Gareth Bale vive días felices en su nueva aventura en el Tottenham. El delantero galés todavía no ha debutado con el equipo londinense, pero está viviendo cada partido desde la grada como un spur más. Anoche fue el choque de la Carabo Cup que midió al conjunto dirigido por Jose Mourinho contra el Chelsea de Frank Lampard. Un duelo londinense en el que saltaron las chispas.
El partido estuvo repleto de tensión y emoción y no se pudo resolver hasta la tanda de penaltis. Los Spurs arrancaron la tanda y convirtieron sus cinco penas máximas. No así el Chelsea, que falló el último lanzamiento, que correspondió al joven Mason Mount.
Las cámaras apuntaron a Bale, quien no podía contener su nerviosismo durante la tanda de penaltis y la emoción luego que Mount disparara contra el poste izquierdo de la portería su lanzamiento. Entonces sí, el galés alzó los brazos al aire y celebró con ganas la victoria de su equipo, que estará en los cuartos de final de la copa.
Las redes se han inundado de mensajes que recuerdan las últimas actitudes de Bale en los banquillos improvisados en las gradas de La Liga. Y es que Bale fue cazado en sus últimos partidos en el Real Madrid poniéndose la mascarilla en los ojos simulando que se echaba una siesta y con dos rollos de papel en los ojos haciendo que eran prismáticos.
El Tottenham pasa de ronda
Un fallo en el último lanzamiento de la tanda de penaltis de Mason Mount permitió al Tottenhan acceder a los cuartos de final de la Copa de la Liga inglesa, tras imponerse al Chelsea por 5-4 en una rueda de penaltis, que los de Jose Mourinho forzaron con un postrero gol del argentino Erik Lamela.
Gol en el que tuvo un papel fundamental el jugador español Sergio Reguilón, que no pudo tener mejor estreno con el Tottenham, tras firmar a los 83 minutos el pase que permitió a Lamela igualar la contienda (1-1) y forzar los lanzamientos desde los once metros.
Pero si hubo un ganador, ese fue José Mourinho, que pese a prácticamente descartar a su equipo de cualquier posibilidad de seguir vivo en la competición, diseñó un plan ganador que, como no, empezó ante los micrófonos.
"Me gustaría poder pelear por la Copa de la Liga, pero no creo que pueda, se lamentó el técnico portugués del Tottenham, Jose Mourinho, muy molesto por la decisión de programar el partido apenas 48 horas antes del decisivo duelo con el Maccabi Haifa, en el que los Spurs se jugarán su presencia en la fase de grupos de la Europa League.
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