El once que escogió Zinedine Zidane para el partido contra el Celta de Vigo del pasado domingo trajo varias sorpresas. La mayor fue la apuesta por Eden Hazard tras casi tres meses lesionado y le salió bien al técnico francés. Más dudas dejaron Gareth Bale y Marcelo, dos de los grandes señalados de la temporada en el club blanco y a los que su entrenador volvió a dar otra oportunidad a dos semanas de El Clásico.
A muchos sorprendió la titularidad de Bale y Marcelo. La del galés porque el fin de semana anterior había pasado desapercibido ante Osasuna pese a salir también de inicio. La del brasileño porque Ferland Mendy le ha adelantado en la rotación y porque el lateral galo, apercibido, se la podría jugar ante el Levante de cara al duelo frente al Barcelona. Pero Zidane confió en ellos, lo que no parecen hacer desde la afición.
El runrún que hubo el domingo en el Santiago Bernabéu fue dirigido en gran parte hacia Bale y Marcelo. No se le pasan demasiadas desde la grada. Bale fue de más a menos durante el partido tras generar alguna ocasión en la primera parte, aunque está lejos de ser incidente en el juego del equipo como debería. Sorprendentemente acabó retirándose del campo bajo un pequeño aplauso general cuando el marcador todavía reflejaba 2-1. Lo de Marcelo fue al contrario. Su primera parte fue un tanto desastre, pero mejoró tras el descanso, dando la asistencia del primer gol a Kroos.
No fue, ni mucho menos, el mejor partido de los dos. Todavía les queda un trecho para ser tan decisivos como lo eran en otros tiempos, pero Zidane insiste y espera volver a conectarlos de cara a la parte más importante de la temporada. Su entrenador les ve como futbolistas de primer nivel si están a su nivel y es lo que quiere volver a sacar de ellos. De ahí, que pese a que no han mostrado gran mejoría, sigan recibiendo oportunidades partiendo como titulares.
Dos jugadores diferenciales
La temporada es larga y Zidane siempre ha demostrado que le gusta contar con todos los jugadores de su equipo. Todos deben sentirse importantes para que cuando les llegue su momento puedan ser útiles para conseguir el objetivo que se marcan Zidane y el club: ganar títulos. Para ganar hay que contar con los mejores y el técnico francés sigue considerando diferenciales tanto a Bale como Marcelo si recuperan su mejor cara.
No quiere decir esto que jugadores como Vinicius o Mendy tengan que vivir a la sombra de ellos. Zidane no ha dudado en darles más oportunidades a los que parten desde un perfil más inferior si están mejor que los compañeros con los que comparten posición. Se vio con Fede Valverde al principio de temporada y también con el propio Mendy, titular en partidos como El Clásico o el último derbi de Liga y de la final de la Supercopa de España.
A las puertas de la semana grande
Zidane espera a Bale y Marcelo y lo hace a las puertas de una semana que puede definir el rumbo de la temporada del equipo. Tras el Levante, el Madrid se medirá al Manchester City y al Barcelona en solo unos días. Que a nadie le extrañe que el técnico francés vuelva a romper todas las apuestas y apueste por el galés o el brasileño en alguno de estos partidos. Lo hizo con Marcelo ante el PSG. Ya se verá si su confianza no le traiciona.
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