtraciones del entorno del futbolista.
Las heridas del pasado
Un divorcio no se produce, en la mayoría de los casos, por un solo motivo, sino que es el resultado de un cúmulo de situaciones que van tensando la cuerda hasta que se rompe. Y eso es lo que le ha pasado a Sergio Ramos, pero para comprender su marcha ahora y el porqué hay que echar primero la vista atrás.
En el verano de 2015 se produce la primera gran amenaza de Sergio Ramos. Convertido en héroe tras su gol en La Décima, el defensa cree oportuno una renovación al alza. A los medios de comunicación llega un interés del Manchester United y el entorno del andaluz, encabezado por su hermano y representante René, presiona, en exceso, a Florentino Pérez a través de noticias, tertulias y programas de televisión.
Esta es la primera renovación de Ramos convertida en una especie de Gran Hermano futbolístico. Finalmente, el andaluz termina extendiendo su contrato y vuelve a jurar amor eterno al Real Madrid tal y como repetiría en 2019 durante el siguiente capítulo de la serie que finaliza ahora con la separación de su camino del de la entidad merengue.
Ese mes de mayo en 2019 estalla la nueva bomba de la factoría de René. Hay una oferta procedente de China y Sergio Ramos quiere marcharse gratis del Real Madrid. Florentino Pérez se niega y arregla la situación en una conversación con el capitán que termina siendo una especie de charla entre padre e hijo.
Sergio Ramos, ante la gravedad de la situación y del debate generado en la opinión del madridismo, se ve obligado a salir en una rueda de prensa especial y explicar lo que ha pasado. Es ahí donde suelta aquel "jugaría gratis en el Real Madrid" que tanto le ha perseguido durante los últimos meses.
En el club nunca han gustado las formas que ha tenido René Ramos a la hora de afrontar las renovaciones de Sergio. Tampoco algunas actitudes del ya excapitán. Filtraciones, mensajes a través de periodistas, amenazas y una guerra de desgaste que se ha encrudecido en este último capítulo y que distan mucho de las negociaciones que se han tenido con otros grandes jugadores como Modric o Benzema.
Con Ramos todo siempre fue distinto. Lejos de la confidencialidad con la que se han llevado otras extensiones o mejoras salariales, cada cierto tiempo el Real Madrid se veía envuelto en una especie de batalla por el contrato de Sergio.
Los últimos meses de Ramos
Y de los antecedentes viajamos al presente y al motivo que ha puesto fin a la carrera de Sergio Ramos en el Real Madrid. Todo comenzó el 30 de diciembre en un hotel de Elche. Florentino Pérez se reúne con el capitán en las horas previas a un partido y le expone el tema de su renovación, ya que su contrato terminaba solo 6 meses después.
El presidente del Real Madrid le hace saber que el club blanco le ofrece un año más de contrato, que pueden ser dos si juega un número determinado de partidos, y con el mismo sueldo que tiene, 12 millones de euros netos, menos el 10% por las consecuencias de la pandemia. Esa rebaja es la que se quiere volver a aplicar a la plantilla y que los propios ejecutivos blancos han aceptado también.
Sin embargo, Florentino Pérez se encuentra con la negativa del capitán. Sergio Ramos negoció esa rebaja del 10% en la temporada 2019/2020 cuando el fútbol tuvo que parar por el coronavirus y el confinamiento, pero ahora no solo no está dispuesto sino que ejerce presión sobre sus compañeros para que tampoco lo acepten.
Esa actitud de Ramos se sintió como una traición y como un acto de irresponsabilidad hacia el club. La guerra fría entre el capitán y la entidad había pasado a un nuevo nivel. La situación a la deriva comienza entonces a ser incorregible. Además, un 'me gusta' de su hermano René a un tuit sobre la renovación del defensa aviva más las llamas. Empieza de nuevo una cascada de filtraciones que, lejos de ayudar, empeora la imagen del futbolista y tensiona aún más la cuerda.
