El Real Madrid quiere ir hasta el final a por La Liga. La victoria contra el Granada es el 16º partido consecutivo del campeonato sin conocer la derrota para los blancos. La presión es máxima y ahora toca esperar que el Atlético de Madrid flaquee por los nervios contra Osasuna o Valladolid. Mientras tanto, Zinedine Zidane y su equipo parecen capacitados para competir sean las circunstancias que sean.
La visita al Granada no era especialmente sencilla. Las lesiones, el cansancio por el calendario y el enfado por los arbitrajes eran suficiente como para generar un dolor de cabeza en el Madrid. Lejos de verse afectado, el conjunto merengue salió a morder desde el principio y encarriló el partido rápido. Lo decía Rodrygo tras el partido: "El año pasado fue así también. Pelearemos hasta el final y creo que podemos ganar".
Zidane ha convencido a sus jugadores que La Liga es posible. El año pasado se remontó tras el parón y esta se está haciendo desde la derrota contra el Levante del pasado 30 de enero. Desde entonces, el Madrid solo se ha dejado diez puntos en el camino y el Atlético ha dejado escapar 21. Llegados a este momento, a solo dos puntos de distancia, en el Madrid están convencidos de que los nervios pueden hacer mella en los de Simeone.ç
En lo que respecta a lo que sí pueden tener el control en el Madrid, no parece que Zidane esté notando la presión. Va a lo suyo y así quedó demostrado ayer nada más ver el once titular con el que salía el entrenador francés: dos canteranos en los laterales, Kroos descansando por el agotamiento y Rodrygo y Vinicius en lugar de Asensio y Hazard, los teóricos titulares. Y le salió bien.
Mentalidad de 2017 y 2020
En el vestuario todos se vuelven a sentir importantes, como ocurrió en La Liga de 2017 y como pasó en 2020. La mentalidad es la misma, lo que pasa que ahora se lucha contra lo más difícil que es no depender de sí mismo con solo seis puntos en juego. Pero Zidane consigue, prácticamente, que salga el que salga rinda. Miguel Gutiérrez se coronó y Odriozola, que volvió a marcar, sigue dándolo todo. Son solo dos ejemplos.
Y no hay que olvidarse de Luka Modric, que a sus 35 años, en una temporada tan agotadora, volvió a jugar los 90 minutos sin parar de correr. Todos están dispuestos a exprimirse al máximo, lo que aumenta la presión para un Atleti amenazado con sufrir su propio 'Tenerife' en las dos últimas jornadas.
Porque el Madrid se ha acostumbrado a luchar contra todo y contra todos. Da igual que las bajas hayan superado esta temporada las 60, que la defensa no disponga actualmente de ninguno de los a priori titulares, que contra el Sevilla la polémica le privara de ser ahora el líder. El equipo está dispuesto a sobreponerse a lo que sea, como la lesión de Marvin de ayer, las duras entradas del Granada o el 1-2 que metió presión.
"Lo único que podemos hacer es seguir presionando al Atlético y esperar que no ganen. Demostrar que estamos cerca y que no tienen margen de error", decía Thibaut Courtois, que no deja de parar, tras el partido. El mensaje para el Cholo y los suyos está claro.
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