El Real Madrid volvió a jugar en La Liga, aunque lo hizo en el Di Stéfano y no en el Santiago Bernabéu, y rubricó su primera victoria en el reinicio del campeonato doméstico después de tres meses de parón gracias a su victoria frente al Eibar por 3-1. Parones de hidratación, sin público en las gradas y con cinco cambios llegó la 'nueva normalidad' para el equipo blanco. Pero no todos lo pudieron vivir en primera persona y es que ni así cambia la situación de James Rodríguez.
Dentro de la nueva normativa, como consecuencia de la crisis del coronavirus y del tiempo de inactividad de los futbolistas, se introdujo la opción de cada equipo pueda realizar cinco cambios en lugar de los tres habituales, aunque lo podrán llevar a cabo en tan solo tres turnos. Zinedine Zidane hizo uso de todos frente al conjunto armero.
Así saltaron al terreno de juego ya en la segunda mitad Ferland Mendy primero; Vinicius Júnior, Éder Militao y Gareth Bale, en una segunda tanta conjunta; y, por último, el uruguayo Fede Valverde. Así el madridismo se quedó sin ver el debut esta temporada de Marco Asensio y tampoco pudo ver en acción a un James Rodríguez que parece abocado a una salida.
Durante meses, uno de los temas recurrentes a los que tenía que hacer frente ante los medios de comunicación Zidane era las ausencias de James bien en las listas de convocados o en los partidos. Incluso eso se ha ido difuminando con el paso del tiempo. El foco de atención ya no se fija en el mediapunta colombiano. No va a jugar salvo que no haya otra opción y se va a ir salvo sorpresa mayúscula.
Historia de un desencuentro
El internacional cafetero aterrizó en el verano de 2014 en el Santiago Bernabéu como uno de los grandes fichajes de la temporada. Venía de hacer un sobresaliente Mundial, convirtiéndose en la gran revelación de la cita internacional que se celebró en Brasil.
En ese primer curso, el entonces '10' del conjunto blanco fue muy importante para el equipo dirigido por Carlo Ancelotti, de hecho es el técnico italiano el que ha sacado la mejor versión del futbolista a lo largo de estos últimos años, tanto en las filas madridistas como en el Bayern Múnich. Porque precisamente fue en el equipo bávaro donde jugó dos temporadas en calidad de cedido.
También en el Allianz Arena fue de más a menos, como en sus primeros años en Concha Espina. El adiós de Ancelotti fue demasiado para un James. Otra vez se iba su gran valedor, otra vez se quedaba 'solo' ante el peligro. Su rendimiento tampoco convenció en Múnich y fue así como volvió a coger el puente aéreo para regresar a la capital.
Con Zidane llegó a ganar dos Champions League, La Undécima y La Duodécima. Ni en la temporada 2015/2016 ni en la 2016/2017 superó el colombiano la barrera de los dos mil minutos. Y si en la final contra el Atlético de Madrid en Milán fue suplente, ante la Juventus de Turín un año después ni siquiera se vistió de corto porque no fue convocado.
En el presente curso sus estadísticas son aún peores. 650 minutos repartidos en trece partidos entre Liga, Champions, Copa del Rey y Supercopa de España. A estos números aporta el jugador tan solo un gol y dos asistencias. Y es que cuando ha tenido la oportunidad, tampoco ha sabido ganarse un sitio.
No hay futuro de blanco
El ahora '17' merengue no jugará la próxima campaña en el Real Madrid. Se habla de varios equipos que estarían interesados en hacerse con sus servicios. Desde Italia a Inglaterra, pasando por el propio fútbol español. Ya el pasado año se habló de la opción de que James Rodríguez jugase en el Atlético de Simeone y esta opción ha ido ganando enteros en estos últimos meses.
[Más información - James, listo para salir del Real Madrid: "En un 80% será nuevo jugador del Atlético"]