En pleno enroque de Sergio Ramos llega su lesión de menisco. Otro momento importante de este adiós. El central solo disputa 5 partidos en todo el 2021 y contra el Chelsea, en las semifinales de la Champions, se ve que no está bien físicamente. De hecho, no vuelve a jugar y se termina perdiendo la Eurocopa al ser descartado por Luis Enrique ante la sorpresa de todos.
Durante su baja se produce la explosión de Militao como un central top y de garantías. Nacho también saca matrícula de honor y el Real Madrid aprende a vivir sin Sergio Ramos. La posición del andaluz en las 'negociaciones' es más frágil que nunca. Entre comillas porque el club blanco en todo este proceso le dijo siempre que esa era la oferta y que, por la situación económica, no se podía subir. Es decir, que iba a ser la única propuesta.
Esto se lo repite Florentino Pérez en la época que está lesionado y en que parece más cerca que nunca un acercamiento, sin embargo, Ramos sorprende al presidente al afirmar que se marcha y que planifique la siguiente temporada sin él. Todo es cordial. No hay reproches.
El Real Madrid es entonces cuando se lanza a por David Alaba, el polivalente jugador del Bayern Múnich que termina contrato. El club blanco cierra su fichaje y Sergio Ramos, que creía que la entidad merengue daría su brazo a torcer y le realizaría una nueva propuesta, empieza a ver que su órdago no ha sido una buena estrategia.
En mitad de toda esta vorágine hay que dar otro salto temporal para entender un momento en el que la cuerda entre Ramos y el Real Madrid se resquebraja aún más. Esto sucede cuando el central acude a la llamada de la Selección a pesar de no estar recuperado y se termina rompiendo de nuevo. Sucede durante el mes de marzo y esta nueva lesión hace que se pierda toda la parte clave de la temporada con su equipo.
Ramos quiso mostrar ahí su compromiso con Luis Enrique antes de la Eurocopa y terminó fuera tanto del Real Madrid como de la Selección. Lógicamente, esto fue como un nuevo final de su etapa vestido de blanco, aunque cierto es que ha habido varios hasta no existir marcha atrás posible.
El Real Madrid tampoco entendió el empeño del futbolista en jugar también los Juegos Olímpicos en una temporada tan exigente con Eurocopa incluida. Esto ocurrió al principio de esta guerra fría, pero que fue como un tirón más de la cuerda por parte del camero.
El capítulo final
Que el 2021 es el particular annus horribilis de Sergio Ramos nadie lo duda. Todo lo que le podía salir mal, le salió peor. La fortuna le abandonó a sus 35 años y es que hasta la suerte le ha dado la espalda a un futbolista con una estrategia errante y demasiado arriesgada si es que lo que quería realmente era continuar en el Real Madrid hasta retirarse y superar el récord de títulos de Paco Gento.
Sergio Ramos durante las últimas semanas no cogió el teléfono tampoco para intentar arreglar todo aunque fuera a la desesperada. Quizá por orgullo o por vergüenza a reconocer que se había equivocado en el pulso que había echado ya no a Florentino Pérez sino a todo el club.
Y así se llegó a la semana decisiva. El Real Madrid comenzó a preparar el acto de despedida de Sergio Ramos, ya que el camero había anunciado varios meses atrás que no continuaría, y el capitán se dio cuenta de que ya no volvería lucir el brazalete y de que el divorcio era un hecho.
Con un futuro incierto y con la añoranza del pasado, Sergio Ramos y Florentino Pérez escenificarán junto a los 22 títulos del jugador la separación. No habrá, porque no hace falta, ni firma del divorcio, ya que el andaluz termina contrato el próximo 30 de junio y ahora será libre para volar donde quiera.
Una separación no deseable por ninguna de las partes, pero imposible de evitar debido a una sucesión de órdagos que fue desgastando la relación hasta hacerla inviable por la negativa de Sergio Ramos a aceptar la oferta del Real Madrid para esperar una mejor propuesta que nunca llegó. El adiós será cariñoso y con amor, sin reproches y con las miradas cómplices de los que ganaron y disfrutaron juntos, pero que ahora separan sus caminos para comenzar una nueva vida.