El Real Madrid no es derrotista. Nunca lo ha sido. El vestuario tiene claro que la derrota ante el Manchester City de este miércoles por 1-2 en el Santiago Bernabéu no puede estar ni un segundo más en sus cabezas. Desde el capitán hasta el jugador con menos minutos de la plantilla confía en recuperarse. "Caer, pero levantarse", ese ha sido el mensaje con el que se han levantado este jueves.
Zidane ya se ha ocupado de hacer el análisis necesario del partido. El técnico francés ha dejado claro qué errores no se pueden volver a cometer. El equipo no hizo el mejor partido posible. Aunque fue un choque entre dos grandes fuerzas, un partido a la altura de Europa, todos saben perfectamente que el rendimiento que han dado durante la temporada demuestra que podían haber jugado mucho mejor.
Después de todo ese análisis la plantilla no piensa en otra cosa que en el siguiente partido. La victoria en El Clásico, recuperar el liderato y darle un derechazo al Barça que le deje tocado para lo que queda de la temporada es la mejor forma de levantarse de la mala noche de este miércoles. Pero, sobre todo, será una gran forma de aferrarse a las razones que se han dado entre ellos para creer en la remontada en tres semanas.
Zidane y las eliminatorias
Hay un dato clave para creer en las posibilidades del equipo. La plantilla tiene a Zidane de su parte y es su as de bastos particular. El técnico francés no ha perdido ninguna eliminatoria de Champions desde que se pasó a los banquillos y confía plenamente en sus capacidades y su planteamiento para darle la vuelta al resultado adverso de este pasado miércoles.
Su nueve de nueve en eliminatorias a doble partido y su tres de tres en finales europeas avalan al entrenador blanco en la hazaña de afrontar la remontada. De hecho, conseguir eliminar al City de esta forma crearía un precedente que el Real Madrid no ha conseguido nunca: darle la vuelta a un 1-2 en contra. Si Zidane ya rompió barreras consiguiendo tres Champions seguidas, por qué no creer en que también puede hacer historia de esta manera.
¿Otro 'marzo negro'? ¡No!
El precedente de la temporada pasada con Solari es una losa muy grande en la espalda de la plantilla. El momento en el que se cayó ante el Barça en Copa del Rey, se tiró La Liga definitivamente y se cayó ante el Ajax en octavos de final de la Champions después de ganar la ida supuso un 'marzo negro' que la plantilla se niega a volver a vivir.
El equipo no se plantea que la temporada pueda verse completamente condicionada por lo que suceda el próximo mes, empezando por El Clásico. La reacción es obligatoria y quiere devolver al Santiago Bernabéu el estado de felicidad que provoca una victoria ante el Barça.
Courtois y su muro
Fue el responsable de que el equipo se mantuviera firme durante gran parte del partido. Thibaut Courtois dio continuidad a su gran temporada 2019-2020 con seis paradas que evitaron que la diferencia pudiera ser mayor. Justo antes de que marcase Isco hizo tres intervenciones definitivas ante Riyad Mahrez. El equipo lo estaba pasando mal y salió al rescate.
En los dos goles poco pudo hacer. El remate de Gabriel Jesús le pilla demasiado cerca y aún así está a punto de desviarlo. En el penalti no adivinó el lado por el que lo tiró De Bruyne, pero aunque lo hubiera hecho llegar a un balón tan ajustado era una misión imposible. A pesar de encajar dos tantos, Courtois volvió a ser de los mejores del equipo y es un motivo para creer en que el equipo puede no encajar, algo indispensable para poder remontar.
El espíritu de las grandes noches
La conexión del Real Madrid con la Champions League se gestó desde el inicio de la competición. Los 13 títulos que luce en sus vitrinas la entidad de Concha Espina son más que una razón para no confiarse por mucha ventaja que tengas en el marcador.
Los blancos apelarán al espíritu de las grandes noches para darle la vuelta al 1-2 que encajaron en casa. Aunque no podrán contar con el apoyo del Santiago Bernabéu, tratarán de coger el ejemplo del 'Incendio de Múnich', cuando pasaron por encima del Bayern 0-4. Hay ejemplos de resultados fuera de casa para creer en que este equipo puede conseguirlo.
Arruinar a Guardiola
Desde la prensa culé, pasando por los aficionados del Barça, hasta el 'Guardiolismo' más acérrimo que ha seguido al técnico catalán allá por donde ha ido, celebraron como un título la victoria del entrenador del City en el Santiago Bernabéu.
El morbo que supone bajar de la nube a toda esa masa que mueve Guardiola y al mismo técnico catalán es una motivación más para un vestuario en el que aún quedan vestigios de la gran guerra que supuso su presencia en el banquillo del Barcelona.
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