El Real Madrid minimizó daños contra el Chelsea en la ida de las semifinales gracias a un gol de Benzema que frenó el ímpetu inicial de los blues, que se habían adelantado con un tanto de Pulisic y que perdonaron varias ocasiones para haber conseguido una mayor ventaja. El 1-1 final deja al equipo de Zidane con vida, pero en desventaja en la eliminatoria y con la obligación de marcar en Stamford Bridge para llegar a la final de la Champions. [Narración y estadísticas: Real Madrid 1-1 Chelsea]
Una obra de arte de Benzema, un paradón de Courtois y una nueva exhibición de Militao sirvieron a los blancos para aguantar el chaparrón, y es que cómo llovió en Valdebebas, para seguir con la ilusión de levantar una nueva Champions. La velocidad del Chelsea con un incisivo Pulisic volvió loco al Real Madrid en la primera parte, aunque entre el desacierto de Werner y el corazón que pusieron los blancos la eliminatoria quedó completamente abierta.
El guion cambió en la segunda mitad y las fuerzas se igualaron. El Chelsea no pudo correr tanto y el Real Madrid fue creciendo tanto que pudo hasta ganar el encuentro y haberse llevado una pequeña ventaja a Inglaterra. Sin embargo, no fue así y el peligro para la vuelta estará en los riesgos que tendrá que tomar el conjunto blanco desde el primer minuto para llegar a Estambul.
El Chelsea demostró ser un nuevo equipo con Tuchel, mucho más sólido y con un Kanté omnipresente. Pero la resistencia del Real Madrid es infinita en la Champions y, además, con su experiencia hizo que el bellísimo tanto de Benzema sirva para ver el vaso medio lleno, aunque lo que parece vacío es el tanque de gasolina del equipo debido a un exigente calendario y a la plaga de lesiones que han lastrado a la plantilla madridista durante la temporada.
El Chelsea en tromba
Tanto Zidane como Tuchel apostaron por el 3-5-2 como sistema y centraron la batalla en la medular con Casemiro y Kanté como centuriones, donde la omnipresencia del galo decantó la pelea para los blues aunque no fuera por KO y sí a los puntos. El Chelsea mostró su personalidad desde el primer momento y, aunque cedió la pelota al Real Madrid, era más profundo que el conjunto blanco.
Las salidas en tromba del Chelsea eran incontrolables para los de Zidane. En una de ellas, y tras una pérdida de Casemiro, llegó el primer aviso inglés con una gran dejada de Pulisic que Werner desaprovechó a bocajarro ante un Courtois que sacó un pie milagroso. Un aviso que solo sería un preámbulo de lo que sucedería en el minuto 14.
El Chelsea consiguió golpear primero con un balón de Rudiger a las espaldas de Nacho y Varane para Pulisic. El estadounidense se armó de paciencia para esperar, regatear a Courtois, centrar su posición y marcar finalmente el 0-1 con los dos centrales madridistas bajo palos.
Demasiado fácil para un Chelsea que tuvo al Real Madrid grogui durante un buen tramo hasta que Benzema despertó al equipo blanco. Los blues no aprovecharon el momento de debilidad de los de Zidane y el crack francés se inventó un disparo al palo que espoleó al 13 veces campeón de Europa.
Benzema da vida
El partido, que no pintaba bien, lo consiguió empatar el Real Madrid antes de que se cumpliera la primera media hora gracias a una nueva genialidad de Benzema en una jugada ensayada. Córner en corto que termina con un centro de Marcelo y una doble prolongación de Casemiro y Militao hasta que termina la pelota en el '9' que, tras controlar y colocársela casi sin espacio, se saca una gran volea para poner el 1-1.
La caída del diluvio universal sobre la capital de España frenó el ritmo del encuentro, aunque las llegadas del Chelsea seguían siendo más claras y siempre con superioridad numérica. La velocidad de Mount y Pulisic se había convertido en un dolor de cabeza para los blancos que se sentían más cómodos con las jugadas en estático ya que sufrían mucho con las transiciones.
El gran señalado de la primera parte fue Marcelo, que sigue manteniendo una zurda exquisita para los centros pero al que el físico, ahora mismo, no le da para defender en este tipo de partidos tan exigentes. El Real Madrid sufrió a la espalda del brasileño y por ahí encontró el Chelsea una autopista directa a la portería defendida por Courtois.
Control de daños
Lo mejor de que llegara el descanso para el Real Madrid fue el resultado. El equipo de Zidane continuaba en la eliminatoria gracias a su coraje y a la inspiración de Benzema. El Chelsea perdonó en exceso y en la segunda mitad las fuerzas ya no eran las mismas, por lo que el partido se igualó.
El Real Madrid fue creciendo y los entrenadores movieron ficha. Zidane metió a Hazard por un desaparecido Vinicius y Tuchel quiso volver a la intensidad inicial con un triple cambio y dando entrada a Havertz, Ziyech y James. Cualquier detalle podía inclinar la balanza hacia uno u otro lado y con ello dar un buen bocado a la eliminatoria.
Los minutos fueron pasando mientras las fuerzas iban flanqueando. El Real Madrid buscó oxígeno en las piernas frescas de Odriozola y Asensio, aunque las llegadas del Chelsea ya no eran tan claras como en el primer acto y se trataban más de acciones individuales.
El equipo de Zidane apretó en el tramo final y tuvo sus opciones con Hazard contemporizando y el buen golpeo de Kroos en las jugadas a balón parado. Sin embargo, el marcador no se movió más en el Estadio Di Stéfano y todo quedó pendiente de resolverse para la próxima semana en Stamford Bridge.
Real Madrid 1-1 Chelsea
Real Madrid: Courtois; Carvajal (Odriozola, 77'), Militao, Varane, Nacho, Marcelo (Marco Asensio, m.77); Casemiro, Kroos, Modric; Vinicius (Hazard, 65') y Benzema (Rodrygo, 90+')
Chelsea: Mendy; Azpilicueta (James, 66'), Christensen, Thiago Silva, Rudiger, Chilwell; Kanté, Jorginho; Mount, Pulisic (Ziyech, 66') y Werner (Havertz, 66').
Goles: 0-1, 14' Pulisic; 1-1, 29' Benzema
Árbitro: Danny Makkelie (HOL). Mostró cartulina amarilla a Vinicius (27'), Kroos (60'), Marcelo (65'), Varane (78') y Odriozola (89'), por el Real Madrid; y a Pulisic (38'), por el Chelsea.
Incidencias: partido correspondiente a la ida de las semifinales de la Champions League, disputado en el Estadio Alfredo Di Stéfano (Madrid, España) a puerta cerrada.