En las grandes noches es donde aparecen los equipos de verdad. Y aunque jugar en casa ya no es algo tan determinante como hace algunas décadas, el factor campo sigue siendo importante para muchos equipos. Allianz Arena, Anfield, Old Trafford... Templos con una mística especial que, al igual que el Santiago Bernabéu para el Real Madrid, pueden llegar a decidir partidos de importancia.
Zidane afronta este miércoles la primera gran noche europea que acoge el coliseo blanco en 2020. El Manchester City de Pep Guardiola tiene intenciones de dejar su sello en Chamartín, pero el Real Madrid quiere seguir con la buen dinámica de resultados que mantiene ante su público. Y es que los blancos apenas han hincado rodilla en Concha Espina.
Dos derrotas en 22 partidos es el bagaje de Zidane desde que regresó al Real Madrid en marzo de 2019. Un tiempo en el que el técnico francés ha conseguido un total de 16 victorias como local, haciéndose fuerte en el Santiago Bernabéu y convirtiéndose en una auténtica pesadilla para cualquier equipo que pone un pie allí.
Esta tendencia instaurada por el galo en Chamartín es nueva, ya que la temporada pasada el Santiago Bernabéu perdió un poco de su aura de olla a presión en las grandes noches. Santiago Solari protagonizó dos eliminaciones en Champions y Copa del Rey, con goleadas dolorosas ante Ajax y Barça -respectivamente-, que hicieron que el factor campo no fuera determinante para el conjunto merengue.
El equipo se mostró vulnerable en casa y el Real Madrid terminó tirando por la borda una temporada que terminó siendo de transición. Todo ello en una semana -igual que ahora- en la que los partidos decisivos se jugaban en el Santiago Bernabéu.
Ahora Zidane busca recuperar ese esplendor en una semana clave en la que se juega la temporada en casa. El técnico francés terminó 2019 con sola una derrota en el Santiago Bernabéu. Y de hecho, fue en la última jornada de Liga de la pasada temporada.
Dos derrotas en 22 partidos en casa
Si Zidane terminó 2019 con una sola derrota en casa (última jornada de la pasada Liga ante el Betis), este año la situación apenas ha variado. El técnico francés solo ha caído en el Santiago Bernabéu ante la Real Sociedad en Copa del Rey. Un partido que sirve al equipo como aviso importante de que deber seguir manteniéndose firme en casa; sobre todo, en eliminatorias.
En Champions League es un factor que puede ser determinante, al menos en lo que respecta a la solvencia defensiva y a la premisa de encajar goles -porque tienen valor doble-.
En la máxima competición continental el Real Madrid es aún más fiable en casa. Zidane no ha perdido nunca una eliminatoria europea como entrenador, pero es que los blancos no conocen la derrota en casa en octavos de final desde 2016. Concretamente desde el choque ante el Schalke 04 en el que los blancos cayeron 3-4 en Concha Espina. PSG, Roma y Nápoles no han sido rivales capaces de asaltar el coliseo merengue en las últimas tres temporadas.
El Madrid debe saber aprovechar la solvencia en casa para afrontar una semana en la que se juega, literalmente, la temporada. Días en los que debe encarrilar su pase a cuartos de final de la Champions League y recuperar el liderato en Liga ante el Barcelona de Quique Setién.
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