El crecimiento en cuestión de un año de Fede Valverde está cerca de no tener comparación. El centrocampista ha vivido 365 días de auténtico desenfreno en los que solo el coronavirus ha conseguido pararle. Desde su explosión con el Real Madrid, que llegaba en este mes de 2019, hasta el punto en el que se encuentra ahora, el charrúa es una pieza fundamental de los blancos y también en la selección de Uruguay.
Y, a pesar de todo, sigue haciendo hincapié en una filosofía de calma total, de no ir demasiado rápido. En su última rueda de prensa daba valor de esta cuestión. "Todavía me queda mucho por mejorar, por aprender, por crecer. Si comparamos años anteriores, me siento mucho mejor, más capacitado a nivel futbolístico y personal. Pero soy muy joven y me queda mucho por aprender", explicaba 'Pajarito' tras el choque frente a Chile de este fin de semana.
La realidad es que aunque sean ciertas sus palabras, Fede ya es presente tanto de la selección como del Real Madrid. No rehúye de la competencia en el club blanco y con los charrúas todo hace pensar que es el líder de ese centro del campo.
"La rivalidad dentro del equipo es muy bonita. Competimos, pero está esa buena onda que te hace crecer. Cuando juegas están al tanto para darte apoyos y buenos consejos. Que me aconsejen a mí me hace crecer mucho y me llena de orgullo y felicidad que gente que ha ganado tanto me dé consejos y me ayude", explicaba sobre esa cuestión en Realmadrid TV hace unas semanas. Aunque sigue mostrándose como si fuera ese primer día, el experimentado Valverde es una esperanza a la que agarrarse.
Poder charrúa
Durante el último encuentro de los charrúas, Valverde comandó a los de Óscar Tavares hacia la victoria. Dio un pelotazo al palo, que le privó de redondear su actuación con un gol, pero fue fundamental para que su selección fuera superior a Chile. Entre esos prometedores centrocampistas que han saltado al estrellato desde este país, el jugador de Montevideo está destinado a ser el líder de una generación que llegará a ese Mundial de Catar con una apuesta más que a tener en cuenta, sobre todo por Fede.
Volvió a hacer gala de esa declaración que tanto impresionó: "Los mediocampistas somos parte de eso. Me gusta dejar todo dentro del campo. Mi función es correr todo lo que pueda, mis ganas son correr hasta que no pueda más. Hasta que no me revienten las piernas voy a seguir corriendo, y si puedo marcar mucho mejor". Valverde tiene claro el objetivo y se deja la piel sobre el césped para lograrlo.
De forma humilde, con una imagen pública más que recatada, sin dar una voz más alta que otra, Valverde está cincelando su propio monumento. Él mismo fue consciente de que no terminó la temporada al mejor nivel. Estuvo solo siete minutos sobre el campo en la remontada fallida de Manchester y, tras su exhibición en el Benito Villamarín, admitía esa mala forma. Ahora, todo eso ha quedado en el pasado para poner sobre la mesa al charrúa de verdad.
Nuevo año blanco
Con el Real Madrid ha comenzado en muy buen estado de forma. La lesión de Kroos ha supuesto que tuviera que acumular aún más minutos y cada vez que está sobre el césped se hace notar. Con el objetivo de revalidar Liga y que el club recupere su esencia en Europa, Valverde quiere ser por primera vez responsable directo de alguno de esos títulos, como lo fue con la Supercopa de España de la última temporada.
Después de desmarcarse como la gran sorpresa del último año, 'Pajarito' no se esconde cuando tiene que coger responsabilidades y dejó su huella en su primer encuentro como titular de esta temporada. Tras la suplencia en el primer partido de la temporada ante la Real Sociedad, Valverde volvió a enamorar al madridismo como durante el momento de su despunte. Marcó ante el Betis y ha seguido acumulando titularidades y minutos en los que ha puesto a prueba su trascendencia.
Ya no hay dudas de que es el jugador más completo de esa zona del campo. Tan pronto un partido puede ser la solución para suplir a Casemiro, como el jugador que une al centro del campo con el ataque, como jugar en una de las bandas para frenar a un rival y ser hasta un jugador desequilibrante para crear peligro en el área. Pero, al final el fútbol son goles y Valverde ha demostrado que también lo tiene. Sin ser el que más calidad tiene, no deja lugar a pensar que no tiene nivel para el Real Madrid.
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